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Batalla del Mar del Coral [ Sacrificio y derrota ] [ 5-8 de Mayo de 1942 ] Al amanecer del 8 de mayo la actividad era frenética a bordo de los cuatro portaaviones. Un total de 121 aviones japoneses y 122 estadounidenses eran preparados para ser enviados contra el enemigo al momento de ser descubiertos. Ambos contendientes estaban separados por aproximadamente unas 230 millas, las condiciones atmosféricas no podían ser mas contrapuestas: para los estadounidenses el día amanecía completamente despejado, habían salido pues fuera del frente frío; los japoneses por su parte todavía estaban bajo un cielo borrascoso que descargaba intermitentes chubascos, las nubes dejaban algunos claros y no existía horizonte. Así pues las condiciones favorecían el ocultamiento de los portaaviones japoneses. A las 0600 desde los portaaviones de Hara despegaron varios aviones para explorar un sector de 90º desde el SSE al SO hasta su límite de alcance. Por parte estadounidense despegaron desde el Lexington 18 aparatos para explorar los 360º, hasta las 200 millas al N y 150 al S. A las 0700 aproximadamente despegaron desde los portaaviones de Hara 69 aparatos: 18 A6M, 33 D3Y y 18 B5N, al mando del Capitán de Corbeta Takahashi que se dirigieron hacia el SSO -es decir hacia el sector que se estaba explorando- a velocidad reducida. Tan pronto como los aparatos de Takahashi despegaron, Takagi ordenó aumentar la velocidad a 30 nudos y se dirigió hacia el mismo rumbo que llevaban los aviones. La tarde anterior se habían unido a Takagi 2 cruceros pesados de Goto, por lo que el Almirante ordenó dividir su fuerza en dos, separadas por unas 10 millas, cada una con un portaaviones junto a dos cruceros y la mitad de los destructores. Esta táctica con cielo despejado no era correcta, pues reducía a la mitad la protección de la defensa antiaérea a los portaaviones, pero con cielo encapotado y algunos chubascos, permitía la posibilidad que algunos de ellos pasaran desapercibidos a los aparatos de búsqueda enemigos. Esa mañana se dio uno de esos casos de autosacrificio por los que los japoneses fueron famosos a partir de finales de 1944. El contramaestre primero Kenzo Kanno, descubrió la TF-17 a 230 millas de los portaaviones de Hara. Ocultándose hábilmente entre las nubes la estuvo observando detenidamente y a las 0830 radió el avistamiento al Shokaku. Poco después llegaba el mensaje a Takahashi y a Fletcher. Este último se dio cuenta que su fuerza había sido perfectamente localizada y debió sentirse muy intranquilo, pues los portaaviones de Hara aun no habían sido localizados, pero paradójicamente los portaaviones japoneses serían atacados antes que los estadounidenses. A las 0815 el Alférez de Navío Smith, descubrió entre chubascos a parte de los buques de Takagi, pero hasta las 0840 no pudo realizar una primera transmisión del avistamiento. Erróneamente situó a los buques de Takagi 45 millas más cerca de lo que realmente estaban. Inmediatamente desde el Yorktown despegaron: 8 F4F, 24 SBD y 9 TBD; y diez minutos más tarde lo hacían desde el Lexington: 9 F4F, 22 SBD y 12 TBD. En total 84 aviones, japoneses y estadounidenses se cruzaron en vuelo pero sin llegar a verse. Favorecidos por el viento de cola y el avance hacia ellos de los portaaviones de Hara, los estadounidenses fueron los primeros en atacar. Los SBD del Yorktown llegaron primero y entre un pequeño claro descubrieron al Shokaku y Zuikaku, pero tuvieron que esperar a la llegada de los más lentos TBD. Detectados primero al oído y después a la vista el Shokaku puso proa al viento y lanzó sus cazas, mientras el Zuikaku y sus escoltas se introducían en un chubasco cercano. Los primeros en atacar fueron los TBD del Yorktown al mando del Capitán de Corbeta Reid. A las 1055, el Shokaku describía grandes zigzags a máxima velocidad logrando sortear todos los torpedos pero dos bombas de 454 Kgs. impactaron en su cubierta de vuelo a proa y popa imposibilitando el despegue y recogida de aviones, poco después el Zuikaku reaparecía y Hara vio que el Shokaku ardía de proa a popa. Los aparatos del Lexington se desperdigaron y 18 SBD no pudieron localizar a los portaaviones japoneses, pero a las 1140 6 F4F, 5 SBD y 11 TBD se lanzaron al ataque. El Zuikaku volvió a ocultarse en un chubasco y de nuevo el Shokaku recibió la atención de los atacantes, y volvió a sortear los torpedos, pero el Teniente de Navío John J. Powers al mando de un SBD, picó sobre el Shokaku y decidido a no fallar lanzó su bomba a tan baja altura que la explosión de la misma desintegró su aparato, recibiendo por ello la medalla al valor. Como hemos visto este ataque no resultó tan fulminante como el realizado el día 6 sobre el Shoho, en parte debido a la gran nubosidad reinante que dificultaba los ataques coordinados. Además el Shokaku era más resistente y veloz que el Shoho, sus armas antiaéreas más numerosas y contaba con una patrulla aérea de combate más numerosa. Kenzo Kanno se mantuvo observando a la Task Force 17 hasta que le quedó el combustible necesario para regresar hasta el Shokaku, durante su regreso avistó a la fuerza de Takahashi pero observó que el rumbo que llevaban les alejaba de la TF-17 y era probable que no la localizase. Así que se puso al frente de la fuerza de ataque y la dirigió contra los portaaviones estadounidenses, sabiendo que ya no tendría forma de regresar. Los aparatos de Takahashi fueron detectados por radar a 70 millas, pero los portaaviones de Fletcher no se encontraban en condiciones óptimas, tenían aviones reabasteciéndose sobre las cubiertas de vuelo y una segunda fuerza de ataque preparada en los hangares. Así pues tras hacer despegar a los cazas que estaban en cubierta vaciaron los hangares de bombarderos haciéndolos despegar con la misión de atacar a los torpederos japoneses más lentos. Los F4F enviados para interceptar a la fuerza de Takahashi no consiguieron encontrarlos, debido sobre todo al cambio de rumbo inducido por Kanno. Entonces los aparatos japoneses divisaron a los portaaviones enemigos sobre un mar en calma y procedieron al ataque. Los torpederos se dividieron en tres escuadrillas y protegidos por los Reisen se dirigieron por cada amura hacia el Lexington y el Yorktown, mientras que los D3Y se descolgaban de las alturas. El Lexington atacado por ambas amuras por 12 B5N, fue alcanzado por dos torpedos por babor; una bomba explotó cerca de un montaje de 127 mm haciendo explotar los proyectiles allí almacenados, otra lo hizo contra la inmensa chimenea y tres más en el agua, junto al costado del buque provocándole vías de agua. El estallido de los torpedos y bombas provocó la rotura de varios sellos de los tanques de combustible de aviación y los vapores explosivos se iban extendiendo por todo el buque. El Yorktown tuvo mejor suerte, sólo fue atacado por una amura por los torpederos consiguiendo sortearlos a todos. Además el ataque no estuvo coordinado con los bombarderos, que alcanzaron con una bomba al portaaviones cerca de la isla y dos más cayeron junto al costado provocándole vías de agua. Por último un solitario torpedo pudo ser evitado por el llameante portaaviones. El ataque empezado a las 1118 termino hacia las 1145, en ambos portaaviones los equipos de reparaciones hacían ímprobos esfuerzos para sofocar los incendios y reparar los daños. Una hora más tarde desde el Lexington solo salía una ligera columna de humo y las vías de agua habían sido contenidas, el buque volvía a navegar a 25 nudos y todo parecía indicar que se recuperaba la normalidad. A las 1247 una inmensa explosión devastó el Lexington. Una chispa producida con toda seguridad por un extractor de aire eléctrico, hizo detonar los vapores de combustible que inundaban el interior del portaaviones, y cadenas de explosiones debidas a la detonación de bombas y bolsas de vapores de combustible, propagó un enorme incendio que rápidamente envolvió al inmenso portaaviones. Sobre la cubierta de vuelo estaban estacionados los aparatos que habían atacado a los portaaviones japoneses y se les estaba reabasteciendo de combustible y municiones para un segundo ataque. El destructor Morris se le aproximó para pasarle unas mangueras antiincendios, pues no había presión de agua en el portaaviones para combatir el incendio. A las 1445 una nueva explosión interna terminó por destrozar los pocos extractores de humos que funcionaban y las cubiertas inferiores debieron ser evacuadas, nuevas explosiones sacudían al Lexington y el comandante del buque, Capitán de Navío Sherman, ordenó el abandono del buque pues el incendio ya había alcanzado los compartimientos próximos a los pañoles de bombas de aviación. La evacuación se realizó sin pánico, los heridos fueron puestos en balleneras y éstas arriadas al agua y los demás tripulantes se arrojaron por la cubierta. A las 1855 el destructor Phelps le dio el tiro de gracia con 5 torpedos de los cuales le alcanzaron 4 bajo la línea de flotación, y una hora después el Lexington se hundía. A las 1300 de aquel día, los incendios del Shokaku estaban extinguidos pero el portaaviones no podía recoger ni lanzar aviones y fue enviado al Japón. El Zuikaku tuvo que hacerse cargo de todos los aviones que regresaban, pero no podía acomodarlos a todos en su interior, por lo que los más dañados tuvieron que ser lanzados por la borda. Algunos aviones se quedaron sin combustible y tuvieron que amerizar y sus tripulaciones ser recogidas por los destructores. Así pues, para los ataques de la tarde del día 8 solo se podía contar con 24 A6M, 9 D3Y y 6 B5N, aproximadamente unos 50 más estaban dañados o seguían a bordo del Shokaku. Inouye pensando que los portaaviones estadounidenses podían volver al ataque esa misma tarde o al día siguiente y que solo podía contar con el Zuikaku, ordenó la suspensión del desembarco de Port Moresby y el regreso de las fuerzas de Takagi al Japón. En ese preciso momento Yamamoto decidió intervenir, y ordenó a Takagi y Goto que se reagruparan y persiguieran a los portaaviones y buques estadounidenses dañados para rematarlos. A las 0200 del 9 de mayo ambas agrupaciones se dirigieron al sur en pos del Yorktown, pero este ya hacía tiempo que había tomado esa misma dirección, en tanto que los buques de Grace se retiraron a Australia. Hacia el mediodía del 10 de mayo Takagi y Goto recibieron la orden definitiva de regresar a Truk. Esa era la sentencia final para la batalla del mar del Coral. Se dice que la batalla del mar del Coral fue una victoria táctica japonesa, pero una derrota estratégica puesto que el objetivo principal, el desembarco en Port Moresby, no se consiguió y que los estadounidenses al abandonar el campo de batalla reconocían su derrota. La batalla del Mar del Coral tuvo una repercusión mucho más grave a muy corto plazo, dado que para la operación de Midway se contaba con todos los portaaviones disponibles, y al ser dañado el Shokaku y las dotaciones aéreas del Zuikaku muy diezmadas, ambos quedaron imposibilitados de participar. Quizás fue una suerte pues existe la posibilidad de que acabaran al igual que los otros portaaviones en el fondo del Pacífico, lo que hubiera supuesto una auténtica debacle para el Japón, de la que no se podría haber recuperado, y probablemente perdiera la guerra antes. José Miguel Fernández Gil [ Bibliografía ] La Guerra Naval en el Pacífico, Luis de la Sierra- Ed. Juventud (Barcelona, 1989). Midway: Momento crítico, A. J. Barker- Ed. San Martín (Madrid, 1976). US Aircraft Carriers in accion, Robert Stern- Ed. Squadron/Signal Publications (Carrollton, Tx, 1991). Batalla del Mar del Coral, fuerzas enfrentadas Batalla del Mar del Coral, Mapa Batalla del Mar del Coral, Imágenes |
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