Nihon Kaigun:
Construcciones navales japonesas

 

Nihon Kaigun:
Construcciones navales japonesas

Del cañón al aeroplano
(Segunda parte)

En la primera fase de la Guerra del Pacífico, estos portaaviones fueron decisivos en el afianzamiento de las conquistas Japonesas en el Pacífico y Extremo Oriente, pero a medida que el potencial industrial Estadounidense quedó patente en 1943, cambió las tornas de los efectivos navales de ambos contendientes.

Cuando en 1933 se hizo evidente que Japón acabaría chocando con los EEUU y Gran Bretaña, se denunciaron los antiguos tratados sobre armamentos y se emprendió una carrera para conseguir una ventaja numérica en lo que se acabaría convirtiendo en la mayor zona de batalla del globo: el Océano Pacífico. En esta década de los 30 los acorazados Japoneses que se habían salvado del desguaze por el tratado de Washington fueron modernizados para adecuarlos a los nuevos diseños que eran alistados en las otras marinas del mundo. Así pues pasaron por los astilleros los acorazados clase Ise, Fuso y Nagato. Estos últimos fueron los más modernos construidos poco antes de la entrada en vigor del tratado de Washington a principios de la década de los 20 y fueron salvados del desguace. De igual forma pasaron por los astilleros Japoneses los 4 únicos cruceros de batalla con que contó el Japón durante la 2ª GM: la clase Kongo. El primero de estos cruceros de batalla fue construido en 1914 en Gran Bretaña y los restantes lo fueron en astilleros Japoneses con los planos del primero.

El Haruna, crucero de batalla clase Kongo en 1941. Podemos observar que como todos los buques de batalla fueron modernizados con la misma silueta: el famoso mástil de pagoda que fue una característica de todos estos buques de batalla Japoneses en la 2ªGM.


El Nagato en 1944, en segundo plano asoma la proa del Yamato. El gemelo del Nagato, el Mutsu resultó hundido en 1943 en Hiroshima por una explosión interna de sus pañoles. Hoy en día existe controversia sobre la causa de la voladura de sus pañoles de proa. La causa oficial dada por los Japoneses fue por la explosión espontánea de un nuevo tipo de proyectil para sus torres de 16” (406mm). El Mutsu fue el último buque de batalla en sucumbir por esta causa. Observad en popa el biplano F1M “Pete” y la grúa usada para izarlo desde el mar.



Una de las piezas de 16” del Mutsu con la base de su barbeta en la actualidad, cerca de donde explotó en Hiroshima el 8 de Junio de 1943.

 

La nueva era de la aviación, entró con fuerza en Japón de la mano de Almirantes visionarios del poder aéreo embarcado como Yamamoto, Yamaguchi (ambos habían servido como agregados Navales en Washington, donde Yamamoto se labró una terrible reputación como afamado jugador de póquer) y Onishi, pero estos hombres aun no ostentaban el poder dentro del seno de la Armada Imperial, dominada por hombres de mentalidad ya algo anticuada, que seguían confiando en el poder del cañón naval, de la talla de Suzuki, Nagano y posteriormente seguidos por Nagumo y Kondo, a pesar de que Nagumo llegó a mandar la escuadra de portaaviones de ataque Japoneses. En 1933 fue entregado el último portaaviones construido bajo la vigencia del tratado de Londres: el Ryujo. Construido bajo las restricciones del tratado resultó una unidad mediocre y de malas cualidades marineras. En 1936 fue remodelado añadiéndole unos bulges externos submarinos que le dotó de una mejora con mar gruesa, pero su blindaje siguió siendo insuficiente por lo que estaba muy expuesto a la acción aérea enemiga. Resultó hundido en la batalla de las Salomón Orientales.



El Ryujo poco después de los trabajos de modernización de 1936, la cubierta de vuelo termina justo sobre el puente de mando, dejando completamente despejada la proa.

Con la llegada de Yamamoto al cargo de Viceministro de Marina en 1936, se impulsó la construcción de los portaaviones, pero la vieja escuela tradicional consiguió algunas concesiones al autorizar la construcción de los “nuevos juguetes” de Yamamoto: la aprobación de los mastodónticos acorazados de clase Yamato, una vieja idea que se venía retrasando desde 1920. Este impulso de la aviación embarcada se transformó en la construcción de los portaaviones Soryu, Hiryu y los clase Shokaku; estos últimos los mejores portaaviones construidos por los proyectistas y astilleros Japoneses.

Los portaaviones Soryu y Hiryu resultaron buenos portaaviones, pero adolecían de una protección ineficaz contra los ataques aéreos, esto fue subsanado en la clase siguiente: los Shokaku. Ambos portaaviones tenían un desplazamiento cercano a las 20.000 tns y las islas de mando fueron también colocadas en bordas distintas como los Akagi y Kaga; El Soryu la tenía a estribor y el Hiryu a babor. (Los Japoneses querían utilizar sus portaaviones por parejas y colocando las islas en bordas distintas podían controlar los aterrizajes y despegues, pero en la práctica resultó un fiasco y fue abandonado en las sucesivas clases de portaaviones)

El Hiryu (foto superior) al poco de entrar en servicio (1939). El Soryu (foto inferior) junto al Hiryu formaron la 2ª División de portaaviones al mando del contralmirante Tamon Yamaguchi y ambos encontraron su fin en Midway (Jun.1942). Fueron unidades de excelentes cualidades marineras y unos buenos aeródromos flotantes, pero su talón de Aquiles resultó ser la falta de un blindaje horizontal adecuado que les protegiese de los impactos de bombas aéreas.

Los acorazados clase Yamato fueron los buques de batalla más poderosos construidos en toda la historia de la marina de guerra, pero anticuados cuando entraron en servicio en 1941 y 1942. Su desplazamiento de 73.000 tns sólo ha sido superado por los modernos portaaviones nucleares clase Nimitz y su artillería principal de 18” (457mm) no ha sido igualada jamás. A pesar de ser el orgullo de la Armada Imperial durante su carrera nunca dispararon sus cañones contra los acorazados de los EEUU, para lo que fueron diseñados y ambos sucumbieron ante el poder aéreo de los EEUU. Al final estos “insumergibles” buques acabaron en el fondo del Pacífico víctimas del torpedo y la bomba aérea. De las 7 unidades previstas se comenzaron 4 de las cuales 2 se terminaron como acorazados, una tercera unidad como portaaviones y la última se desguazó en gradas en Septiembre de 1942.

El Yamato durante sus pruebas de mar en Diciembre de 1941. Su majestuosa línea y los cañones principales de proa nos indica su terrible poder destructivo de sus armas. Cada torre artillera triple del armamento principal tenía un peso superior a la mayoría de destructores de la época. El Musashi sucumbió en el Mar de Sibuyan (Oct.1944) y el Yamato en la desesperada misión Kamikaze de alcanzar la costa de Okinawa (Abr.1945). La tercera unidad el Shinano fue terminado como portaaviones (Nov.1944).

En 1940 se aprobaron la construcción de 4 nuevas unidades denominadas A-150 en dos series. La construcción de la primera serie estaría compuesta por 2 unidades denominadas Nº 798 y Nº 799 denominados “Súper Yamato”, con un desplazamiento estándar de 68.000 tns y un desplazamiento estimado a plena carga de 95.000 a 100.000 tns. Deberían empezarse a construir en 1943 y entregados entre 1947-48. Se pensó dotarlos de 3 torres triples de 20.1” (510mm) “Ko” tipo 98 (aprox. 1938) pero finalmente se aprobó que fueran 3 torres dobles. La segunda serie, sin designación, deberían empezarse en 1950 dotados de 4 torres dobles de 20.1” (510mm) “Ko” tipo 98. Todos estos planes fueron cancelados al empezar la guerra.

 


Recreación pictórica de Richard Allison del prototipo A-150, “Battleships: Axis and Neutral Battleships in World War II”, se observa el detalle de las monstruosas torres dobles de 20.1” (510mm) “Ko” tipo 98.
(http://www.warships1.com)

Este punto influyó bastante en que Japón no pudiera disponer de un gran número de portaaviones pesados en 1941, pues para la construcción de estos acorazados se tuvieron que construir las gradas y diques que deberían albergar estos monstruos durante su construcción y mantenimiento, por lo que se retrasó la construcción de los necesitados portaaviones. Desde 1935 hasta 1941, Japón solamente construyó 4 portaaviones diseñados como tales. Además de la conversión en tales buques de un buque nodriza de submarinos y la reconversión de otro no finalizada todavía al inicio de las hostilidades.

Continúa en: Nihon Kaigun: Construcciones navales japonesas (Tercera Parte)

José Miguel Fernández Gil
"Alm. Yamamoto"
alm_yamamoto@hotmail.com

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