Operación "A-Go": Batalla del Mar de las Filipinas

 

Operación "A-Go": Batalla del Mar de las Filipinas

[ 19 de junio de 1944 ]

A las 0445 Kurita empezó a lanzar desde los acorazados y cruceros 16 hidroaviones en la búsqueda de los portaaviones estadounidenses. A las 0515 Obayashi, desde los portaaviones ligeros, lanzó 12 bombarderos en su búsqueda y a las 0530 desde el Mogami y el Shokaku despegaron 2 hidros y 11 bombarderos; en total 43 aparatos estaban explorando un abanico de 180º con un radio de 550 millas. Los estadounidenses tampoco estaban ociosos desde el USS Enterprise a partir de las 0218 catapultaron 15 Avengers con un intervalo de 45 segundos para explorar hacia poniente hasta un radio de 350 millas, pero nada encontraron y a partir de las 0530, desde otros portaaviones de Mitscher, se elevaron más bombarderos con idéntico resultado. Pero a esa hora los F6F de la CAP abatieron varios cazas y aparatos de búsqueda de la 1ª Flota aérea. Poco después algunos A6M Reisen armados con bombas de 250 kilos atacaron a los portaaviones de Mitscher sin ningún resultado. Spruance ordenó al Vicealmirante Mitscher que atacase los aeródromos de Guam, pero este no queriendo dispersar sus fuerzas para cuando localizasen los portaaviones japoneses, envió sólo a 33 F6F contra Guam: cuando llegaron sobre el aeródromo se enfrentaron a los refuerzos de Kakuta que llegaban de las Carolinas abatiendo 35 aparatos japoneses contra la pérdida de uno de ellos. Sin embargo a las 1000 todos los aparatos de caza fueron llamados urgentemente a la defensa de la Task Force 58; los radares habían detectado los aparatos de los desaparecidos portaaviones de Ozawa.

A las 0730 los hidros japoneses de exploración detectaron y señalaron a los distintos TG de la TF 58. Ozawa esperó la confirmación y, a las 0830, lanzó la primera fuerza de ataque: 16 cazas, 45 Zeros armados de una bomba de 250 kilos y 8 torpederos al mando del Capitán de Corbeta Masayuki Yamagami desde los portaaviones de la vanguardia. A las 0856 lanzó desde la 1ª División la segunda fuerza de ataque: 48 cazas, 53 bombarderos en picado, 27 torpederos y 2 aparatos de reconocimiento al mando del Capitán de Corbeta Akira Tarui. De los aparatos de la segunda fuerza algunos tuvieron que regresar por distintos motivos: 8 por fallos en los motores, 2 fueron abatidos por sus propios buques cuando pasaron sobre la 3ª División y fueron tomados por americanos y 8 más fueron dañados por el fuego antiaéreo de estos mismos buques y regresaron a sus portaaviones de origen.

 

Otro aparato sucumbió de una forma trágica, el pilotado por Sakio Komatsu; este divisó la estela de un torpedo, lanzado por el USS Albacore, que se dirigía contra su buque (CV Taiho) y se estrelló deliberadamente contra él, pero un segundo torpedo impactó contra el portaaviones cerca de los tanques de gasolina de aviación de proa. El USS Albacore había descubierto al Taiho hacia las 0900 y a las 0909 desde 8200 metros le lanzó “a ojo” una salva de 6 torpedos: 4 fallaron, uno fue interceptado por el Yokosuka D4Y "Suisei" (Judy) de Komatsu y el último hizo blanco. Los daños fueron ínfimos: el ascensor de proa, a paño con la cubierta de vuelo, descendió unos dos metros y el pozo del mismo se llenó con gasolina de aviación que afortunadamente (¿?) no se incendió. El buque perdió un nudo de velocidad y se abrió una vía de agua que le hizo hocicar 1.5 metros, pero nada hacia prever que el buque estaba herido de muerte. El buque pudo lanzar los 16 cazas que aún quedaban a bordo y la vía de agua fue contenida, por lo que el Almirante Ozawa decidió permanecer en él.

Pese a los aviones perdidos 180 aparatos volaban hacia los portaaviones de Mitscher. Ozawa a las 1000 lanzó la tercera fuerza de ataque desde los portaaviones de la 1ª División: 15 cazas, 25 bombarderos en picado y 7 torpederos al mando del Capitán de Corbeta Iyotaro Iwamo. Poco después de este lanzamiento, el penúltimo que hizo Ozawa, los aparatos de la tercera ola de exploración localizaron dos agrupaciones de portaaviones estadounidenses a 190 millas. Este contacto era erróneo debido a la enorme desviación de las brújulas de los aparatos de exploración japoneses: contra este falso contacto fue enviada la cuarta y última fuerza de ataque.

A las 1000 los radares de los buques de Lee detectaron a más de 150 millas de distancia los aparatos de la primera fuerza de ataque. Mitscher hizo despegar a todos los cazas listos desde sus portaaviones y también a los bombarderos cargados con bombas y combustible: no tanto por el peligro que suponían si estos eran alcanzados, si no para facilitar la recogida, rearme y despegue de los cazas. Los bombarderos, como los portaaviones japoneses seguían indetectados, fueron enviados contra Guam donde terminaron de destruir las pistas e instalaciones del aeródromo. Los aparatos de Yamagami fueron atacados por los F6F pertenecientes a los portaaviones USS Essex, USS Cowpens, USS Bunker Hill, USS Princeton y USS Enterprise dirigidos por radar a 60 millas del USS Lexington II. La primera barrera de interceptación abatió a 25 aviones japoneses contra la pérdida de un F6F. La segunda barrera abatió 17 juntamente a la artillería antiaérea de los acorazados. Los supervivientes atacaron la TG 58-7: Una bomba alcanzó al USS South Dakota, un aparato se estrelló contra la coraza vertical del USS Indiana y dos bombas ahorquillaron al crucero USS Wichita. Ningún avión de la primera fuerza de ataque consiguió acercarse a los preciados portaaviones de Mitscher.

A las 1107 fue detectada a 115 millas la segunda fuerza de ataque, interceptada a 60 millas del USS Lexington II; esta perdió en el combate ¡100 aparatos!. Cerca de 20 aparatos consiguieron pasar y atacar a los TG 58-7, TG 58-2 y TG 58-1: Una bomba cayó contigua al USS Bunker Hill muriendo tres hombres e hiriendo a 73, agujereó un ascensor y las tuberías de combustible del hangar provocando un pequeño incendio que fue rápidamente sofocado; otra bomba cayó en las superestructuras del USS Wasp II matando a un marinero e hiriendo a 12 y roció la cubierta con fósforo; un torpedo estalló en la estela del USS Enterprise y otros fueron sorteados por distintos buques.

La tercera fuerza de ataque fue detectada a 100 millas e interceptada por 40 F6F; 7 aviones japoneses fueron derribados y los restantes atacaron la TG 58-1 sin ningún acierto. La mayoría de ellos sobrevivieron a la defensa antiaérea. Spruance debió sentir un deja vú; la batalla se desarrollaba al igual que en Midway pero al revés. Inquieto, debía observar el cielo en busca de un grupo de bombarderos indetectados lanzados contra sus portaaviones.

La cuarta y última fuerza de ataque que lanzó Ozawa fue a las 1100 y pertenecían a la 2ª División y aparatos del Zuikaku: 30 cazas, 46 bombarderos en picado y 6 torpederos, dirigiéndose al falso contacto. Cuando llegaron a la zona nada descubrieron por lo que se dirigieron a Guam. Durante su viaje a la isla, 6 aparatos descubrieron a la TG 58-2 y se lanzaron contra el USS Wasp II, el USS Bunker Hill y el crucero USS Mobile. Pese a ser detectados por radar a 45 millas, la CAP no pudo intervenir y la artillería antiaérea solo reaccionó después del ataque derribando 4 aparatos. ¡Qué cerca estuvieron los japoneses de conseguir un resultado parecido al de Midway por los estadounidenses!, este ataque casi por sorpresa devolvió a la realidad a muchos de la TF 58. Pese al valeroso ataque japonés las bombas no causaron daños a bordo, sólo algunos marineros recibieron una rociada de agua al estallar las bombas en ella. 8 aparatos del Zuikaku fueron derribados poco después por los F6F. Los restantes fueron seguidos por los radares en su viaje hacia Guam. Los F6F que orbitaban sobre el aeródromo de Orote derribaron a 30 de ellos cuando intentaron aterrizar. Durante toda la jornada Spruance mantuvo pequeñas patrullas aéreas sobre dicho aeródromo derribando 50 aparatos más pertenecientes a la 1ª Flota aérea que llegaban como refuerzo, las pérdidas de Ozawa el 19 de junio se elevaban a 275 aparatos, las de Spruance a 30.

Centrémonos ahora en las desgracias de la 1ª Fuerza Móvil de Ozawa. A las 1039 el USS Cavalla descubrió por el periscopio a unos aviones y decidió acercarse a investigar. Poco después a las 1052, descubrió a un enorme portaaviones que estaba en fase de recogida de aparatos, la pequeña isla no tenía ninguna chimenea por lo que dedujo que se trataba de un portaaviones japonés: en efecto se trataba del Shokaku. A las 1220 y a 900 metros lanzó una salva completa contra él y tres torpedos impactaron contra el costado del portaaviones. Los tanques de fuel se desgarraron y vertieron su contenido en los sollados del portaaviones donde se declaró un incendio. Los equipos de seguridad pronto lo sofocaron pero un picante olor a combustible se esparcía por el interior del portaaviones; podía sentirse, incluso, en los pañoles de bombas y torpedos. A las 1500 una terrible deflagración desgarró el Shokaku, el pañol de bombas había explotado. Devastadores incendios consumían al portaaviones sumándose los estallidos de bombas y torpedos que seguían diezmando la tripulación. La proa, desgarrada, embarcó una gran cantidad de agua que hizo hocicar el buque y este empezó a hundirse. Cuando el agua llegó a la cubierta de vuelo por el agujero del ascensor de proa entraron en tromba cientos de toneladas de agua, que hicieron zozobrar el buque quedando, unos instantes, con la quilla al aire y las hélices en movimiento. El portaaviones se llevó al fondo del océano sólo a 9 de sus aparatos pero los cadáveres de ¡ 1.236 tripulantes!.

Las desgracias no acababan con el demoledor ataque al Shokaku: recordemos que el Taiho tenía en su interior una bomba de relojería similar, la gasolina que se había vertido en el pozo del ascensor de proa emanaba los mismos vapores explosivos que la del Shokaku. Los equipos de reparación apenas podían permanecer en él para arreglarlo, por lo que el oficial al mando decidió poner en marcha los extractores de aire, grave error, todos los buques japoneses adolecían de malas condiciones de habitabilidad: La ventilación y regeneración del aire del interior se hacía mediante enormes extractores de aire al no disponer de espuma de CO2 para cubrir la gasolina, los vapores de ésta se esparcieron por todo el interior del portaaviones y a las 1330 una enorme explosión tuvo lugar a proa del ascensor. La cubierta de vuelo acorazada actuó de tope, se alabeó y rajó pero no se rompió por lo que la onda expansiva fue dirigida hacia abajo y los costados del buque produciendo unos enormes amasijos de hierros y pasarelas retorcidos que imposibilitaban la evacuación de los fondos. El buque se hundía y los incendios se hacían incontrolables por falta de tripulantes para sofocarlos. Se dio la orden de abandono y a las 1700 el Taiho zozobró a babor y se hundió. El Taiho se llevó al fondo del océano a 13 aviones y los cuerpos de ¡ 1.650 tripulantes!.El almirante Ozawa y su Estado mayor fueron transbordados al crucero Haguro. Los supervivientes en el agua no llegaban a 500.

 

La investigación posterior reveló que el Taiho tenía un fallo de diseño: los delicados depósitos de combustible de aviación estaban fuera del reducto blindado submarino encargado de proteger al buque contra torpedos, estos a su vez no estaban aislados del casco más que por otros de fuel-oil y no existía mamparo separador del pozo del ascensor. Con el buque a plena carga el depósito quedaba muy por debajo de la línea de flotación y lo hacía vulnerable a los impactos de torpedo. Los restantes 7 portaaviones pedidos fueron cancelados.

A las 1430 la TF 58 estaba próxima a la isla de Rota. Spruance decidió a las 1500 que el peligro japonés había pasado por lo que ordenó a Mitscher que arrumbara contra los portaaviones japoneses, pero la orden tardó en ejecutarse. Cientos de aviones estaban desperdigados en varias millas a la redonda y debían de recogerse antes de ir en busca de los portaaviones japoneses. Así que hasta las 2000 no se terminó de recoger el último aparato. Esta tardanza permitió a la 1ª Flota Móvil salvar los restos de su escuadra el 20 de junio. Spruance, a pesar de dar la orden de caza, no quiso comprometer la cabeza de playa de Saipán, por lo que la operación se desarrolló de manera muy descuidada. La búsqueda nocturna con aparatos equipados con radar nada detectó a pesar de que la escuadra japonesa estaba a 325 millas de la TF 58. Este fallo era achacable a Mitscher pues no envió a ningún aparato de largo alcance equipado con radar de los que disponían los portaaviones, sino que ordenó a los Mariner de Saipan que la llevaran a cabo.

Por su parte Ozawa, embarcado aún en el Haguro, navegó durante la noche hacia el Noroeste a velocidad de crucero (18 nudos) y por la mañana siguiente cambió hacia el norte; por lo que la distancia entre ambos contendientes aumentaba.

José Miguel Fernández Gil
"Alm. Yamamoto"
alm_yamamoto@hotmail.com

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Operación "A-Go": Batalla del Mar de las Filipinas, 20 de junio de 1944

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