Guerra submarina
 

Guerra submarina

Evolución de la guerra submarina y métodos de defensa y ataque

Al principio de la 1ª Guerra Mundial los submarinos podían atacar impunemente convoyes y barcos de cualquier clase. Para ello se aproximaban sumergidos lanzando sus torpedos y huyendo después sin ningún problema, ya que por entonces los navíos de superficie no disponían de ningún método de detección ni armamento adecuado para combatirlos.

A mediados de 1915 comenzaron a navegar los buques "Q" que se convirtieron en un peligro para los submarinos; estos buques eran pequeños mercantes, en muchas ocasiones veleros tripulados por marinos militares, que tenían abundante armamento camuflado y en algunos casos tubos lanzatorpedos. La forma de actuar consistía en aproximarse al submarino llevando bandera neutral, esperando a que éste parase las máquinas para dar paso a la inspección prevista en el derecho internacional. En ese momento izaban la bandera de su país y abrían fuego con resultados nefastos para el submarino en la mayoría de las ocasiones.

A pesar de todo las victorias de los submarinos alemanes durante la 1ª Guerra Mundial alcanzaron su cenit en 1917, periodo durante el cual llegaron a hundir más de 9 millones de toneladas con una gran diferencia sobre años anteriores. El posterior a este año, (1918) "solo" hundieron poco más de 5 millones que unidos a los de 1914-1916 superaron por poco (9,5 millones) a las cifras de 1917.

También en el segundo semestre de 1917 entraron en servicio los grandes submarinos llamados también "cruceros submarinos" de gran autonomía destinados a combatir en África Occidental e incluso en aguas jurisdiccionales americanas.

Terminado 1917 los astilleros alemanes se encontraban construyendo 300 nuevos submarinos creando a su vez una dirección de submarinos con la finalidad de desarrollar el arma submarina.

Mientras tanto las armadas aliadas trataban de frenar la amenaza que en 1917 había puesto en peligro la supervivencia británica, al estar los alemanes a punto de colapsar el tráfico marítimo aliado. Para ello multiplicaron el número de convoyes desarrollando la producción de las cargas de profundidad e hidrófonos para detectar y atacar a los submarinos.

Se construyeron también un mayor número de unidades de escolta y crearon organismos para la lucha antisubmarina.

Al final de la guerra los alemanes habían perdido 198 submarinos de los cuales 178 resultaron hundidos, 14 perdidos en sus bases y 6 internados en países no beligerantes.

Submarino alemán U-35 (Botado el 3 de noviembre de 1914 y perteneciente a la clase U-31)

CLASE U-31 (11 Unidades)
Desplazamiento: Sup/Inm: 685 / 878 tns
Eslora: 64,70 mts
Manga: 6,32 mts
Calado: 3,56
Aparato Motor: 2 motores Diesel Germania de 6 cil y 1850 hp/unid., 2 motores eléctricos SSW de 1200 hp/conj.
Velocidad Sup/Inm: 16,4 / 9,7 nudos
Autonomía: 7.800 millas a 8 nudos (Sup), 80 millas a 5 nudos (Inm)
Armamento: 2x80mm, 4x500mm tlt
Dotación: 4 oficiales y 31 marineros

Hay que reseñar como anécdota que durante el conflicto ante la lenta evolución de los medios antisubmarinos hubo muchas propuestas carentes de sentido por parte de personas sin conocimientos ni experiencia en barcos y guerra naval, a los cuales en algunos casos prestaban atención los organismos competentes ante la carencia de medios e ideas, experimentando cualquier solución factible de llegar a resultados concretos. Se experimentó en varias direcciones: medios de detección, armas, protección, buques, y técnicas de uso en conjunto.

Los medios de detección y su evolución así como el armamento serán explicados más adelante junto a su evolución.

En cuanto a los medios de protección se hizo general el uso de redes antitorpedos y antisubmarinos colgadas alrededor del buque mediante unos palos -llamados tangones- extendidos perpendicularmente al casco. Tanto éstos como las redes iban recogidos y arrimados al costado siendo soltados y extendidos en caso de verificar o sospechar de la presencia de algún submarino. Estas redes también se usaron para proteger amplias zonas de mar sobre todo puertos y estuarios de ríos, suspendiéndolas de flotadores o extendiéndolas a remolque de algún barco preparado a tal fin. Esta práctica se llevó acabo también durante la 2ª Guerra Mundial para proteger puertos importantes y bases navales.

Se emplearon medios de camuflaje y la navegación en zigzag para dificultar la visión y la puntería de los submarinos.

En cuanto a los buques se desarrollaron y estudiaron algunos tipos dedicados a la lucha antisubmarina como los cazasubmarinos, lanchas patrulleras, buques mercantes equipados con cargas de profundidad, llegando también a usar submarinos como antisubmarinos.

Hubo grandes polémicas y controversias respecto a los métodos de navegación siendo los comandantes no militares los que se oponían a la navegación en convoy, que obligaba a buques rápidos a navegar con la marcha de otros más lentos con el consiguiente riesgo.

Se impuso la cordura finalmente y la navegación en convoy fue un hecho cada vez más frecuente sobre todo en las rutas más amenazadas.

Todo lo anteriormente expuesto serviría de experiencia al llegar la 2ª Guerra Mundial para unos y otros, desarrollándose armas, aparatos de detección, tácticas y técnicas de ataque y defensa a convoyes. Algunos de estos conocimientos no fueron adoptados por los japoneses que por tradición usaban sus submarinos para atacar buques de guerra o en combinación con las flotas navales de superficie, ni tampoco en algunos casos durante la guerra naval en el Mediterráneo.

Mediavilla
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