Guerra submarina

La Guerra submarina durante la 2ª Guerra Mundial

Rutas de convoyes y zonas de acción de los submarinos del eje en el Atlántico

Como podemos ver en el mapa durante los primeros años de la guerra las rutas más frecuentes de los convoyes aliados se encontraban en el Atlántico Norte. Esto era así debido a las necesidades de materias primas de los británicos.

Durante el periodo comprendido entre 1939 y 1943 tanto alemanes como italianos intentaron con su actividad colapsar el tráfico marítimo entre Gran Bretaña y Norteamérica (Canadá y EE.UU.) actuando también en otros sectores como el Atlántico Sur, Mar del Norte, Golfo de Vizcaya, Caribe, el Mediterráneo, Océano Indico y mar Rojo.

Las líneas verdes indican las rutas habituales de los convoyes y sus escoltas; las rojas rutas de submarinos alemanes y las amarillas rutas de éstos e italianos.

Los cuadrados verdes con borde rojo puertos habituales a los que se dirigían buques aliados para conseguir suministros de todo tipo. Los cuadrado rojos con borde verde bases de submarinos usados con más frecuencia por estos.

Podemos decir también que a partir de la toma de Francia por los alemanes, Karl Dönitz, jefe del arma submarina usó la base de L´orient como Cuartel General. Los italianos operaron por regla general desde la base de Betasom en Burdeos, que en ocasiones también fue usada por los alemanes cuya base principal era L´orient, usando también St Nazaire. Sin embargo el mayor número de misiones de submarinos partió de la base de Kiel que además disponía de astilleros en los cuales se fabricaban dichos submarinos.

Las mayores zonas de actuación de los submarinos fueron en la franja de mar situada entre las islas británicas e Islandia, al sur de Groenlandia, en las costas de EE.UU., Caribe, proximidades de Liberia y golfo de Cádiz.

Posteriormente a 1943 la actividad fue decayendo ya que la producción de buques mercantes superaba al número de hundimientos, al tiempo que aumentaban y se perfeccionaban los medios de detección y lucha antisubmarina.

El cambio de zonas de operaciones fue casi constante por parte de los submarinos para evitar pérdidas y la lucha en grupo ("manadas de lobos") frecuente. Estas tácticas que en los comienzos del conflicto dieron buenos resultados, posteriormente, y gracias al entrenamiento de tripulaciones especializadas, fueron resultando progresivamente ineficaces.

La navegación en convoy a pesar de las reticencias de los marinos mercantes fue práctica habitual hasta el final del conflicto.

Mediavilla
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