Guerra submarina
 

Guerra submarina

La guerra submarina durante la 2ª Guerra Mundial

La batalla del Atlántico

A los comienzos de la 2ª Guerra mundial y a pesar de la evolución de las armas ofensivas y defensivas y de los medios de defensa pasivos, la táctica de los submarinos era preferentemente acercarse en superficie lo más posible a sus presas, realizar el ataque y huir aprovechando la potencia de sus motores diesel o bien aproximarse lo más posible proceder a la inmersión y efectuar el ataque huyendo del lugar aprovechando las profundidades marinas.

Alemania había preparado su flota de submarinos desde finales de la primera contienda mundial a pesar de que el estado mayor de la armada creía más conveniente crear una gran flota de superficie. Los submarinos habían sido entrenados para actuar en grupo bajo la dirección de un mando central situado en tierra que coordinaba sus movimientos. Se dio especial importancia a la preparación técnica y moral de las tripulaciones así como a los equipos técnicos e instrumentos que ya se encontraban en una fase avanzada.

A comienzos del conflicto Alemania disponía de algo menos de 60 submarinos y a pesar del cambio de opinión del estado mayor de la armada, Hitler se opuso a la construcción de submarinos. Además, por aquel entonces Hitler también se oponía a los ataques contra el tráfico marítimo y por ello los submarinos atacaban solo unidades militares siendo el hecho más resonante el hundimiento del acorazado Royal Oak en la base de Scapa Flow (14 de octubre de 1939) por parte del comandante Günter Prien al mando del U-47. El 17 del mes anterior también había sido hundido el portaaviones Corageous en el mar.

Los ingleses armaron sus mercantes y dieron la orden de contestar a los ataques de submarinos.

Mientras tanto los alemanes tuvieron que mejorar sus torpedos ya que tenían fallos, este fue un inconveniente común a todas las marinas de los países en conflicto y a los alemanes les llevó algunos meses en solucionarlos.

En agosto de 1940 se decidió declarar una zona de operaciones en torno a las costas de Gran Bretaña, ampliada notablemente a partir de la primavera del año siguiente. A diferencia de lo ocurrido durante la 1ª Guerra Mundial los planes de las fuerzas alemanas fueron concebidos en 1940 de acuerdo con una estrategia única. Luego se ocuparon los puertos del canal de la Mancha para que los submarinos pudieran operar desde ellos acercándose de ese modo notablemente a lo que sería posteriormente la zona de operaciones.

Entre el 17 y 19 de octubre los submarinos alemanes causaron una considerable derrota a los aliados hundiendo 20 barcos de un mismo convoy; el SC-7. Por entonces los americanos ya comenzaban a ayudar a los ingleses tanto económica como políticamente llegando en febrero de 1941 a lo que se dio en llamar la Ley de Préstamo y Arriendo.

Dicha ley consistía en que los americanos daban armas y municiones a cambio de que al final de la guerra los ingleses les devolvieran la misma cantidad de armas y municiones, fue posteriormente ampliada con la entrada de la URSS en el conflicto

En virtud de dichos apoyos en septiembre de 1940 los ingleses recibieron de los EE.UU 50 viejos destructores de la primera guerra mundial que permitieron a los ingleses aumentar la escolta de los convoyes. Estos, como en la primera guerra mundial, comenzaron a usar sus submarinos en funciones antisubmarinas enviando sus submarinos a las proximidades de las bases alemanas de submarinos.

Destructores clase "Flush deck" o "Four pipes"

Entretanto el mando de submarinos seguía desarrollando un plan bastante bien concebido por el almirante Karl Döenitz; mientras los astilleros seguían produciendo submarinos y desarrollando las nuevas tecnologías del arma, se formaban tripulaciones para ponerlas al día con el fin de que estuvieran listas según salían nuevas unidades.

Döenitz respondía al esfuerzo y a los movimientos aeronavales británicos desplazando las zonas de operaciones manteniendo continuamente la iniciativa y las zonas del sudoeste de Islandia, golfo de Vizcaya y zona occidental de la península Ibérica se vieron afectadas por las operaciones de los U-boot.

Los ingleses continuaron mejorando sus técnicas de defensa y evasivas y los americanos comenzaron a colaborar en las labores de escolta de convoyes.

Durante 1941 los convoyes que ya tenían medios para la detección de submarinos en inmersión recibieron nuevas armas para la detección: radar y catapultas situadas en los mercantes para aviones casi siempre irrecuperables.

Durante la primera semana del mes de marzo ocurrieron algunos hechos que hicieron concebir al Almirantazgo esperanzas de que las cosas empezaban a funcionar. Durante el viaje del convoy OB-293 de Liverpool a Halifax y a tan solo unos centenares de kilómetros al sur de Islandia, las comunicaciones entre las radios alemanas de los submarinos captadas por los radiogoniómetros británicos situados en sus costas, hicieron posible que el Almirantazgo avisara a las escoltas de los convoyes que había submarinos alemanes agrupándose en las proximidades. Al anochecer del 6 de marzo los submarinos entre los que se encontraba el U-47 de Günter Prien atacaron el convoy manteniendo el ataque durante un día. Dos mercantes resultaron hundidos y dos dañados, pero la escolta en la cual estaba un destructor que se haría famoso en esta acción atacó con saña a los agresores y al final se cobraría su precio: el submarino comandado por el comandante Eckermman tuvo que huir a duras penas con serias averías de vuelta a Lorient a reparar. El U-70 acosado por las corbetas Camelia y Arbutus tuvo que subir a la superficie y fue hundido por su tripulación. Fue tal la eficacia de la escolta que hasta el temible Kretschmer tuvo que retirarse de la zona de la acción.

Pero el drama estaba por llegar, Prien en su U-47 no estaba dispuesto a abandonar su presa ya que aún disponía de torpedos suficientes para causar algún daño más. Era el 8 de marzo de 1941, Prien mantuvo durante el día su vigilancia sobre el convoy esperando que no se dispersara, aprovechando el mal tiempo y poco antes de anochecer se acercó entre una lluvia que también le ayudaba para no ser visto. Se acercó demasiado y en ese momento la lluvia cesó y el cielo se despejó quedando a la vista del destructor de escolta Wolverine. Prien ante la sorpresa recibida ordenó girar 180º y comenzó su huida por la superficie el comandante del viejo destructor pidió máxima potencia a las máquinas. Era evidente que en línea recta el submarino sería atrapado pero su mayor maniobrabilidad le daba un número grande de posibilidades de eludir el ataque con la ayuda de la proximidad de la noche. Entonces ocurrió algo que sorprendió al comandante del Wolverine: Prien ordenó una inmersión de emergencia. El sonar del Wolverine localizó entonces al submarino. La primera retahíla de cargas de profundidad no se hizo esperar, enviadas a poca profundidad difícil era que fallaran. Después de la explosión los operadores del hidrófono notaron cambios en el sonido que previamente habían percibido por lo que dedujeron que el submarino enemigo se encontraba en problemas. El U-47 emergió de nuevo y el Wolverine se dirigió a él a toda máquina, de nuevo una brusca inmersión y las cargas de profundidad esta vez con un trágico final, una tremenda explosión mayor de lo habitual al estallar una carga, indicó que el combate había terminado, el as de los submarinos alemanes había muerto.

En la acción antes descrita hay algo que personalmente me resulta chocante y ello es que una vez alcanzado por primera vez, Prien emergiera de nuevo sin estar a salvo del acoso del destructor. La maniobra es propia de alguien que está en apuros y quiere abandonar su buque, ya que es obvio que una maniobra de ese tipo solo beneficia al atacante y a la postre significo su perdición. ¿Que ocurrió para que el as alemán actuara de ese modo? Eso es algo que probablemente jamás se llegará a saber.

En aquel mes de marzo los alemanes perdieron también a Schepke cuyo submarino el U-100 fue embestido por el destructor Vanoc después de ser localizado por el radar. En la misma acción el submarino U-99 del comandante Kretschmer (otro de los ases alemanes) resulto alcanzado y hundido, siendo Kretschmer echo prisionero. Con estos tres golpes de suerte, en un mes los alemanes habían perdido a sus tres mejores comandantes de submarinos con la única ganancia de 41 barcos enemigos hundidos que sumaban unas 235.000 toneladas.

También entre 1940 y 1943 y operando desde la base de Betasom, 32 submarinos italianos efectuaron misiones de guerra llegando a cumplir en total 197 entre los Océanos Atlántico e Indico, principalmente en las proximidades de las Azores, costas brasileñas, Caribe y costas de EE.UU, hundiendo un total de más de 580.000 toneladas entre buques mercantes y de guerra y perdiendo un 50% de los submarinos

Ya a finales de 1941 comenzaron a ser usados los portaaviones de escolta que serían los revulsivos de la guerra antisubmarina.

Y en esas condiciones se llegó al momento del ataque a Pearl Harbor, momento esperado por Roosevelt para intervenir en el conflicto abiertamente.

La falta de preparación de los aliados y concretamente de EE.UU fue aprovechada por alemanes e italianos para desencadenar una ofensiva masiva contra las costas de ese país en 1942, con una gran pérdida de buques (enero 330.000 tns. y febrero 470.000 tns.) con unas mínimas pérdidas de submarinos del eje. Durante aquel periodo los aliados perdieron casi la totalidad del convoy PQ-17. En junio se alcanzó la cantidad de 700.000 tns. hundidas superándose esta cifra en noviembre.

Los aliados entonces y basándose en la máquina productiva americana comenzaron a tener superioridad al aumentar el número de barcos tanto de escolta como mercantes y ya a partir de 1943 comenzaron a disminuir las cifras de hundimientos aumentando a su vez la pérdida de submarinos. A pesar de todo en marzo un grupo de 40 submarinos atacaron varias veces el convoy HX-229 compuesto por 50 barcos, de los cuales resultaron hundidos 21 (140.000 tns) perdiendo un solo submarino. Durante ese periodo los alemanes hundieron 500.000 tns. pero las tornas cambiaron y las famosas "manadas de lobos" comenzaron a tener dificultades.

Se construyeron nuevas unidades de submarinos dotándolos de nuevos descubrimientos entre ellos el Schnorkel, pero ya para entonces los alemanes habían perdido definitivamente la iniciativa yendo hacia la derrota final de modo irreversible.

 

Mediavilla
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