Ataques con torpedos

Introducción

En la sección aspectos técnicos hay una breve reseña sobre lo que es un torpedo, pero todos nos preguntamos alguna vez que pautas y modos de uso regían para éstas armas, así como tácticas y cálculos para conseguir el último fin que era hundir algún buque enemigo o uno en concreto.

Durante la segunda guerra mundial hubo infinidad de ocasiones en las que con un mayor o menor acierto fueron usadas estas armas, bien en combates individuales o bien en combates entre dos escuadras o flotas.

Hubo una batalla en concreto en la que este arma fue usada discrecionalmente y esa batalla fue la del Golfo de Leyte; la mencionamos porque en ella el torpedo fue usado por todos aquellos navíos y aviones preparados para el uso de torpedos, desde el submarino hasta las lanchas rápidas, pasando como no por aviones y destructores.

El torpedo fue usado también en otras importantes batallas como Midway, Pearl Harbor, durante la Batalla del Atlántico y en múltiples circunstancias y por diferentes tipos de navíos y aviones. Incluso en la muralla del Atlántico había lugares habilitados con tubos lanzatorpedos para frenar una supuesta invasión.


El USS Lexington sufre una tremenda explosión. Su capitán todavía estaba a bordo.

Un petrolero hundiéndose víctima de un torpedo


Momento del impacto de un torpedo sobre un buque mercante


Un torpedero japonés Kate en su ataque al portaaviones USS Hornet duranta la batalla de Santa Cruz

Comentaremos algo sobre las tácticas usadas en ataques y evasión, y los cálculos con sus correspondientes fórmulas y tablas para el lanzamiento de torpedos de un modo fiable.

Tácticas de ataque y defensa

Maniobras de ataque

La maniobra de ataque con torpedos consta de cuatro fases:

1ª Maniobra de aproximación - Durante ella el buque atacante se acerca a ocupar la que se da en llamar posición de ataque.

2ª Maniobra de ataque - Es aquella en la que se coloca en la posición de lanzamiento.

3ª Maniobra de lanzamiento - En la que se procede al disparo o lanzamiento de los torpedos.

4ª Maniobra de retirada - Que determina la retirada del atacante con la mayor rapidez posible para ponerse fuera del alcance de la artillería de los buques atacados y sus escoltas.

Todo lo anterior se explica a continuación:

Podemos ver en la figura 1 el dibujo sobre los rumbos y velocidades de ataque y retirada.

El destructor D de la flota A que combate contra la flota B hace el rumbo Vd durante su fase de aproximación para ocupar la posición de ataque D1 con un ángulo de inclinación de 29º, ya que normalmente se buscan ángulos de inclinación pequeños, lo que permite hacer el rumbo de ataque con una gran velocidad relativa permitiendo a su vez estar el menor tiempo posible bajo la acción del fuego enemigo. Dicho ángulo nunca debe ser demasiado pequeño, al menos no tanto como para que no permita alcanzar la posición de lanzamiento.

Durante la segunda fase, (maniobra de ataque) el destructor sigue el rumbo D1-D2 realizando el ataque al rumbo V´D quedando bajo el fuego enemigo un tiempo:

t =

D1 D2
----------
Vr

Una vez alcanzada la posición D2 se comienza a pasar a la tercera fase, (maniobra de lanzamiento) según el método elegido siempre sujeto a las variables posibles por las circunstancias que se puedan dar durante las fases anteriores.

Una vez efectuado el lanzamiento comienza la fase de retirada; para ello se lleva a cabo un rumbo de alejamiento en el mínimo tiempo o un rumbo normal a la demora del enemigo, procurando usar en cualquiera de los dos casos y si es posible sistemas de ocultación como pueden ser las cortinas de humo. El alejamiento en el mínimo tiempo posible se lleva a cabo siguiendo un rumbo opuesto al de colisión, respecto a un punto situado a proa del buque objeto del propio ataque y a la distancia:

d =

Vb
------
Vd

En la que d es la distancia en la que se quiere llegar en el mínimo tiempo. En la figura 1 vemos: el punto de colisión M el rumbo relativo de retirada MDr siendo el rumbo de retirada el V´D. En ciertos casos cuando la inclinación del ángulo de lanzamiento es muy pequeña el rumbo de retirada en el mínimo tiempo no es aconsejable porque lleva a pasar muy cerca del blanco; es por ello que es más aconsejable seguir un rumbo normal a la demora del enemigo.

A su vez la costa cercana sea amiga o enemiga puede influir en el rumbo de retirada, lo mismo que la situación propia o del enemigo pueden influir en el rumbo que se deba adoptar durante dicha retirada.

Los ataques nocturnos con ayuda de radar se realizan del mismo modo que si fuese de día. En caso de no disponer de radar y dado que el avistamiento se efectuará a muy corta distancia -y por tanto ya dentro del círculo de lanzamiento- con los datos más inmediatos que se tengan para calcular el ángulo de puntería, se mete a una banda y se hace fuego en el momento más oportuno. A tal efecto los buques atacantes llevan las instrucciones e información suficiente para calcular las velocidades de los buques atacados y las velocidades propias, así como los ángulos de inclinación para el lanzamiento y que corresponde con las diferentes siluetas para cada ángulo idóneo.

Dada la rapidez y las diferentes circunstancias que se dan en un ataque con torpedos, no es aconsejable resolver de inmediato los diferentes problemas de cálculo, por lo que los buques atacantes disponen de un juego de tablas en las que se dan todos los problemas resueltos. Estas tablas dan por lo general y en función de la velocidad del blanco VB y el ángulo de inclinación b un ángulo a con el que es necesario marcar el blanco para seguir el rumbo correspondiente. Este ángulo se puede ir corrigiendo sobre la marcha si se ve que para diferentes ángulos de inclinación no coincide con las marcaciones de las tablas.

Un ejemplo en las tablas es: en la tabla I de rumbos de aproximación para una velocidad propia de 14 nudos y una posición de partida entre 13000 y 15000 metros permite alcanzar posiciones de ataque entre 8000 y 10000 metros y ángulos de inclinación de entre 30º y 40º

En la tabla II para rumbos de ataque con una velocidad propia de 20 nudos, del enemigo 15 nudos y del torpedo de 38 nudos y una carrera de 6500 metros se entra con la distancia D y el ángulo de inclinación b y se obtiene el ángulo de marcación a para llegar a la posición de lanzamiento indicada por el ángulo de impacto j y la distancia de lanzamiento. Esta tabla da también el ángulo de orientación de los tubos y el tiempo que se está sometido al fuego de la artillería enemiga. Los signos de las tablas son: signo - cuando a y w son del mismo nombre que la banda atacada, signo + cuando lo son de distinto nombre.

La tabla III da los ángulos de marcación para retirarse a 18000 metros en función del ángulo de inclinación b distancia D y la relación entre las velocidades propias y del enemigo.

Los aviones y lanchas torpederas utilizan como modalidad de ataque el de rumbo de colisión. Este método puede ser usado por los destructores pero es menos fiable para ellos.

El sistema es llevar un rumbo de colisión hacia el buque atacado manteniendo constante el ángulo a y lanzar formando un ángulo con el torpedo igual a a-r con la proa con lo que el impacto tendrá lugar en el punto O (ver figura 2). El ángulo de puntería r es la marcación constante del torpedo al blanco durante su trayectoria. El problema se resuelve en el transcurso de la acción o con ayuda de una tabla como la tabla IV, que da los ángulos de puntería r para distintos valores de velocidad del torpedo VT que se corresponde con el ángulo de colisión con que se navega

El ángulo a para rumbo de colisión se puede tomar con auxilio de otra tabla (tabla V). En ella se entra con el ángulo de inclinación b y la relación entre la velocidad del blanco y la propia:

K =

VB
-------
VP

Los ataques con torpedos pueden hacerse con carácter ofensivo o defensivo, por los diferentes medios ya citados, (aviones, destructores, submarinos, etc.). En el primer caso los ataques tienen por objeto causar hundimientos entre los buques atacados y/o eventualmente averías lo suficientemente graves como para reducir la velocidad de dichos buques. Se ataca principalmente los buques importantes de las unidades que se retiran, provocando de ese modo una disminución de la velocidad de todo el grupo que se retira, permitiendo así la aproximación de las unidades propias más importantes que se encargan de hundir a cañonazos desde la distancia a dicho grupo.

Durante estos ataques ofensivos, los buques o aviones que torpedean, lo deben hacer procurando siempre que sea posible que los torpedos lleven trayectorias perpendiculares, de modo tal que el buque atacado presente siempre un costado ante cualquier maniobra de evasión. Puede ocurrir que no sean posibles dichas trayectorias, por lo que en todo caso se pueden lanzar desde diferentes ángulos llevando los torpedos trayectorias cruzadas; maniobra por otro lado beneficiosa porque, de ese modo los atacantes se encuentran dispersados siendo de ese modo más difíciles de ser abatidos. Para llevar a cabo estos ataques ofensivos de un modo mixto, se debe coordinar los diferentes movimientos de las diferentes unidades comunicándose entre sí mismas por radio u otro medio visual, como por ejemplo señales con banderas.

Los aviones al ser más rápidos que los buques de superficie pueden ocupar los puestos previstos antes del comienzo del ataque, que se lleva a cabo dividiendo el horizonte por sectores y asignándose a cada unidad o grupo de unidades unos determinados blancos.

Los ataques ofensivos con torpedos pueden ser llevados a cabo también con la colaboración de aviones bombarderos. Esta variable presenta algunas ventajas más, ya que mientras los bombarderos llevan a cabo su ataque las unidades torpederas (barcos o aviones, sobre todo en el caso de los segundos) pueden aproximarse sin ser descubiertos, siendo el ataque más efectivo.

Durante los ataques ofensivos con torpedos los enemigos más peligrosos de los atacantes (normalmente destructores) son a su vez destructores que suelen ir protegidos por un crucero ligero y también por aviones propios.

Los ataques defensivos con torpedos tienen por objeto obligar al enemigo a llevar a cabo maniobras de evasión aprovechando el atacado dichas maniobras para aumentar la distancia de combate y así proteger a sus unidades principales.

Pueden producir averías o hundimientos y eventualmente hacer que la velocidad de los perseguidores disminuya, pero constituyen principalmente acciones de amenaza que hacen que el enemigo normalmente superior pierda contacto con el grupo principal que es atacado.

El ataque defensivo con unidades de superficie se lleva a cabo guardando una formación para no dar tiempo a la dispersión de los atacantes. Esta medida no es necesaria en el caso de los aviones, porque su velocidad les permite situarse en el lugar idóneo para la defensa, ocupando cada grupo situaciones dispersas respecto a los demás.

Durante la Batalla del Atlántico, los submarinos alemanes usaban la táctica de las manadas de lobos; dicha táctica consistía en avisar por parte del submarino que localizaba al convoy a otros submarinos, los que se aproximaban y se procedía al ataque desde varios puntos.







Boquetes producidos por explosión de torpedo

Mediavilla
imhotep12@msn.com
Mayo 2005

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