Yamato vs. Iowa:
Duelo de titanes

Uno de los mayores duelos artilleros navales que nunca ha ocurrido y con el cual muchos aficionados a la Guerra Naval en el Pacífico han especulado siempre. Paradójicamente este importante duelo podría haberse dado ciertamente en la madrugada del 20 al 21 de junio de 1944 en el Mar de Filipinas, si los máximos responsables de las dos Flotas enfrentadas hubieran dado luz verde a sus Almirantes al mando de los acorazados para un encuentro nocturno, que increíblemente deseaban ambos sin saberlo el bando contrario...

Empezaremos por las características técnicas del armamento y protección de ambas clases de acorazados para después realizar un estudio, más especulativo que real, sobre las consecuencias de un duelo artillero que nunca se ha producido.

Clase “Yamato”

El armamento principal lo componían 9 piezas de 457mm (18”) en 3 montajes triples, con una longitud del arma de 45 calibres. Este arma diseñada en 1939 (tipo 99) podía lanzar un proyectil de 1.460 kilos a un alcance máximo de 42.030 metros y a una elevación máxima de 45º. Las armas principales de los Yamato entraron en acción contra el enemigo, durante la Batalla del Golfo de Leyte contra los portaaviones de escolta de Sprague, y como armas antiaéreas con munición especial de fragmentación del Tipo 3 durante su última salida en abril de 1945.

Su coraza era una de las más pesadas diseñadas hasta la fecha, su peso total era de 22.900 toneladas y suponía el 31,4% del desplazamiento a plena carga del buque. El casco en si suponía el 27,7% con sus 20.200 toneladas y el armamento total suponían otras 11.700 toneladas con un coeficiente del 16% del desplazamiento a plena carga del buque.

La cintura acorazada ocupaba 140 metros de la eslora del buque con un grosor constante de 410mm y una inclinación hacia fuera de 20º. Esta decrecía en grosor hacia los extremos hasta alcanzar los 100mm de grosor en la proa y la popa. La cintura principal se elevaba unos 5 metros sobre la línea de flotación en su parte más gruesa e iba también decreciendo en altura hacia los extremos.

La protección antitorpedo de las cisternas principales estaba a cargo de unos mamparos horizontales de 80mm de grosor el principal y 50mm el secundario, y los mamparos que unían la cintura acorazada con la cubierta acorazada median 340mm el proel y 350mm el popel.

La cubierta acorazada principal estaba delimitada por las torres principales extremas de 457mm con un grosor de 200mm para la zona horizontal y 230mm para las zonas inclinadas, que remataban en el casco exterior, y estaban diseñadas para resistir un impacto directo de una bomba aérea de 500 kilos lanzada desde 3.500 metros o un proyectil de 406mm a 29.500 metros. La cubierta exterior o principal no estaba blindada pero en algunas zonas tenía un espesor de 80mm.

Las torres principales eran unas “cajas” blindadas increíbles, con un espesor frontal de 650mm, laterales de 250mm y en el techo alcanzaban los 270mm. Las barbetas lo estaban a 560mm de grosor.

El puente de mando estaba protegido por un blindaje vertical de 500mm, 200mm en el techo y 76mm en el suelo. El local de la barra del timón principal tenía un grosor de 360mm y el del secundario de 200mm. La defensa antisubmarina exterior estaba confiada a unos bulges externos de 6 metros de anchura en su parte central y 12 metros de altura a lo largo de 130 metros de la longitud del buque.

Como podemos ver, los Yamato eran los buques mejor preparados y blindados para un duelo naval clásico, que los convertían en auténticos monstruos marinos, pero no eran insumergibles como se demostró en la práctica, pues el arma que acabó con ambos no fue el cañón ni la bomba aérea, sino el torpedo, pues aunque gozaban de un magnifico doble -y en algunos lugares triple fondo- no fue suficiente para absorber los múltiples impactos de torpedos que sufrieron en su última singladura y que los llevaron al fondo del océano. La razón era que las junturas que unían la cintura acorazada sobre la línea de flotación y la inferior era bastante débil, y cedían al recibir un impacto de torpedo, provocando grandes vías de agua.

 

Clase “Iowa”

El principal armamento lo componían 9 piezas de 406mm (16”) y 50 calibres de longitud en 3 montajes triples, capaces de lanzar un proyectil (APC Mk. 8) de 1.224,7 kilos a una distancia de 38.720 metros o una cabeza nuclear de 15-20 kilotones de potencia y 826 kilos de peso (Mk. 23) a una distancia de 38.059 metros y una elevación máxima de 45º.

La coraza pesaba 10.252 (US Tons) 38,89%, el casco 22.852 (US Tons) 31,20% y el armamento principal 5.100 (US Tons) 7,24% del peso del buque a plena carga.

La cintura acorazada de 152 metros de longitud y 6 metros de altura tenía un grosor casi constante de 307mm e inclinada 19º. La cintura estaba sostenida sobre la quilla por chapas de 22mm de grosor y capaz de resistir el impacto de un proyectil de 406mm (16”) y 1.225 kilos de peso a distancias comprendidas entre los 18.600 y los 24.400 metros.

Las cubiertas blindadas eran 3 superpuestas: la principal de 38mm cuya misión era la de activar la espoleta, la segunda era de “capas” con espesores de 121+32mm cuya misión era la de ofrecer toda la protección a la penetración y una tercera de 13mm para producir un efecto de estanqueidad a los daños.

Los montajes principales estaban protegidos a los lados por un blindaje de 241mm, el frente por “capas” de 432+63mm y el techo de 184mm, las barbetas estaban protegidas por 439mm de resistente acero.

El puente estaba protegido y tenía un blindaje vertical de 444mm, 102mm en el suelo y 184mm en el techo.

La protección submarina era la más cuidadosa de todos los acorazados de la 2GM, mediante un triple fondo y unos bulges internos compuestos por 3 mamparos alternados llenos de líquido que favorecían la disipación de los daños por impacto de torpedos.

Así pues el blindaje de los Iowa estaba en completo equilibrio, favorecía más la protección subacuática, pero estaba calculado para aguantar la “bofetada” de sus propias armas, las armas de los Yamato era cosa distinta.

 

Proyectiles de las armas principales

El proyectil japonés Tipo 91 antiblindaje adolecía principalmente de un fusible detonador demasiado largo, por lo cual cuando impactaba contra una unidad poco blindada, el proyectil la atravesaba y estallaba al otro lado del blanco. El proyectil japonés tenía un buen comportamiento para los impactos subacuáticos o contra el blindaje de un acorazado, pero para unidades menores era bastante mediocre.

El APC Mk. 8 Estadounidense tenía una capacidad de perforación casi similar al Tipo 93 japonés y un poder destructivo superior a los restantes proyectiles de 406mm (16”) del resto de las marinas.

 

Tablas comparativas

La siguiente tabla comparativa nos muestra la velocidad del proyectil de ambos buques al impactar contra el blanco, así como la distancia al objetivo y ángulo de impacto.

YAMATO

DISTANCIA

IOWA

1.926 pies/seg a 9,7º

15.000 yardas

1.893 pies/seg a 9,9º

1.767 pies/seg a 14,4º

20.000 yardas

1.741 pies/seg a 14,8º

1.647 pies/seg a 20,1º

25.000 yardas

1.628 pies/seg a 20,7º

1.573 pies/seg a 27º

30.000 yardas

1.564 pies/seg a 27,4º

1.552 pies/seg a 35º

35.000 yardas

1.558 pies/seg a 36,4º

1.593 pies/seg a 44,5º

40.000 yardas

1.527 pies/seg a 46,6º

Como podemos ver a pesar de la diferencia de pesos y calibres ambos tipos de proyectiles tenían un comportamiento balístico muy similar.

La siguiente es quizás la más interesante, pues compara las penetraciones de cada tipo de arma y proyectil: Tipo 91 japonés del Yamato y APC Mk. 8 estadounidense.

YAMATO

DISTANCIA

IOWA

CINTURA/CUBIERTA

 

CINTURA/CUBIERTA

21,1”/---

15.000 yardas

19,9”/----

18,2”/-----

20.000 yardas

17,3”/---

15,8”/5,5”

25.000 yardas

15,2”/5,2”

13,9”/7,1”

30.000 yardas

13,5”/6,6”

12,3”/9,5”

35.000 yardas

11,5”/8,5”

10,7”/11,7”

40.000 yardas

10,3”/11,2”

Ambos buques contaban con radares de ayuda al fuego, el Yamato montaba los Mk. 2 mod. 2 que proporcionaban una ayuda limitada y algunas veces ineficaz, mientras que los Iowa montaba los excelentes Mk. 13 que le permitían el tiro sin ninguna visibilidad.

 

Análisis final

Como podemos ver, ambos buques tenían una potencia de fuego muy similar, la ventaja estaba en que los Yamato con su mayor desplazamiento tenían un blindaje superior a los Iowa y sus armas le proporcionaban un alcance mayor, pero los Iowa tenían una mejor ayuda al control de fuego y su mayor velocidad les permitían acortar distancias rápidamente y entrar dentro del alcance más efectivo para sus armas en un corto espacio de tiempo (que como podemos ver estarían entre las 25.000 y 30.000 yardas, pues una distancia menor sería casi un suicidio).

También debemos contar con los equipos de control de daños, una parte fundamental para la supervivencia del buque. Los estadounidenses tenían los más preparados del mundo, como lo demostraron durante los ataques Kamikazes, donde no se perdió ninguna gran unidad.

El deseado duelo entre titanes con toda probabilidad habría podido ciertamente acabar en un K.O. técnico por ambas partes, con más posibilidades de que los Iowa sufrieran más daños, pero los Yamato no saldrían muy bien parados. También debemos tener en cuenta que los Yamato no estaban muy bien preparados para los impactos subacuáticos, así que algún impacto próximo al casco bajo el agua, o uno directo por debajo de la flotación podrían suponerle daños importantes, los mismos daños que los Iowa podían resistir y los Yamato no, tal como se vio en el final de ambos acorazados japoneses: sucumbieron a los torpedos.

José Miguel Fernández Gil
"Alm. Yamamoto"
alm_yamamoto@hotmail.com

 

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[ 1939-1945 - La Segunda Guerra Mundial - Los años que cambiaron el mundo © 2002 ]