Hans-Ulrich Rudel

El cazador de tanques

Hans-Ulrich Rudel, nació en Silesia en 1916, hijo de un pastor protestante. En 1936, después de una educación elemental muy deficiente porque Hans era más deportista que estudiante, decidió ingresar como cadete en la Luftwaffe. Inicialmente había solicitado su admisión en la escuela de bombardeo en picada, pero fue clasificado como observador de reconocimiento de larga distancia debido a su limitada preparación escolar.

Al comenzar la guerra, Hans se encontraba en el servicio de reconocimiento aéreo y con el grado de segundo teniente fue enviado a Polonia donde realizó varias operaciones de larga distancia.

El desempeño de Hans le hizo merecedor de la Cruz de Hierro de Segunda Clase, la cual le fue impuesta el 11 de octubre de 1939. Gracias a su incipiente pero prometedora hoja de servicios, fue admitido en mayo de 1939 en la escuela de bombardeo en picada, cumpliendo así su anhelo de pilotar un Stuka. Luego de un intensivo entrenamiento fue enviado a la Escuela de Entrenamiento de Stuttgart. Una vez completada la segunda fase de su preparación fue enviado al Frente Occidental con el grado de primer teniente. Esta vez su desempeño no fue suficiente para obtener algún reconocimiento por parte de sus superiores.

Cuando el Alto Mando Alemán planificó el asalto a la isla de Creta, Rudel estaba asignado al 2do Grupo, 1er. Escuadrón de Bombardeo que fue puesto en reserva y no tuvo oportunidad de ver acción durante esa campaña.

En 1941, con la puesta en marcha de la Operación Barbarossa en Rusia, Hans Rudel estuvo destacado en el Grupo de Ejércitos Norte, concretamente en el Báltico y la zona de Leningrado, volando su primera misión de combate el 23 de junio. Demostró que tenía cualidades de piloto que lo destacaban de sus compañeros. Sin embargo, a sus superiores les preocupaba que Rudel tuviera la costumbre de picar hasta muy baja altura para asegurar el blanco. Pero su arrojo y habilidad demostrada en las misiones le hizo merecedor de la Cruz de Hierro de Primera Clase, condecoración que recibió el 18 de julio de 1941.

El 23 de septiembre Hans participó en el ataque a la flota rusa en el Báltico, que se encontraba fondeada en la bahía de Kronstadt, en la zona de Leningrado. En esta operación Rudel hundió al acorazado Marat con una bomba de 1000 Kg que hizo estallar la Santabárbara del buque soviético.

Para el mes de diciembre ya había volado más de medio millar de misiones con gran éxito y al finalizar el año, el 30 de diciembre, fue condecorado con la Cruz Alemana en Oro. Quince días después, el 15 de enero de 1942 recibió la Cruz de Caballero y fue retirado del frente para que la Luftwaffe pudiera utilizar su experiencia en el entrenamiento de nuevos pilotos.

Rudel fue enviado a Graz donde dictó clases a jóvenes pilotos de la Luftwaffe, pero no era esa la meta de Rudel, que ansiaba regresar al frente. Luego de insistir, sus superiores decidieron enviarlo como jefe del 1er. Escuadrón, del 1er. Ala del 2do. Grupo Stuka que estaba estacionado en el sector de Stalingrado.

En febrero de 1943, después de volar su misión número 1000, Rudel fue nuevamente retirado del frente, pero con la misión de probar el nuevo Stuka Ju 87D-3, llamado "Destructor de Tanques" que estaba equipado con dos cañones Rheinmetall-Borsig de 37 mm. El nuevo avión sería el que conformaría el Panzerjagdkommando Weiss, que tendría su base de operaciones en Briansk. El nuevo Stuka fue volado por Rudel y su escuadrón en el Mar Negro contra las embarcaciones de desembarco soviéticas. En tres semanas, Hans Rudel destruyó 70 embarcaciones soviéticas con el nuevo avión y por sus méritos recibió las Hojas de Roble para su Cruz de Caballero, pero nuevamente rechazó el ser retirado del frente.

Durante la operación Zitadele estuvo asignado como apoyo a la 3ra. División Panzer-SS "Totenkopf" y en la primera misión, con los nueve Stukas Ju 87 G-1 de su unidad, Rudel destruyó 12 tanques en el primer día. Rudel desarrolló nuevas tácticas de ataque que fueron utilizadas en el entrenamiento de una nueva unidad destructora de tanques. En octubre de 1943, los Stukas fueron nuevamente modificados y la nueva unidad fue designada Ju 87G-1 (Panzerknacker o Kanonenvogel) y enviada al Frente del Este.

El 25 de octubre de 1943, Rudel recibió las espadas para su Cruz de Caballero con Hojas de Roble y como era de rigor le solicitaron ser retirado del frente, pero como en las anteriores oportunidades aceptó la condecoración bajo la condición de que permanecería con su unidad. En marzo de 1944 fue ascendido a Coronel al alcanzar las 1500 misiones de combate.

El Piloto

La suerte acompañó a Rudel durante todos esos años. Aterrizó detrás de las líneas para ayudar a unos compañeros y no pudo despegar nuevamente. Sus camaradas y su compañero ametrallador no lograron llegar a las líneas alemanas, e incluso Rudel, quien se encontraba herido en un pie, debió caminar para alcanzarlas.

El 29 de marzo recibió las más alta condecoración alemana, los Diamantes para su Cruz de Caballero con Hojas de Roble y Espadas, nuevamente bajo la condición de no ser retirado del frente. En noviembre de 1944, el Mayor Rudel fue herido otra vez mientras volaba cerca de Budapest, esta vez por un impacto en la pierna, pero eso no fue suficiente para mermar el arrojo de Rudel. Las acciones destacadas de Hans continuaron obligando, haciéndose merecedor de la Cruz de Caballero con Hojas de Roble en Oro, Espadas y Diamantes, que le fue impuesta el 1 de enero de 1945.

Esta condecoración de la cual Hans Rudel es el único que la recibió, fue instituida para ser otorgada a sólo 12 oficiales, después de la guerra. Como ya era costumbre en él, la aceptó bajo la condición de no ser retirado del frente. Sin embargo, al poco tiempo Hitler ordenó que Hans Rudel no realizara más operaciones de combate. Rudel desobedeció las órdenes del Führer y sus éxitos fueron otorgados a su escuadrón para evitar que fueran conocidas por el alto mando.

En febrero de 1945, Hans es herido por tercera vez, esta vez la gravedad de la herida era evidente. Fue impactado por artillería antiaérea en la pierna volando en el área de Frankfurt. Logró aterrizar y fue enviado a un hospital, donde los médicos decidieron que era necesario amputarle la pierna para salvarle la vida. Eso no detuvo a Rudel, quien después de convalecer en Berlín recibió una pierna ortopédica y regresó a su unidad en el frente.

Siguió comandando su unidad hasta el último día de la guerra. El 8 de mayo de 1945, tras la capitulación de Alemania, Rudel voló con su escuadrón hasta la zona americana para rendirse, evitando así caer en manos de los rusos. Para entonces Rudel había volado 2530 misiones de combate, de las cuales unas 400 las hizo en un caza FW 190 obteniendo 11 derribos. Con su Stuka destruyó 519 tanques, 150 piezas de artillería, 1000 vehículos de varios tipos, 70 embarcaciones, el acorazado Marat, dos cruceros y un destructor.

Fue liberado por los aliados después de un corto período de interrogatorios y pasó un tiempo recuperándose en Bavaria. En 1948, Hans Rudel viajó a Argentina donde trabajó para la industria aeronáutica con otros pilotos alemanes, incluso Adolf Galland.

"Nos entrenábamos con objetivo de identificar los diferentes tipos de tanques soviéticos -aunque nuestros objetivos fundamentales eran los T-34 y los KV1- con el fin de conocer en que parte de los diversos modelos de tanque se situaban el motor, los depósitos de combustibles y los depósitos de municiones. Para ello, envié una carta al mando de la Luftwaffe para que se creara en Bryansk la "Versuchskommando für Panzerbekampfung", unidad experimental en la lucha aérea contra tanques".

Hans-Ulrich Rudel

 

El bombardero

Como carga de guerra podía llevar, según las necesidades, entre 250 y 1.000 kg. de bombas en la versión B-2. Demostró pronto sus numerosas limitaciones. Lento, poco maniobrero, con escasa capacidad de autodefensa, tenía sin embargo una ventaja: su solidez era tal que podía encajar impactos que hubieran sido fatales para la mayor parte de los aviones de su tipo que sirvieron en la guerra.

El Junkers 87, más conocido como Stuka (abreviatura de Sturzkampfflugzeug, es decir, avión de combate en picado), tuvo su bautismo de fuego en la guerra de España. Bombardero en descenso cuya precisión se hizo pronto legendaria, estaba provisto de una sirena llamada "trompeta de Jericó" que producía durante el picado un espantoso silbido capaz de hacer perder la sangre fría incluso a los apuntadores de la defensa antiaérea.

Stukas en formación en "V"

Una de sus últimas versiones, la K, fue dotada de dos cañones anticarro de 37 mm., montados en vez del acostumbrado armamento de 7,92 de las alas. Con un Stuka así armado, que disparaba proyectiles con interior de durísimo tungsteno para aumentar su poder de penetración, el mayor Hans Ulrich Rudel destruyó en el frente oriental 519 carros rusos.

El Stuka, fabricado en gran número de variantes, combatió prácticamente en todos los frentes hasta los últimos días del conflicto.

Ju 87 G-1 del comando experimental para la lucha contracarro en abril de 1943


Antonio Guerrero
"Comandante Hans Rudel"
pummuky@hotmail.com

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