Francia 1939: ¿Guerra en el Oeste?

El 2 de septiembre de 1939, Francia está en plena movilización: la tan temible guerra con Alemania es un hecho. Esa noche en París el recientemente constituido Cuerpo de Defensa Civil patrulla las calles semidesiertas de la capital. El ambiente es de una ciudad en guerra, las farolas tienen sus cristales tintados de azul, también los grandes ventanales, los faros y las superficies brillantes de los automóviles. La ciudad respira un ambiente bélico, muchos reservistas han sido movilizados y sus familiares permanecen aterrados de lo que les deparará el futuro. En sus mentes aún perdura fresca la memoria de los terribles sufrimientos y penurias de la Gran Guerra del 14. Esa noche los silbatos primero y las sirenas de alerta antiaérea suenan en París. Miles de aterrados parisinos salen en busca de los refugios antiaéreos o se refugian en el metro o los sótanos de sus casas. En los días venideros los Franceses se van dando cuenta del terrible futuro que se les viene, los soldados lejos de sus casas y sus familias empiezan a reaccionar, ¡es la guerra!, las familias empiezan a sufrir la ausencia de algunos de sus seres queridos, ¡es la guerra!, las fábricas y comercios empiezan a notar la falta de obreros y dependientes para atenderlos, ¡es la guerra!.

¡LA GUERRA!, el día primero de septiembre de 1939 el comandante del III Grupo de Ejércitos, en la Línea Maginot, recibe la orden de preparar “Sarre”, el IVº Ejército empieza a movilizarse y el día 6 de septiembre algunas de sus unidades cruzan la frontera Franco-Germana hacia la ciudad de Saarbrücken, son los primeros preparativos, que consisten en limpiar el bosque de Warndt y desalojar de allí a las tropas Alemanas para poder establecer una cabeza de puente para penetrar en el Sarre, el punto principal de la defensa alemana en este sector es la ciudad de Saarbrücken y la Línea Sigfrido. Se oyen algunos disparos de obuses y cañones antitanques pero los soldados alemanes se retiran hacia la seguridad de la Línea Sigfrido. La principal tarea que ocupa a los soldados franceses del IVº Ejército que han atravesado la frontera es la limpieza de los campos de minas alemanes. Inesperadamente el 13 de septiembre de 1939 todas las tropas en territorio alemán reciben la orden de detener el avance. Francia al igual que Inglaterra han decidido abandonar a su suerte a Polonia, su derrota es evidente y cercana.

La Línea Sigfrido es un enorme bulo propagandístico, tan bien elaborado, que los franceses no creen rebasarla antes de que las tropas alemanas regresen de Polonia. Esta inexistente línea fortificada, la respuesta alemana a la Línea Maginot, en algunos puntos no es más que unos simples nidos de ametralladoras y puestos de observación. Sólo existen algunos búnkeres mal emplazados, apenas soportarán los disparos de obuses pesados y el insuficiente drenaje de éstos los hace casi inutilizables. No se disponen de buenas líneas de tiro para las escasas armas, el enemigo en algunos puntos puede aproximarse a ellos indetectados y realizar fuego de flanco sobre los mismos. El General Westphal, en un informe enviado a Berlín, da a conocer que no existe ni un solo carro blindado en la Línea, las municiones apenas alcanzarían para tres días de duros combates, y solo cuentan con algunos aviones de reconocimiento y de caza, los Ejércitos Franco-Británicos podrían atravesarla por cualquier zona sin apenas ningún problema serio. Aun así los franceses se detienen atemorizados: la “invasión” alcanza una cuña en dirección a la ciudad de Saarbrücken de 8 kilómetros y se han ocupado una veintena de aldeas.

Cuando cae Polonia el miedo de que el enorme ejército alemán cruce la frontera francesa y comience la Batalla de Francia se hace muy patente y en París cunde el terror. Se dispara contra cualquier avión detectado, generalmente se tratan de aviones franceses que sobrevuelan la ciudad hacia la frontera. La aviación francesa entra en combate por primera vez el 8 de septiembre, cuando 5 “Curtiss” al mando del ayudante-jefe Cruchant en una misión de reconocimiento encuentran a 5 Me-109 y derriba a dos de ellos. Al día siguiente una pequeña patrulla aérea francesa sobrevuela el aeródromo de Saarbrücken y encuentra a tres aviones en el suelo y los ametralla, después de esto las operaciones aéreas languidecen. El 4 de septiembre el General Gamelin envía al agregado militar francés en Varsovia un inaudito telegrama: le hace saber que las fuerzas aéreas Francesas y Británicas en combate desde la fecha retienen en el Oeste a las 2/3 partes de la Luftwaffe, le indica que de ha de hacer conocer esta “vital” información a las autoridades polacas, para que obren en consecuencia. ¿Se trataba de infundir falsas esperanzas al Gobierno Polaco, mientras se tomaba la decisión de abandonarles?.

Mientras tanto en la frontera, las tropas del II Grupo de Ejércitos reciben la orden de: ¡No disparar más obuses al otro lado del Rhin!, no es conveniente enojar a los mandos Alemanes.

El grueso del Ejército Alemán retorna victorioso de Polonia y empieza ha ocupar posiciones en la frontera frente a la Línea Maginot. Empiezan a colocar gigantescos carteles en francés frente a la Línea, dando a conocer: “No queremos hacer la guerra a los franceses”. También hacen recomendaciones que no disparen contra los carteles. Radio Stuttgar emite en francés eslóganes pensados para romper la Alianza Franco-Británica como: “Los Ingleses aportan los pertrechos, los Franceses sus pechos”. En octubre de 1939 aviones alemanes sobrevuelan las líneas francesas arrojando panfletos y periódicos editados en francés, dando a conocer el discurso que Hitler dio ante el Reichstag el 6 de octubre de 1939, donde ofrecía una oferta de paz muy clara a los franceses. En ella hace una clara referencia de que no habrá ningún intento militar de recuperar Alsacia-Lorena, que Alemania reconoce el tratado de paz con Francia firmado en 1919 y que no impondrá ninguna exigencia que atente al honor o a los intereses de Francia. También hace referencia de que órdenes llegadas desde Londres, impiden al Gobierno Francés iniciar ningún contacto diplomático con Alemania encaminado a aceptar la propuesta y que ésta sea de dominio público. Nuevos aviones alemanes arrojan octavillas conteniendo un discurso de Molotov, del 31 de octubre, donde dice: “Que esta guerra es responsabilidad de los magnates industriales capitalistas de Francia e Inglaterra”. Mas octavillas y periódicos arrojados hacen alusión a la necesidad del soldado francés de morir por Danzig o Inglaterra. Patrullas especiales alemanas cruzan el Rhin, para entregar en mano a los franceses copias impresas de los discursos de paz del Führer.

Los Alemanes se daban cuenta en octubre de 1939, de que podían respirar tranquilos, pues las 110 Divisiones Francesas y Británicas no han intentado barrer a las 25 Divisiones Alemanas que guarnecían la frontera occidental, la mayoría de ellas eran formadas por reservistas. Las tropas de ambos lados de la frontera se dedicaban a tareas de vigilancia, a tiro unas de otras, sin que ocurriera ningún percance. En octubre las tropas alemanas expulsan a los franceses del bosque de Warndt, pero se detienen al llegar a la frontera y no se realiza ningún intento de atravesarla.

En el aire es donde está centrada toda la atención: el 3 de octubre 9 aparatos franceses se enfrentan a 15 Me-109. Son derribados 2 aparatos alemanes y el resto se retira. A finales del mismo mes 5 Me-109 se enfrentan a un solo aparato de caza francés y ¡son derribados por este!, este mismo mes un aparato no identificado es derribado por los alemanes, su piloto es rescatado de las aguas del Rhin: se trataba del comandante del mando de cazas del Oeste, General Galland; quien aburrido de la “Sitzkrieg” decidió hacer un vuelo para “pasar el tiempo” en un pequeño avión de turismo y fue tomado por un avión de reconocimiento francés. A pesar de estos encontronazos nada rompe la calma en el frente, ¿nada?. Miles de civiles franceses que viven en la zona fronteriza abandonan en tromba sus hogares, a pesar de que el Gobierno Francés les permitía desplazarse sólo con lo esencial (unos 30 kilos de equipaje) éstos llevan incluso sus muebles y sus camas en los carros tirados por las bestias inundando las pocas e imprescindibles carreteras que llevan al frente. Dichas vías de comunicación quedan prontamente congestionadas y el envío de tropas y suministros hacia la frontera se convierte en algo casi imposible. De esta manera va transcurriendo el año, que pronto se aproxima a su fin. Este período que abarca desde septiembre de 1939 hasta mayo de 1940 se conoce como “guerra boba” entre los aliados, o “Sitzkrieg” entre los alemanes.

José Miguel Fernández Gil
"Alm. Yamamoto"
alm_yamamoto@hotmail.com

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