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Casos de Estudio 009: Corsarios del Eje Aprovisionadores: El apoyo a los buques corsarios Cuando los alemanes analizan la forma de llevar a cabo la guerra contra el tráfico mercante británico antes de la primera guerra mundial, toman nota de la necesidad de aprovisionar efectivamente a los buques de guerra que operarían contra los buques de su majestad y sus aliados; tomando en cuenta la escasez crónica de bases en su poder susceptibles de ser utilizadas para esta tarea, y el dominio absoluto de los mares por parte inglesa; se hace evidente que deben encontrar una solución o las operaciones se harán insostenibles. En 1911 se crea al efecto el llamado Servicio Secreto de Aprovisionamiento de la Marina de Guerra, más conocido como Etappendienst. Como misión se le encarga recoger información sobre buques donde operarán sus agentes, y en tiempos de guerra, organizar el aprovisionamiento de naves corsarias desde países neutrales. Durante la primera guerra tuvo un importante papel en el las operaciones de las escuadras alemanas que operaron alejadas de sus bases; al terminar la guerra, el servicio es disuelto, pero los vencedores nunca se enteraron de su existencia. Hacia 1927, se encarga al Capitán Canaris la reconstrucción de este servicio, ya que poseía experiencia en ese sentido de su pasaje por España en la primera guerra, desde donde se encargó, bajo la cubierta de ser ciudadano chileno, del aprovisionamiento desde puertos españoles a submarinos y corsarios alemanes. Las giras de los buques de guerra de la renaciente Kriegsmarine sirvieron para proporcionar un breve entrenamiento a los agentes que se encargarían de las misiones de observación y demás tareas encomendadas. En esta etapa ya se define que en una futura guerra, la misión principal de esta organización será la de abastecimiento a corsarios y envío de materias primas estratégicas a Alemania mediante los forzadores de bloqueo, eliminando de sus tareas el espionaje directo. Es interesante destacar que Canaris comprendía perfectamente la situación de Alemania con relación a la guerra contra el tráfico mercante británico, sumando a su experiencia previa en este departamento en la primera guerra mundial, su agudeza política y estratégica, notó de inmediato que la fortaleza de Inglaterra no solo era su posición geográfica dominante con respecto a las demás naciones europeas en cuanto al acceso al Atlántico; sino también en la riqueza de su imperio en lo referente al acceso a materias primas para su industria. Canaris tuvo conocimiento de que en Inglaterra se había analizado la doctrina de Guerra Relámpago alemana y que la conclusión a que se había llegado era de que en Gran Bretaña recibiría grandes golpes inicialmente, pero que eso no necesariamente redundaría en una victoria alemana. El Etappendienst fue dividido en cuatro zonas: América del Norte, América del Sur, Asia Oriental y España, y su jefe desde 1937 fue el Capitán de Navío Werner Stoephasius. Antes de comenzar la guerra, el Abwehr coloca fondos en los países donde va a operar el servicio para permitirle cumplir sus funciones, y es puesto en alerta el 10 de agosto de 1939. La mecánica de las operaciones era muy sencilla, un buque cargaba alimentos y combustible, programando una ruta entre puertos, obviamente se desviaba de ella para cumplir su misión de avituallamiento y una vez terminada, seguía su derrotero como si nada hubiera acontecido. Otros buques, los que operaban desde puertos alemanes o de países ocupados, se posicionaban en lugares apartados de los océanos y desde allí se reunían con los corsarios a los que debían repostar y recibían correspondencia o mercaderías muy escasas en Alemania de los primeros para llevarlas a Alemania, normalmente a través de Brest. En algunos casos, los forzadores de bloqueos también llevaron prisioneros de los mercantes capturados en sus viajes de retorno. (Caso Altmark) Durante los primeros tiempos, las bajas fueron relativamente escasas, pero todo cambió a partir de mayo de 1941, cuando los británicos capturaron al petrolero Gydnia Esso y los oficiales de este no destruyeron los códigos secretos, esto condenó a los restantes buques hasta que los alemanes sospecharon de este punto y los cambiaron. En rápida sucesión fueron hundidos el petrolero Belchen, por los cruceros Aurora y Kenya el 3 de junio, el petrolero Gedania capturado por el Marsdale el 4, y el mismo día el carguero Gonzenhein se hundía a la vista del Nelson y el crucero Neptune; a 800 millas al nordeste de Brasil, también ese día se hundía el Esso Hambourg cuando era detenido por el crucero London. Este mismo crucero hundía al día siguiente al petrolero Egerland en la misma posición. El 12 el Sheffield hunde al Friedric Breme y el 15 de junio el portaaviones Eagle captura junto con el crucero Dunedin al petrolero Lothringen; antes de terminar el mes, el 21 es hundido por su tripulación el Babitonga y el 23 el Altestor de igual manera... De todas formas los alemanes perseveraron y nuevas tandas de buques de este tipo fueron despachados y continuaron operando hasta 1943, cuando el evidente dominio británico del mar hizo imposible su operación, por lo que al asumir Dönitz como comandante en jefe de la marina, decide disolver este departamento. Merece destacarse en este tema, el papel fundamental que le cupo a las estaciones de vigilancia del tráfico radiotelegráfico que montó el Abwehr para espiar las comunicaciones de los mercantes y buques de guerra que surcaban los mares, con especial hincapié en los potenciales enemigos del Reich. A estas estaciones se las denominó "Puestos de Observación B"; la ubicada en Kiel por ejemplo, obtuvo grandes éxitos, en primer término escuchaba las comunicaciones correspondientes al tráfico marítimo de Dinamarca y Suecia, pero luego comenzó a hacerlo con las del Almirantazgo Británico con Asia, India y Australia, y consiguió hacerse con el código secreto de la flota y el Almirantazgo, que tan útiles servicios prestaría a los corsarios alemanes. Este servicio también fue en gran medida un logro de Canaris, de quien puede afirmarse fue uno de los principales artífices y responsables del apoyo prestado a estos buques.
Bibliografía: "Corsarios Alemanes en la Segunda Guerra Mundial". Luis de la Sierra, Ed. Juventud, Barcelona. 1960 "El Almirante Canaris". Karl Heinz Abshagen. Ed. Espasa-Calpe, Buenos Aires. 1962 "El Servicio Secreto Alemán". Gert Buchheit. Ed. Luis de Caralt, Barcelona. 1970 "La Flota de Alta Mar de Hitler". Richard Humble, Ed. San Martín "Lucha y Muerte de la Kriegsmarine". Cajus Bekker, Ed Luis de Caralt. Jorge Panuncio |
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