Casos de Estudio 009:

Corsarios del Eje
en la Segunda Guerra Mundial

Crucero auxiliar Orión

Accidentada salida al océano

El Orión fue el segundo buque corsario alemán en zarpar de Alemania comenzando sus andanzas el 7 de abril de 1940 bajo el mando del capitán de navío Kurt Weyher. Debido a que en esos momentos se estaba desarrollando la campaña de Noruega, se vio en dificultades para ganar el acceso al océano Atlántico, y solamente el efectivo camuflaje del crucero auxiliar como un mercante holandés le evitó ser atacado por cuatro destructores británicos, dos de los cuales lo persiguieron unos angustiosos minutos, pero luego lo dejaron seguir su rumbo, al atribuirle la identidad de un barco de un país neutral.

Según los planes originales el Orión debía operar en la zona de Nueva Zelanda, evitando entrar en acción antes de llegar a esa zona. Sin embargo, debido a los problemas que enfrentaba la marina alemana en su campaña en Noruega, se hacía necesaria la inmediata entrada en acción de los cruceros auxiliares, sin importar donde estuvieran, con el fin de distraer unidades de superficie de la Royal Navy.

Por estos motivos el Orión atacó el 24 de abril en el Atlántico del Norte al vapor inglés Haxby de 5.200 toneladas. Se vio obligado a abrir fuego contra el Haxby con sus cañones pues éste se negó a parar sus máquinas y hacer silencio de radio, obrando por el contrario de acuerdo a las instrucciones que tenía del Almirantazgo británico: intentar huir y radiar su posición y datos del atacante. Un total de 24 sobrevivientes de los 40 que componían la tripulación del vapor inglés pudieron ser rescatados por el Orión, entre ellos el capitán, antes ser rematado y hundido por un torpedo, con el fin de evitar que el humo que salía del tullido barco delatara la posición del corsario alemán. De esta forma el Orión tiene el honor de ser el primer crucero auxiliar en dar cuenta de una presa, incluso ganándole de mano al Atlantis.


El Orión en sus tiempos de buque mercante, antes de convertise en crucero auxiliar

Sembrando campos minados

Luego de su primer presa el Orión ingresó al océano Pacífico, navegando a velocidad económica y cambiando de disfraz en varias oportunidades, petroleando más adelante por gentileza del petrolero alemán Winnetou.

Algunas averías en las máquinas producidas cuando navegaba con mal tiempo, le hicieron atrasarse en su cronograma de horarios, el cual preveía el minado de las aguas de Auckland con luna nueva. Así fue que el 13 de junio el Orión se presentó en la bahía de Auraki, pero dada la mucha luz que la luna arrojaba sobre las aguas, Kurt Weyher prefirió no arriesgar su barco en el minado directo de las aguas de Auckland, eligiendo en su lugar sembrar campos minados en las dos entradas de la bahía de Auraki. La operación de minado se realizó navegando a máxima velocidad y en zigzag, con el evidente riesgo de ser detectados al estar a solamente unas pocas millas de la costa enemiga. Se usaron minas reguladas para quedar sumergidas a 8 metros de profundidad, lanzando un total de 228 minas en una ardua tarea de 7 horas de duración. Un repentino empeoramiento del tiempo, con el cielo cubierto y algunos chubascos fue providencial para el Orión pues en esos momentos dos cruceros británicos, el Achilles (crucero ligero) y el Héctor (crucero auxiliar), navegaban por la bahía con rumbo a Auckland, pasando a solo unos centenares de metros del barco alemán, pero ninguno de los dos bandos supo de la presencia del otro debido a la mala visibilidad reinante.

Para el 18 de junio el campo minado se cobra su primer víctima, el Niágara de 14.000 toneladas, llevándose al fondo del mar 2.5 millones de libras esterlinas en oro que el barco llevaba como pago de material de guerra comprado a Estados Unidos. El oro pudo ser rescatado luego de seis meses de trabajos, pues estaba solo a cien metros de profundidad. Dos víctimas más de los campos minados, los barcos Port Bowen y Batavia, llevaron al cierre momentáneo del importante puerto de Auckland, y a dar alarma en todos los puertos de Nueva Zelanda y Australia.

Una nueva presa

Más adelante el Orión apresó al barco noruego Tropic Sea que llevaba 8.000 toneladas de blenda, y Weyher decidió destacar parte de su tripulación al barco capturado, con el fin de enviarlo a Alemania. Así fue que ambos barcos acudieron nuevamente al encuentro del petrolero Winnetou, para asegurar que el Tropic Star pudiera llegar a su destino. Weyher ordenó al capitán del Winnetou que tomara el mando del Tropic Star y lo condujera a Burdeos, llevando además a los prisioneros del Haxby. El destino quiso que cuando el Tropic Star estaba próximo al golfo de Vizcaya, fuera detenido por un submarino británico, y en consecuencia los alemanes autohundieron el barco, evitando que su contenido volviera a manos enemigas. El submarino británico pudo tomar a bordo a los tripulantes ingleses, y al capitán noruego, pero el capitán alemán declinó ser capturado, y en su lugar ofreció que se tomara a bordo a la esposa del capitán noruego. Así fue como el capitán alemán y el resto de los náufragos quedaron en el océano en algunos botes.. Los noruegos fueron rescatados por un hidroavión británico y los alemanes finalmente lograron alcanzar las costas españolas.

El Orión navegó sin suerte durante seis semanas, sin detectar barco ninguno, aunque nuevamente se pudo reunir con su petrolero. En parte esto se debió a los cambios en las rutas de los mercantes impuestos como media de prevención por el Almirantazgo británico. Finalmente el Winnetou parte hacia Japón, y el Orión encuentra una presa el 16 de agosto, se trata en este caso del vapor Notou de 2.500 toneladas, el cual es echado a pique habiendo antes tomado a bordo a su tripulación.

Combate con un tenaz rival

Para el 20 de agosto el Orión topa con una posible víctima, el Turakina, barco británico de 8.700 toneladas. Este barco estaba armado, y no obedece la orden de alto, comenzando un duelo artillero entre ambos barcos, mientras el Turakina envía señales de auxilio.

Apresuradamente es reunida la tripulación que estaba de franco de dos cruceros ingleses, Pert y Achilles, que zarpan desde Melbourne y Wellington respectivamente, al encuentro del “Corsario Negro” como era llamado el Orión por los aliados.

Entre tanto continuaba el enfrentamiento entre el Orión y el Turakina, llevando este último la peor parte debido a su inferior armamento. A pesar de recibir varios impactos a bordo, su único cañón de popa continúa disparando contra su perseguidor. Sin embargo comienzan los incendios a bordo, la radio queda inutilizada y el “Corsario Negro” se acerca cada vez más... Son más de 30 las bajas británicas a los pocos minutos del duelo, y el cañón de popa queda también momentáneamente fuera de servicio.

Viendo la precaria situación del barco inglés, el capitán Weyher detiene el fuego con intención de poder tomar a los náufragos, pero el barco inglés continúa el duelo artillero, obligando de esta forma, con su empecinada resistencia, a continuar la batalla, entrando en acción los cañones de 37 mm del Orión, disparando ya en la noche que comenzaba a menos de 4.000 metros de distancia.

Como el cañón británico seguía disparando, Weyher decide no arriesgarse y lanza un torpedo que da en el blanco, pero el Turakina sigue a flote, por lo que otro torpedo es lanzado y esta vez si, el valiente barco inglés se hunde, llevándose parte de sus tripulantes y su carga bordo.

Weyher, sabiendo que dos cruceros británicos vienen a su encuentro, igualmente dedica cuatro valiosas horas -en las cuales se pudo alejar de la zona- al rescate de los náufragos del Turakina. En total son rescatados veinte de los cincuenta y siete tripulantes del hundido barco inglés. Pero esto no es todo, porque cuando el Orión emprende su huída hacia el sur, nuevamente detiene sus máquinas para recoger a un afortunado último náufrago inglés, del cual se sintieron sus gritos.

Durante varios días barcos y aviones británicos y australianos buscaron infructuosamente al Orión. Nuevamente el mal tiempo se había asociado con los alemanes, evitando que fueran descubiertos al no poseer radar los aparatos de búsqueda aliados.


En esta foto del Orión una de las chimeneas es falsa

Un afortunado escape

El Orión navega varios días en aguas sumamente encrespadas, y prepara falsas minas para despistar a las fuerzas aliadas. Una de estas falsas minas explota por accidente, matando a un alemán e hiriendo a varios más. Finalmente las falsas minas son lanzadas en la noche del 2 de septiembre en un puerto de la Gran Bahía Australiana.

El 3 de septiembre es descubierto por aviones de patrulla australianos y fueron enviados bombarderos al ataque, pero el Orión, que había captado las comunicaciones de radio de los aviones, se refugió en un frente tormentoso y escapó de esta forma a los aviones que lo buscaban.

A fines de septiembre el barco alemán Weser, que debía abastecer al Orión en el Pacífico, fue capturado por un destructor canadiense, razón por la cual fue enviado un nuevo buque, el Regensburg el cual estaba en Kobe.

El Orión se encontró el 5 de octubre con el Regensburg en el Pacífico Central. Ambos buques estaban disfrazados de barcos japoneses y se pudo realizar el abastecimiento del corsario.

Nuevamente el Orión se lanza a la caza y en la noche del 14 de octubre captura sin combatir al vapor noruego Ringwood de 7.300 toneladas. Capturada su tripulación y las provisiones que llevaba, el barco es echado a pique, pues en caso de ser enviado a Japón, el capitán del Orión suponía que el gobierno japonés podría entregarlo al Gobierno noruego en el exilio.

Posteriormente el Orión se encontró con el Ole Jacob el cual llevaba gas-oil para el corsario, y ambos buques ser refugiaron provisionalmente en una isla de las Marianas para realizar urgentes reparaciones.

Comienza un nuevo año

Ya en febrero de 1941 se reúne con el barco alemán Munsterland, del cual recibe agua potable, víveres y un hidroavión japonés para reemplazar al Arado que estaba deteriorado. Así es que el Orión seguido del Ole Jacob se hacen nuevamente a la mar con rumbo al océano Indico, previo rodeo por el sur para evitar los aviones aliados.

Luego de vigilar sin éxito la ruta por la que se suponía que pasaría el Queen Mary, el Orión se reúne nuevamente con el Ole Jacob y con el Alstertor que traía víveres y un nuevo hidroavión Arado.

Durante todo abril los tres barcos permanecen juntos en las cercanías de Madagascar sin avistar ningún barco enemigo, pese al uso de los dos hidroaviones. Posteriormente el Alstertor se aleja para suministrar a otro corsario: el Kormoran.

El Orión no encontraba barcos enemigos, salvo de los norteamericanos, a los cuales tenía órdenes expresas de no atacar debido a la neutralidad de Estados Unidos por aquel entonces.

El 17 de mayo el corsario se encontraba en las proximidades de las islas Seychelles cuando su hidroavión regresa con la alarmante noticia de que un crucero pesado enemigo está a solo 40 millas de distancia y dirigiéndose precisamente hacia el barco alemán. En un supremo esfuerzo el Orión logra mantener una velocidad de fuga de 15 nudos, sin lanzar humo para no ser delatado.

Dos horas más tarde, en el horizonte se vieron los mástiles del crucero británico Cornwall, pero curiosamente este barco pareció no detectar al corsario alemán, pese a poseer radar. La noche trajo el alivio para los acosados marinos alemanes.

La odisea de llegar a casa

Semanas más tarde se reúne nuevamente con el Ole Jacob, y según el plan original, ambos regresarían juntos a Alemania. Averías en el Orión llevan a la decisión de dejar en libertad de acción al barco aprovisionador, el cual logra finalmente llegar a Burdeos.

Posteriormente el hidroavión japonés se pierde por un accidente, y el Arado queda fuera de servicio por averías. El Orión queda así sin “ojos”. Recibe petróleo y víveres de otro corsario alemán, el Atlantis, pero debido a la pérdida de sus hidroaviones y al mal estado de las máquinas, el regreso a puertos franceses parecía no posible.

Ya en rumbo a casa, la noche del 29 de julio lanza torpedos contra un carguero, pero falla en el intento, y es así como el Chaucer logra lanzar una señal de auxilio por radio. El fuego de los cañones del Orión obliga finalmente al carguero a detener su marcha. Es tomada su tripulación y debido al fallo de los torpedos que le son lanzados, el Chaucer encuentra su fin por los cañones del corsario.

Asumiendo la identidad de un barco español, el Orión logra llegar a aguas amigas, donde es escoltado primero por dos submarinos alemanes, y luego a estos son reemplazados por una flotilla de cuatro destructores, también alemanes.

Así es como a finales de agosto de 1941, luego de un crucero de un año y medio, y de dar la vuelta al mundo, llega nuevamente a puerto. Un total de 10 buques enemigos fueron apresados o hundidos por el Orión, totalizando unas 80.000 toneladas.


Enmascaramiento de los cañones del Orión usando planchas abatibles

Características técnicas del crucero auxiliar Orión

Origen: Proveniente de la transformación del Kurkmark, un barco correo de 7.000 toneladas de desplazamiento.

Propulsión: 2 calderas de petróleo, una turbina

Velocidad máxima: 15 nudos

Autonomía: Podía navegar durante cuatro meses seguidos sin necesidad de repostar a una velocidad económica de 10 millas por hora

Armamento: cañones de 152 mm, 1 de 75 mm, 2 de 37 mm, ametralladoras de 20 mm, 4 tubos lanzatorpedos, 1 hidroavión de exploración Arado-196

 

Gabriel Mansilla
gabman@adinet.com.uy

Bibliografía:

“Corsarios alemanes en la segunda guerra mundial”, Luis de la Sierra, Editorial Juventud

“La segunda guerra mundial en Africa (1): De Malta a Madagascar”, Carlos Fabiani, Editorial Bruguera

 

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