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Casos de Estudio 004: Operación "Barbarroja" Acciones en el frente Norte 4) Finlandia y su aporte a Barbarroja Finlandia, que había sido parte del Imperio ruso hasta 1917, y que ayudada por los alemanes alcanzó su independencia, temía siempre a las ambiciones del Ejército Rojo de volver a conquistar su territorio. En octubre de 1939 los rusos exigieron una base militar en Hängo y otras concesiones. Ante la negativa finlandesa, y antes de que terminaran las negociaciones, los rusos atacaron a la pequeña nación el 30 de noviembre, día del comienzo de la Guerra de Invierno. A pesar del enorme potencial de los rusos, los finlandeses lograron detenerlos en casi todos los frentes, gracias a varias circunstancias. Por un lado la pericia de los finlandeses para moverse en esquís sobre la nieve, y sus técnicas de atacar a las columnas de los invasores por retaguardia y los flancos, separarlos en pequeños grupos aislados (mottis) y luego eliminarlos de a uno. Por otro, la característica del territorio finlandés que hacía poco propicio el uso de unidades acorazadas, en las cuales los rusos tenían neta ventaja. Finalmente, la propia inoperancia del Ejército Ruso, que se ponía de manifiesto por primera vez luego de las purgas stalinistas en los cuadros de mando. De esta forma y en batallas como la de Suomussalmi -donde los rusos perdieron dos divisiones- las operaciones se paralizaron, hasta que un nuevo empuje ruso, ya en 1940, con fuerzas más poderosas y mejor dirigidas, terminaron por llevar a los finlandeses a firmar un armisticio en marzo. El hecho concreto era que los rusos habían triunfado, pero los finlandeses, con fuerzas evidentemente inferiores sobre el papel, les habían hecho pagar un precio muy alto por su victoria. Teniendo aún el peligro latente de los rusos en el este, los finlandeses se asociaron a los alemanes, pero sin establecer una alianza formal. Aceptaron ayuda militar y económica alemana, pero dejaron siempre en claro que en caso de intervenir contra los rusos, su único objetivo sería recuperar el territorio perdido en la Guerra de Invierno. Su intervención contra los rusos en Barbarroja era llamada por ellos la “Guerra de Continuación”. El Ejército finlandés fue reorganizado en mayo de 1940 para formar 16 divisiones de infantería, de las cuales 13 estaban apostadas contra la frontera con la Unión Soviética. Otras tropas de Finlandia eran la Brigada de Caballería (actuaba como infantería montada en verano y como esquiadores en invierno), y dos Brigadas de Cazadores con infantería montada en bicicletas o transportada en camiones. La pequeña fuerza acorazada de Finlandia se vio favorecida por los carros rusos capturados durante la guerra de invierno. Se reorganizaron las cuatro compañías de carros para formar el 1º, 2º y 3º Batallones de Carros y la 1ª Sección de Carros Independientes. Todas estas unidades estaban dotadas en forma exclusiva de carros rusos y participaron desde el comienzo en las acciones de la Guerra de Continuación. Se trataba de carros T26, T-37 y T-38. Se contaba además con piezas de artillería y contracarro capturadas a los rusos y otras aportadas por los alemanes.
El Ejército del Sudeste avanzó por el istmo de Carelia, deteniéndose en los primeros días de septiembre a tan sólo 48 kilómetros de Leningrado. El Ejército de Carelia alcanzó las orillas del río Svit, y allí se detuvo. Las operaciones llevadas a cabo por las fuerzas del norte fracasaron por completo, ya que el terreno y la resistencia rusa les impidió de avanzar.
Gabriel Mansilla
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