Casos de Estudio 004:
Operación "Barbarroja"
Acciones en el frente Norte
1) Introducción
La fuerza lanzada por los alemanes contra la Unión Soviética el 22 de
junio de 1941 fue la mayor concentración militar jamás reunida hasta entonces.
Más de 3.000.000 de soldados, 3.300 tanques, 600.000 vehículos de otros
tipos, más de 7.000 piezas de artillería, 2.770 aviones y 625.000 caballos.
El frente inicial de acciones tenía una extensión de 2.160 kms.
El enemigo a conquistar era la nación que ocupaba la sexta parte de la
tierra del planeta, y con sus 200 millones de habitantes tenía más del
doble de la población de Alemania.
El cálculo inicial del Alto Mando Alemán suponía una victoria sobre los
rusos en un plazo de entre 5 a 10 semanas a lo máximo. Estaban convencidos
de alcanzar la victoria antes de la llegada del invierno ruso. No se pensaba
en una guerra a largo plazo, entre otras razones, porque la economía alemana
aún no estaba preparada para la guerra total.
Los alemanes solamente tenían interés en la región occidental de la
Unión Soviética, definiendo sus objetivos finales a 1.900 kms del
punto de partida a lo largo de una línea que iba desde Arcángel (Mar Blanco)
a Astraján (Mar Caspio), llamada “línea A-A”. Consideraban el territorio
que estaba más allá de estos límites como tierra vacía, la cual no valía
la pena. La idea era formar en la línea mencionada “una barrera contra
la Unión Soviética asiática”
Los dos estados mayores alemanes (Hitler por el OKW y Halder por el OKH)
discrepaban en cuanto a los objetivos estratégicos de la campaña. Hitler
era partidario de un ataque a tres puntas, norte, centro y sur, pero dando
prioridad primero los flancos.
Era de principal interés para Hitler la conquista de los flancos.
En el caso del norte para asegurar los vitales puertos sobre el
Báltico y además para eliminar a la ciudad de Leningrado, a la cual
él mismo detestaba por haber sido la cuna del bolchevismo. En tanto
veía en el sur el verdadero potencial de los rusos que serviría
para los alemanes: el granero soviético de Ucrania y la cuenca del
Dónetz, rica en carbón y minerales. Más lejos aún, el vital petróleo
del Caúcaso.... Para Hitler la ocupación de Moscú era secundaria.
Dijo que “solo unos cerebros completamente osificados, sumidos
en las ideas de siglos pasados podrían tener interés en tomar la
capital”.
Sin embargo para Halder, Moscú debía ser el objetivo principal.
Había encargado al menos tres estudios de posibilidades de invasión
y a partir de ellos concluyó que Moscú debía ser el principal objetivo.
En su opinión (y también la de Walther von Brauchitsch, Comandante
en Jefe del Ejército) solamente una amenaza real contra la capital
obligaría a los rusos a comprometer al grueso de sus fuerzas para
defenderla, dando de esta forma a las fuerzas alemanas la posibilidad
de aniquilarlas.
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Finalmente el plan adoptado (Directriz 21 del 18 de diciembre de 1940)
fue el de los tres grupos de invasión con objetivos en Leningrado, Moscú
y Kiev. Sin embargo Moscú era secundario a la conquista de los objetivos
de los flancos. De esta forma estaba previsto que cuando el Grupo de
Ejércitos del Centro alcanzara el área al este de Smolensk, sus tanques
serían desviados para ayudar a los grupos norte y sur. Una vez que
se ocupara Leningrado y la Fortaleza de Kronstadt en el norte y otros
objetivos en el sur, se reemprendería la ofensiva final contra Moscú.
El General Marcks, autor del plan
original de Barbarroja, consideraba que difícilmente los rusos atacarían
antes a los alemanes, considerando que “semejante regalo” no le sería
dado a las fuerzas armadas alemanas... Además pensaba que la enorme
extensión del territorio ruso sería un fuerte impedimento para llevar
a cabo una “guerra relámpago” |
Estudios realizados por el General de División Friedrich von Paulus
(Segundo Jefe del Alto Mando del Ejército) remarcaron los problemas
de operar en un frente tan amplio, que se ensancharía aún más a
medida que las unidades alemanas se adentraran en territorio ruso.
(El frente inicial de unos 2.160 kms se iría ampliando hasta llegar
a unos 3.200 kms). Estimaba que aún un ejército como el alemán quedaría
muy disperso. Otro problema adicional era que se pretendía cercar
y destruir a las principales fuerzas del Ejército Rojo antes de
la línea Dniéper-Dvina, es decir entre Riga al norte y Crimea al
sur. Para lograrlo las formaciones acorazadas se deberían distanciar
muchos de las formaciones de infantería más lentas que las seguirían.
De esta manera, el escenario de guerra que se abriría era muy diferente
al de Francia, en el cual los alemanes lograron una rápida victoria.
Según los planificadores alemanes contarían con una superioridad
decisiva en cuanto a la calidad de los combatientes, los mandos,
tácticas y el armamento a usar. Sin embargo reconocían el poder
de los rusos en términos numéricos. El espionaje alemán estimaba
el poder ruso en 3.4 millones de combatientes, 12.000 aviones y
22.700 tanques. A pesar de lo impresionante de las cifras, la mayoría
de este material era muy anticuado.
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Relación de fuerzas al inicio de Barbarroja
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Alemania
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Unión Soviética
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Soldados
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3.300.000
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3.400.000
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Tanques
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3.300
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22.700
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Cañones
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7.100
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20.000
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Aviones
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2.770
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12.000
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Nota: 1) De los tanques rusos marcados, 8.400
estaban en la reserva y el total de las fuerza rusas es para todo el territorio
de la Unión Soviética. 2) Las cifras de soldados rusos corresponden a
los desplegados en el frente de ataque alemán. Una vez movilizadas las
reservas los rusos podrían disponer de unos 12 millones de soldados
Sin embargo estas cifras deben tomarse solamente como punto de partida,
por un lado por lo reseñado con respecto a lo inapropiado de gran parte
del arsenal soviético, y por otro por el hecho de que los alemanes
no contaban con suficientes reservas, puesto que los 500.000 soldados
alemanes que quedaban libres de intervenir en Barbarroja estaban destinados
a cubrir las zonas ocupadas por los alemanes (Noruega, Dinamarca, Francia,
Países bajos, Yugoslavia, Grecia...) así como también a proteger el Reich
alemán y mantener acciones ofensivas contra los ingleses en Africa. De
esta forma, de la cifra mencionada solamente 14 divisiones podían ser
consideradas por el OKH como reservas para Barbarroja. En contrapartida,
los rusos contaban con recursos humanos prácticamente inagotables. (Aproximadamente
17 millones de varones en edad militar)
Fracasó además el espionaje alemán (en parte debido a la rigidez del sistema
soviético) en poder obtener mapas topográficos adecuados, y en estimar
acertadamente la capacidad de fabricación de armas de los rusos. Desconocían
con precisión, que más allá de los Urales estaban floreciendo las bases
de una poderosa industria militar.
El Alto Mando Alemán nunca informó a su aliado Japón acerca de sus intenciones
de atacar en Rusia, por lo tanto no se coordinó la participación de los
japoneses desde el este, lo cual hubiera retenido a buena parte del Ejército
Rojo de Siberia en aquel sector.
Debido a motivos raciales, Hitler tampoco manejó la posibilidad de que
los millones de súbditos oprimidos por el régimen de Stalin se les unieran
en la lucha contra el bolchevismo. Para Hitler sería una “guerra de exterminio”.
“La guerra contra la Unión Soviética será de tal magnitud que no se
podrá librar de una manera caballerosa.” “Esta lucha es de diferencias
ideológicas y raciales, y tendrá que ser librada con una dureza implacable,
sin precedentes.”. Esto fue dicho el 30 de marzo a los 250 principales
oficiales de las Fuerzas Armadas. El camino para los escuadrones de ejecución
de las SS (Einsatzgruppen) estaba abierto...
Mussolini se enteró del ataque alemán el día antes de que comenzaran las
acciones, a través de una carta enviada por Hitler. De esta manera a intervención
italiana desde el comienzo mismo de las acciones no fue posible. Sin embargo,
los países satélites de Alemania, habían sido avisados con el tiempo suficiente
como para prepararse para una operación tan importante. Tal fue el caso,
por ejemplo, de Finlandia y Rumania.
El comienzo de Barbarroja se vio aplazado por cinco semanas debido a la
imprevista intervención de los alemanes en Yugoslavia y Grecia. (la fecha
original de Barbarroja era la segunda mitad de mayo)
Destacamos que el potencial de los rusos fue subestimado por los alemanes
en base a lo ocurrido recientemente en la Guerra de Invierno. Si una pequeña
nación como Finlandia pudo propinar enormes daños a los rusos, los alemanes
creían que ellos lo podrían hacer mucho mejor. Un factor que también influyó
fue que los tanques rusos usados en Finlandia no habían sido los modernos
KV y T-34 con los cuales se enfrentarían los alemanes en 1941. De esta
forma, la fuerza acorazada alemana se sentía netamente superior a la rusa.
Además, los alemanes no tuvieron en cuenta que ante el pésimo desempeño
de los rusos en esa guerra, algo harían por mejorar sus cuadros de mandos
y técnicas. Efectivamente una gran reorganización se llevó a cabo en el
Ejército Rojo con fines de acabar con el pobre desempeño obtenido en acción.
El fallo de la inteligencia alemana también indujo a error, pues se suponía
que los rusos tendrían un total de 150 divisiones de infantería de las
cuales solamente 116 estarían en occidente para enfrentarse a la Wehrmacht.
En realidad los rusos tenían entre 230 y 240 divisiones, 170 de ellas
en occidente.
Además la enorme extensión del territorio ruso planteaba serias dificultades
para la realización de una “guerra relámpago”. Halder estimaba que para
cada división se debería almacenar el doble de la dotación normal de municiones.
(para las Divisiones Panzer era el triple de lo normal). Las cuñas panzer
(Panzerkeile) tendrían que internarse en un territorio notoriamente
mayor que el de Polonia o Francia.
Inicialmente la Directiva Nº 21 fue llamada Operación “Otto” por el OKH,
y luego Operación “Fritz” por el OKW y finalmente Operación “Barbarroja”
por Hitler.
A pesar de los esfuerzos realizados en conjunto en la planificación de
Barbarroja, Halder opinaba respecto a atacar a Rusia que: “No estamos
hiriendo a los ingleses. Nuestra economía no obtendrá ningún beneficio...
No debemos subestimar los riesgos que corremos en occidente.”. Raeder
opinaba que el previsto plan era muy peligroso, con lo cual lo único que
consiguió fue ser dejado de lado en los planes hasta el momento secretos.
Por decisión de Hitler los italianos no serían informados de la intención
de atacar a Rusia, y el 5 de marzo de 1941 tomó la misma resolución con
respecto a los japoneses. De esta forma dejaba fuera de juego a sus dos
principales aliados. Y en mayo fue Hitler quien también decidió que Hungría
no participaría de Barbarroja.
A las 13 horas del 21 de junio de 1941 la palabra clave “Dortmund” indicaría
que Barbarroja comenzaría en la siguiente madrugada, y por otro lado la
palabra clave “Altona” indicaría un aplazo de la misma. La invasión comenzaría
el domingo 22 de junio de 1941, justamente el día con más luz del sol
del año.
Gabriel Mansilla
gabman@adinet.com.uy
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