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Casos de Estudio 004: Operación "Barbarroja" La formidable evacuación de las industrias rusas Uno de los objetivos de la campaña alemana contra los rusos era el de capturar los importantes centros industriales del enemigo, principalmente los del sur de Rusia. Si las pinzas panzers tenían éxito, de acuerdo a los planificadores alemanes, podrían privar a los rusos de sus principales centros de producción de armamentos, ofreciendo de esta manera otro impedimento a los rusos para continuar la guerra. Sin embargo, la realidad fue muy distinta. Enfrentados a una guerra a muerte los rusos no solo destruían todo lo que inevitablemente caería en manos de los alemanes sino que además pusieron en marcha el mayor plan de evacuación de centros industriales de la historia. Solamente los centros industriales de Minsk y Riga fueron tomados tan rápidamente por los alemanes que no hubo tiempo de destruirlos. El plan de evacuación de las industrias en sí parecía imposible, pues se preveía desmontar completamente ciudades industriales, transportarlas a miles de kilómetros de distancia y volver a montarlas, con el fin de que el flujo de armamentos no tuviera más que unos meses de receso. La zona elegida para el traslado de la industria era aquella fuera del alcance del ejército alemán, pues aunque los germanos parecían invencibles, dadas las enormes distancias de la Unión Soviética parecía imposible que pudieran llegar más allá de los Urales, o a Siberia o hasta la misma frontera con China. Además los alemanes carecían de una fuerza estratégica de bombarderos, lo que obraba en favor de los rusos La evacuación masiva dio comienzo el 2 de julio de 1941 con el traslado de la fábrica de blindajes de Mauripol, desde el sur de Ucrania hasta más allá de los Urales. El 3 de julio se ordenó el traslado de otras 26 plantas de las zonas de Leningrado, Moscú y Tula. De esta forma se iría privando a los alemanes de su captura, en el eventual caso de que estas ciudades cayeran en sus manos, y lo que además es importante, alejarlas del alcance de la aviación y artillería alemanas. Plantas de motores diesel Kirov de Leningrado, y de tractores de Ucrania también fueron evacuadas a partir de la primera semana de julio. Una enorme planta de tanques de Jarkov fue llevada hacia los Urales y tan solo 10 semanas después de ser trasladada entregaba los primeros tanques T-34. Al mismo tiempo, otras industrias como una fábrica de automóviles de Moscú fue adaptada para producir motores de tanques de guerra. Todos estos movimientos permitieron crear una enorme industria productora de tanques en la región del Volga y los Urales. (En especial el llamado complejo de Tankograd que fabricaría los KV y más adelante los JS y el complejo de Uralmashzavod que se dedicaría a fabricar los T-34). Las evacuaciones continuaron el 7 de agosto con la orden de trasladar la gigantesca planta productora de acero de Dnepropetrovsk, en Ucrania. Increíblemente, a pesar del enorme tamaño de esta planta, para el 24 de diciembre, tan solo cuatro meses y medio después de ser desmontada, estaba produciendo nuevamente, pero ahora en la seguridad de miles de kilómetros detrás del frente de lucha.
En total, entre julio y noviembre de 1941, fueron evacuadas 1.503 fábricas
(226 a la zona del Volga, 667 a los Urales, 224 a la Siberia Occidental,
78 a la Siberia Oriental y 308 a Asia Central). La carga transportada
equivalía a una pasmosa cifra: 1.500.000 vagones de ferrocarril. Gracias a esta evacuación masiva y a pesar de la disminución de la mano de obra disponible de 27 a 19 millones de obreros, los rusos se proponían fabricar para 1942 entre 22.000 y 25.000 aviones y unos 22.000 carros de combate. Nunca en la historia se reprodujo una hazaña semejante. Los resultados fueron contundentes: los alemanes prácticamente no pudieron capturar ningún centro industrial intacto y por el contrario los rusos tan solo unos pocos meses después de haber sido invadidos, tenían a sus industrias produciendo nuevamente pero esta vez en lugar seguro. Este descomunal esfuerzo hizo tanto por la victoria final rusa, como el esfuerzo realizado por las mismas fuerzas del Ejército Rojo.
Gabriel Mansilla Bibliografía: "La Segunda Guerra Mundial" (Tomo III), Editorial CODEX S.A., 1966 "Guerras del Siglo XX", (Tomo 2), Editorial Altaya, 1994 "Imágenes de la Guerra" (Fascículo 7), Ediciones Rialp, 1989 "Luftwaffe: La historia de la Fuerza Aérea Alemana en la II Guerra Mundial", Editorial Agata, 1999 "Guía ilustrada de los cazas y aviones de ataque aliados de la Segunda Guerra Mundial", (Volumen II), Editorial Folio 1995 "T-34 blindado ruso", Douglas Orgill, Editorial San Martín, 1973 |
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