Casos de Estudio 003:

Estudio de factibilidad de la
Operación "Seelöwe"

"Seelöwe" 1940: Una invasión con poco peso

Operación "Seelöwe" Mapa del plan de invasión final (Se abre en una ventana independiente para tenerlo a la vista mientras se lee el artículo)

La operación León Marino ("Seelöwe"), fue el intento de invadir Gran Bretaña en Septiembre de 1940. Nunca una operación Alemana fue tratada, estudiada e intentada llevar a cabo con tan poca energía y fracasó precisamente por ello.

En primer lugar tenemos a Hitler, que nunca se empeñó a fondo en tomarse en serio la invasión de las Islas Británicas, un ferviente admirador de Gran Bretaña que nunca quiso en serio aplastarlos. Sus largas peroratas siempre iban encaminadas a mantener la fachada de que Gran Bretaña era un enemigo débil, para mantener al pueblo Alemán en la creencia de que Gran Bretaña aislada en sus islas nunca pondría un pie en el continente.

Cuando aún se manejaba la posibilidad de invadir Gran Bretaña, los planes de Hitler apuntaban a la mayor invasión terrestre más grande de la historia: "Barbarroja" el asalto alemán a la Rusia soviética...

Los pensamientos de Hitler iban en 1940 en preparar su plan más ambicioso: “Barbarroja” la invasión de la URSS; el auténtico enemigo de la raza “aria”. Los planteamientos del Estado Mayor Alemán nunca pusieron la fe suficiente para que “Seelöwe” fuera una realidad y no una ilusión muy bien adornada.

Las fuerzas de tierra nunca podrían ser transportadas en un solo asalto poderoso, para obtener el control de una cabeza de playa suficientemente grande para poder aferrarse con fuerza en Gran Bretaña. La Kriegsmarine nunca podría hacer sombra a la Royal Navy por lo que el cruce del canal solamente podría hacerse bajo la sombrilla aérea de la Luftwaffe. La Luftwaffe....... un arma poderosa y veterana en Agosto de 1940, pero insuficiente, como se demostró ese verano de 1940 para derrotar a la RAF y obtener el control aéreo de los cielos de Gran Bretaña. En Agosto de 1940 estuvieron a punto de conseguirlo pero la ceguera de Hitler le impidió terminar su cometido, cambiando los objetivos puramente militares por los de carácter propagandístico como Londres, Coventry o Bristol. Este cambio de objetivos dio el suficiente respiro a la RAF para reponer fuerzas y devolver golpe por golpe, lo que enfureció aun más no solo a Hitler, sino a Goering pues este comentó en una alocución por radio que la RAF nunca bombardearía Berlín, unas pocas horas después las primeras bombas Británicas golpearon el corazón del Reich.

Las fuerzas de tierra tendrían que valerse casi sin ningún suministro, apenas los que llevaran en su primer asalto, pues ante la escasez de transportes para realizar el cruce del canal, tendrían que esperar a que los buques que les habían llevado a tierra regresasen a Francia a cargar más fuerzas y suministros. El asalto aerotransportado era del todo insuficiente, se necesitaban el doble de las fuerzas asignadas para lograr el control de algunos aeródromos en la zona de invasión, con el fin de poder transportar parte de los suministros por aire y mantener un pasillo abierto entre las fuerzas aerotransportadas y las cabezas de playa. Se tenía previsto que las fuerzas de invasión estuvieran en su totalidad en Gran Bretaña en un plazo de 10 días, algo completamente irresponsable pues nunca podrían conseguir mientras tanto el suficiente poder para aferrarse a las cabezas de playa.

El cruce del canal, estaría constantemente hostigado por los submarinos Británicos y las unidades menores de la Royal Navy. Se producirían pérdidas entre los escasos transportes, lo que ralentizaría aun más el envío de las tropas y suministros. Así pues la operación “León Marino” nunca fue tomada en serio como la campaña del “Blitzkrieg” de Francia o “Barbarroja” en 1941.

La responsabilidad de la Luftwaffe de conseguir el dominio de los cielos, fue entorpecida una y otra vez por objetivos estúpidos de carácter propagandísticos. La moral y disciplina cayeron tanto en Septiembre de 1940, que la Luftwaffe estaba próxima al motín, pues la continua e inútil sangría de las tripulaciones veteranas en los cielos del canal y de Gran Bretaña, provocaban que discutieran las órdenes y en algunos casos se negasen a volar.

El desastroso resultado de “Seelöwe” en Septiembre de 1940, tuvo sus consecuencias en un plazo corto, pues las pérdidas de aparatos y tripulaciones experimentadas no habían sido repuestos para “Barbarroja” en 1941, lo que se tradujo ese año en que no se pudieran obtener los resultados esperados en la campaña del este. Los grandes movimientos envolventes en la llanuras rusas, nunca fueron apoyadas con la precisión y potencia por la Luftwaffe, como lo fueron en la Europa Occidental en 1940 y por lo tanto se tuvieron que detener en ocasiones los grandes avances blindados para embolsar y aplastar fuerzas soviéticas cercadas, cosa que era tarea de la infantería con ayuda de la Luftwaffe y no de los panzers.

José Miguel Fernández Gil
"Alm. Yamamoto"
alm_yamamoto@hotmail.com

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