Casos de Estudio 003:

Estudio de factibilidad de la
Operación "Seelöwe"

Conclusiones generales II

Operación "Seelöwe" Mapa del plan de invasión final (Se abre en una ventana independiente para tenerlo a la vista mientras se lee el artículo)

Nota: Durante el desarrollo del Caso de Estudio se han ido exponiendo las dificultades con las que se enfrentaban los alemanes para montar una invasión a las islas británicas. Aparte de las ya mencionadas y analizadas, citaremos las siguientes, las cuales son apreciaciones personales del autor de este artículo. Dejamos abierto a través del FORO de nuestro sitio, un canal para quienes deseen hacer llegar sus puntos de vista al respecto.

Dejando al margen las amplias posibilidades de victoria que los alemanes tuvieron durante junio y julio, la premisa de este caso de estudio es la continuación de la ofensiva de la Luftwaffe sobre los aeródromos y las estaciones del mando de cazas de la RAF tras el 7 de septiembre.

Fue en septiembre cuando los británicos redistribuyeron sus unidades para hacer frente a una invasión en el sur del país; hasta el momento creían que se iba a llevar a cabo en el norte desde Noruega (los Spitfires de reconocimiento no tenían tanta autonomía y las concentraciones de navíos en el Canal se estaban produciendo de un modo muy lento).

Hemos de ser realistas y considerar que Francia es improbable que hubiese entrado en la guerra del lado alemán. Mers-el-Kebir creó una tensa atmósfera entre los antiguos aliados pero la proposición de Laval fue completamente desestimada.

El interés de Francia radicaba en mantener su imperio y la de salvar cuanto pudiera de su territorio patrio. Por otro lado, los británicos dejaron de presionar en el momento oportuno, si no hubieran adoptado esa medida, la situación se les podía haber ido de las manos y tal vez Francia sí entrase en la guerra.

La consecución de la superioridad aérea por parte de la Luftwaffe no habría garantizado la escolta de los convoyes en el Canal (y eso sin tener en cuenta la baja eficacia demostrada en el ataque contra navíos principalmente en la campaña noruega), antes bien, hubiera tenido que elegir entre mantener la presión sobre la RAF o dar protección a sus barcos. Por otro lado, el mal tiempo que se avecinaba hubiera dado un respiro a la RAF que le hubiera permitido reconstruir su mando de cazas.

El empleo táctico de los fallschirmjäggers -ineludible al estar gravemente herido Student- les hubiera aniquilado, pues las defensas anti-paracaidistas en la zona eran muy firmes. Si Student hubiera estado el mando habría optado por un uso estratégico de las mencionadas unidades.

Si Gran Bretaña hubiese sido conquistada, Peter Fleming en su libro Operación León Marino considera que hubiera sucedido lo siguiente:

La flota hubiera sido enviada a Canadá.

No se hubieran mandado tropas a Grecia con lo que Barbarroja no se hubiera demorado al no existir amenaza de bombardeo inglesa sobre los campos petrolíferos de Ploesti.

Wavel no hubiera atacado en Libia.

Sin la cobertura británica, tal vez Yugoslavia no hubiera sufrido el golpe de estado (aunque a tenor de la resistencia que presentó durante la invasión alemana es difícil que hubiera retrasado Barbarroja).

No habría habido convoyes hacia la URSS.

Japón hubiera ocupado sin disparar un solo tiro las antiguas colonias; posiblemente Australia y la India también. Eso habría requerido un tiempo de consolidación.

Estados Unidos habría podido rearmarse rápidamente al no enviar material ni a Gran Bretaña ni a la URSS y habría trabajado en preparar su defensa. Sin el trampolín británico no se habría aventurado a enviar fuerzas a otros teatros de operaciones. Se encontraría amenazada por naciente y por poniente.


Las consecuencias directas de que no se llevara a cabo Seelöwe, nuevamente según Fleming, fueron:

Se tuvo que bloquear y bombardear Gran Bretaña robando recursos a la Luftwaffe y la Kriegsmarine de otros escenarios.

Se tuvo que mantener la amenaza de invasión.

Exigió guarniciones cuantiosas en Noruega.

El envío del DAK a Libia.

Mantener ejércitos de ocupación en Yugoslavia, Grecia, Creta...

Atacar los convoyes destinados a URSS.

Todo ello mermará recursos al ataque alemán en la Unión Soviética; algunos autores achacan buena parte de la derrota a esta dispersión de fuerzas por parte de los alemanes, por el contrario, la concentración de recursos, siempre según estos mismos autores entre los que se encuentra K.J. Macksey, les hubiera dado buenas posibilidades de éxito.

Por último, los transportes de las tropas eran inapropiados y cualquier contratiempo hubiera provocado un desastre de grandes proporciones.

Era más lógico plantear Seelöwe para 1941 y desarrollar una estrategia antibritánica global y con la más amplia participación posible.

Resumiendo, es difícil deducir si Seelöwe hubiera tenido éxito si hubiese sido llevada a cabo el 21 de septiembre de 1940 aunque parece improbable, pese a ello todo parece indicar que los altos mando alemanes no se planteaban en serio una invasión y que es probable que, en caso de superioridad aérea de la Luftwaffe, recién se lo hubiesen empezado a plantear en serio y que la invasión resultara demorada hasta 1941 por los retrasos propios (reales o ficticios) de ello derivados.

Por otro lado; ¿hubiera sido conveniente lanzar la primera oleada en septiembre de 1940 y mantener contra viento y marea una cabeza de playa de cara a una ulterior y mejor planificada invasión?.

José Ignacio Pasamar López
JOSE_I_PASAMAR@usuarios.plcendesa.com

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