Casos de Estudio 003:

Estudio de factibilidad de la
Operación "Seelöwe"

Situación del Ejército Británico

Operación "Seelöwe" Mapa del plan de invasión final (Se abre en una ventana independiente para tenerlo a la vista mientras se lee el artículo)

La situación del Ejército Británico era bastante comprometida en los meses posteriores a la evacuación de Dunkerke. No solamente habían sido expulsados del continente europeo (con el sabido efecto desmoralizador y de desorganización de sus unidades) sino que debieron abandonar casi todo el material pesado de sus unidades. Para sumar un punto más a este estado de fragilidad, los británicos tenían que velar al mismo tiempo por sus posesiones en todo el globo, en especial las más amenazadas de África. De todas formas, la fragilidad de los británicos era relativa, pues en el peor de los casos se deberían enfrentar a un ejército alemán que desembarcase en sus costas, falto de blindados y artillería en gran cantidad, y con el consabido problema de los suministros.

Se calculaba en ese momento, que serían necesarias 3 semanas para reorganizar la BEF. Entre tanto solamente se disponían de 15 divisiones de infantería y 1 División Acorazada (DAC). El potencial medio de las mismas era de 11.000 hombres (la mitad de sus efectivos) y 2 de ellas no tenían una instrucción adecuada; 5 tenían poca instrucción; y solamente 9 estaban bien entrenadas.

Para junio de 1940 la fuerza del ejército británico en las islas metropolitanas era de: 200 tanques medianos y pesados, 300 tanques ligeros, 786 cañones de campaña y 167 cañones contracarro.

Como resultado de que Inglaterra era la única nación que seguía en pie contra Alemania e Italia, las fuerzas de otras naciones que pudieron escapar a la destrucción se les unieron, resultando que para octubre de 1940 el ejército británico contaba además con la disponibilidad de : 18.000 polacos, 850 franceses, 15.000 noruegos, 1.500 holandeses, 800 belgas y 3.000 checoslovacos.

Los alemanes estimaban que en Gran Bretaña había 34 ó 35 divisiones cuando realmente había 29 y 8 Brigadas (6 de ellas blindadas). Según los primeros cálculos alemanes, cuando estimaban en 20 las divisiones británicas, suponían necesarias 40 divisiones propias para la invasión, es decir una superioridad de 2 a 1.

A pesar de la inminente amenaza de invasión, el 10 de agosto, el Estado Mayor Imperial resuelve, con la aprobación de Churchill, enviar en forma inmediata a Egipto una fuerza de 154 tanques, de los cuales 50 eran del tipo pesado Mark II “Matilda” y una importante cantidad de piezas de artillería, ametralladoras y cañones antitanques. De esta forma la defensa de las Islas Británicas quedaba, en ese momento, reducida a la mitad en cuanto a vehículos blindados.

El carro de infantería Matilda II desesperadamente necesitado por el Ejército británico ante la amenaza de invasión

El equipo disponible en Gran Bretaña enfrentaba además el problema del racionamiento de municiones. Se disponía del siguiente material:

o Cañones cc de 2 pulgadas: 54

o Cañones Bren: 2300

o Morteros de 2 y 3 pulgadas poquísimos

o Carros blindados: 37

o Tanquetas: 395

o Tanques de Infantería: 72

o Tanques pesados: 33

o Cañones de campaña: 420 (200 granadas p.u.)

o Cañones medios y pesados: 163 (150 granadas p.u.)

o Más 47 Baterías Costeras.

Un ejemplo de lo anterior es que en St. Margaret's Bay (Dover) existía un frente de entre 6 y 8 kilómetros cubierto sólo por 3 cañones cc con 6 disparos cada uno.

El general Ironside (general jefe de las Fuerzas armadas metropolitanas) planteó un plan defensivo de 3 barreras:

o 1.- Zona atrincherada en la costa con defensores adiestrados y una reserva móvil.

o 2.- Home Guard con una defensa en profundidad en el sur.

o 3.- Reserva principal.

Agradecimiento: a José Ignacio Pasamar López por el material aportado para el presente artículo

Gabriel Mansilla
gabman@adinet.com.uy

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