Casos de Estudio 002:

Operación "MI" Batalla de Midway

Los portaaviones japoneses: “Los protagonistas”

Veamos ahora los auténticos protagonistas de la guerra en el mar: Los portaaviones. Para la operación “MI”, Yamamoto tenía pensado emplear todos los que disponía la Marina Imperial.

El Vicealmirante Hosogaya y su 5ª Flota contaría con el flamante Junyo y el veterano Ryujo, para el ataque a las Aleutianas. Yamamoto se reservó para si y su 1ª Flota el primer portaaviones que se diseño y construyó como tal en el mundo: el vetusto y obsoleto Hosho, el cual llevaría 8 B5N para misiones antisubmarinas. El vicealmirante Kondo y la 2ª Flota contaría con el Zuiho, debería haber llevado además el Shoho como protección del grupo de invasión y apoyo de las tropas durante las operaciones en Midway, pero fue hundido en el Mar del Coral. Y por último el Vicealmirante Nagumo y la 1ª Flota Aérea contaría con su grupo de batalla al completo: los portaaviones Akagi (insignia) y Kaga; Hiryu (insignia del Contraalmirante Yamaguchi) y Soryu; Zuikaku (insignia del Contraalmirante Hara) y Shokaku.

Desgraciadamente el Shokaku resultó dañado durante la proyectada invasión de Port Moresby, lo que le obligaría a permanecer por tres meses en dique seco y el Zuikaku no tomó parte en la batalla de Midway por las causas que a continuación se detallan.

Una enorme euforia y una, posiblemente fundada, sobreestimación del auténtico potencial propio hizo que el Zuikaku fuese descartado para la batalla. Las razones alegadas fueron que debido a las fuertes bajas sufridas por el componente aéreo del Zuikaku, aunque rellenadas por los supervivientes del Shokaku, necesitarían cierto tiempo para conjuntarse en formación de combate y que el número de dotaciones aéreas no completaban los máximos efectivos del portaaviones. Esta excusa se verá mas tarde también refutada. Nuevos datos aparecidos posteriormente indican que en el Japón existían dos agrupaciones aéreas listas para embarcarse en portaaviones: el Grupo Aéreo de Tateyama que contaba con 12 B5N y el Grupo Aéreo Naval de Yokosuka que contaba con 12 D3Y y 36 B5N. Cualquiera de ambos grupos podían haberse embarcado en el Zuikaku. De todas formas el Zuikaku no estaba tan vacío de aviones como cabía esperar. Cuando el 21 de mayo arribó al Japón contaba con un grupo aéreo formado por: 25 A6M (7 más que su dotación normal), 17 D3Y (10 por debajo) y 10 B5N (17 menos de su dotación normal). Rellenándose las dotaciones con los reemplazos existentes se podía haber puesto al buque en estado operativo. Por razones tácticas nunca se lanzaban en la primera oleada el 100% de los aviones de cada tipo, se reservaban una parte de él para un segundo ataque ya fuera contra el mismo objetivo u otro nuevo. Bajo estas condiciones no era necesario que todos los aviones de cada tipo supiesen volar en perfecta formación, se podía dividir las formaciones que se habían entrenado juntas en cada oleada.

Para acabar con esta primera parte del análisis podríamos añadir que de haber estado presente el Zuikaku en Midway, existen grandes posibilidades que hubiera compartido la misma suerte que los demás.

 

Veamos ahora brevemente y a rasgos generales algunas características técnicas de los 4 grandes portaaviones de ataque de Nagumo:

AKAGI: 25-03-1927, 41.300 Tns, 260,7x29x8,07 Mts, 31 nudos, 10x8”(203mm); 16x5”(127mm); 22x25mm, 90 aviones (55 en Midway +6 del 6º AG).

KAGA: 31-03-1928, 42.541 Tns, 238,5x29,6x7,93 Mts, 28 nudos, 10x8”(203mm); 16x5”(127mm); 22x25mm, 90 aviones (63 en Midway +9 del 6º AG).

SORYU: 29-12-1937, 18.880 Tns, 227,5x21,3x7,62 Mts, 34 nudos, 12x5”(127mm); 31x25mm, 73 aparatos (56 en Midway +3 del 6º AG).

HIRYU: 05-07-1939, 20.250 Tns, 227,4x22,32x7,84 Mts, 34 nudos, 12x5”(127mm); 31x25mm, 73 aparatos (54 en Midway +3 del 6º AG).

Si vemos los datos sobre la capacidad de aviones que podían transportar los 4 portaaviones de Nagumo, dan la nada despreciable capacidad de 326 aparatos. Pero si observamos los aviones que Nagumo embarcó en los mismos para la operación “MI” solo dan la cantidad de 228 aparatos operacionales para el ataque a Midway. Nagumo también transportaba 21 cazas pertenecientes al 6º Grupo Aéreo (AG) destinado al atolón de Midway para que operasen desde él una vez conquistado.

Si vemos las capacidades máximas que se podían transportar y los que finalmente se transportaron en los 4 portaaviones nos viene a la mente la siguiente pregunta: ¿Porqué no se completaron al máximo las dotaciones aéreas de los portaaviones?. Las respuestas son varias pero expondremos las principales, las que llaman poderosamente la atención.

1ª) Paradójicamente en el país que impulsó la creación de la primera flota poderosa de portaaviones, la industria aeronáutica estaba estancada en la fabricación de aviones de combate de primera línea, es decir no se impulsaron planes de apertura de nuevas factorías de fabricación de aviones de combate para aumentar la capacidad de fabricación de aviones, hasta que la guerra estalló. Por ello no solo el insuficiente número de reemplazos de aviadores mermaban las nuevas incorporaciones a la flota, sino también la falta de aparatos para estos.

2ª) La segunda respuesta llama la atención porque es un dato que aunque parezca nimio, influyó enormemente en el número de aviones que embarcaron los portaaviones Akagi y Kaga en todas las operaciones que participaron. Tiene mucho que ver con la antigüedad de dichos portaaviones: estos buques tenían unos elevadores para los aparatos bastante antiguos y su velocidad de operación era la mitad de la de los más modernos Soryu, Hiryu, Shokaku y Zuikaku, es decir que por cada dos aparatos que eran ubicados en la cubierta de vuelo de los 4 anteriores el Akagi y Kaga solamente podían estacionar uno. Este dato se les pasó por alto a los ingenieros cuando en la década de los 30 reconstruyeron estos buques. Cuando se preparaba la primera oleada de ataque este dato no era de vital importancia, pues estos aparatos eran elevados con horas de anticipación sobre la cubierta de vuelo, pero si durante las restantes operaciones del día se debían elevar con la máxima rapidez los aparatos a la cubierta de vuelo para lanzar la siguiente oleada de ataque, la mitad de los portaaviones estarían listos para lanzarlos justo en la mitad de tiempo de lo que necesitaban las tripulaciones de cubierta de los Akagi y Kaga en ubicar los suyos, demorando inútilmente el lanzamiento conjunto de la fuerza de ataque o si era necesario reforzar la CAP, con aparatos de dichos portaaviones estos tendrían un bajo nivel de efectividad en combate. Es por ello que la flota de portaaviones debía operar siempre a la velocidad del más lento y por ello dichos portaaviones siempre tuvieron que operar como quien dice, bajo mínimos. Sus inmensos hangares parecían estar patéticamente vacíos aun cuando llevaban su dotación completa de aviones asignados.

3ª) La tercer respuesta que encontramos parece ser la más grave. En el período comprendido entre Pearl Harbor y la campaña del Indico, la producción del B5N fue suspendida en espera de la introducción del mejorado B6N, pero cuando los planificadores de la Armada Imperial se dieron cuenta que el “Tenzan” no estaría listo para su producción en 1942, ordenaron poner otra vez en producción el B5N, pero demasiado tarde. Durante esos meses ningún “Kate” salió de las factorías para reemplazar los perdidos y siempre la Armada Imperial arrastró ese déficit de aparatos.

4º) Finalmente tenemos que la entrada en servicio de los Shoho y Junyo entre enero y mayo de 1942, precisó de grupos aéreos entrenados para ser embarcados en ellos. Debido al restringido número de dotaciones y aparatos listos para ellos, restó el envío de reemplazos a los restantes y lo más grave también era la próxima puesta en servicio de otros portaaviones durante ese año, lo que seguía mermando las exiguas reservas de pilotos y aparatos preparados para ellos y para servir de reemplazos en los existentes.

Como vemos la continua sangría de las dotaciones aéreas embarcadas y la falta de reemplazos preparados y aparatos de reserva abocaban a una grave crisis a la Armada Imperial hacia el final de 1942. Podríamos decir sarcásticamente que la derrota nipona en Midway solucionó en parte esos problemas en un futuro inmediato, la destrucción de las tres cuartas partes de la 1ª Flota Aérea eliminó la necesidad de reservar una limitada parte de las cada vez más exiguas reservas para reemplazar las pérdidas en combate de esos portaaviones.

Continúa en: Disposición de las fuerzas de batalla de Yamamoto

José Miguel Fernández Gil
"Alm. Yamamoto"
alm_yamamoto@hotmail.com

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