D4Y - Suisei
 

D4Y - Suisei

El bombardero en picado Yokosuka D4Y Suisei

No tan conocido como su antecesor, el famoso Aichi D3A “Val” (el avión del Eje que más tonelaje de buques aliados hundió durante la SGM), el Yokosuka D4Y fue el encargado de reemplazar a este confiable pero ya superado avión a partir de 1943, en un momento en el que la etapa de espectaculares triunfos japoneses en el Pacífico y el Sudeste Asiático ya había terminado, y los japoneses se hallaban ahora a la defensiva frente al cada vez más imparable empuje del contraataque norteamericano. Carente por tanto de las mismas condiciones favorables que el “Val”, el Suisei se vio obligado a desempeñar su misión en cielos plagados de cazas hostiles contra los cuales sus propios cazas de escolta, en el mejor de los casos, no eran capaces de proveer protección suficiente. Si bien el Suisei adolecía de algunos defectos (por otra parte comunes a muchos aviones japoneses de su tiempo) estos no opacaban sus excelentes características, y seguramente, de haber combatido en otra situación, hubiera logrado emular los éxitos del aparato al que reemplazaba. Con todo, el D4Y, “Judy” para los aliados, cosechó algunos logros notables y cumplió dignamente su papel, mereciendo (como tantos otros aviones nipones) una suerte mucho mejor de la que finalmente tuvo.

El Suisei es también notable por otro hecho: se trata de uno de los dos únicos aviones de combate importantes del Japón en ir propulsado por un motor enfriado por aire durante la Segunda Guerra Mundial (el otro fue el caza Kawasaki Ki-61 Hien del Ejército).

La génesis de este aparato de bombardeo en picado y ataque comenzó en 1938, cuando la Marina Imperial adquirió uno de los prototipos del avanzado bombardero en picada alemán Heinkel He-118. Junto con este prototipo (el V4) Japón adquirió los derechos de fabricación y desarrollo del modelo.


D4Y-2 (Imagen ampliable)

El avión germano demostró poseer unas características muy prometedoras para su época. Propulsado por la versión Aa del famoso motor en “V” invertida Daimler-Benz Db-601 (el mismo que propulsaría a los Messerschmitt Bf-109 a partir del modelo E) con una potencia de 1175 hp, el bombardero Heinkel alcanzó los 418 km/h de velocidad máxima durante las pruebas. Muy impresionado por estas actuaciones, el Alto Mando de la Marina Imperial planeó de inmediato la fabricación en serie de una versión basada en portaaviones del diseño alemán. El prototipo adquirido, redesignado por los nipones como DXHe-1, fue sometido continuamente a pruebas hasta que se estrelló en vuelo debido a fallos estructurales. Esto no disminuyó el interés de la Marina, que deseaba una versión propia del DXHe-1 como bombardero en picado de alta velocidad para equipar a sus portaaviones en reemplazo del D3A, que por esos momentos estaba entrando en servicio. Para este cometido, se instruyó al Dai-Ichi Kaigun Koku Gijisusho (1ºer Arsenal Técnico Aeronaval de la Marina) de Yokosuka para que desarrollara una versión de este avión, aunque más pequeña a fin de acomodarse en los citados buques. El requerimiento para este tipo de avión fue emitido formalmente como 13-Shi, en 1938, y solicitaba que el aparato alcanzara una velocidad máxima de 518 km/h, una velocidad de crucero de 427 km/h, un alcance máximo, sin carga operativa, de 2222 km, y un alcance operacional, con carga de 250 kg. de bombas, de 1482 km.

El desarrollo del avión quedo a cargo de un equipo de diseñadores bajo la guía del ingeniero Masao Yamana.

El diseño creado por este equipo resultó extremadamente elegante: se trataba de un monoplano de líneas muy limpias, con ala de implantación media-baja cantilever (equipada con 3 frenos aerodinámicos para el bombardeo en picado), tren de aterrizaje retráctil (de configuración clásica) y una tripulación de dos personas que se acomodaban en tandem dentro de un largo cockpit , cubierto por una cabina alargada y aerodinámica, que ofrecía una muy buena visibilidad. Dentro de su fuselaje, de construcción enteramente metálica, iba ubicada una estiba ventral en la cual podía llevarse una bomba de hasta 500 kg, y de esa manera la carga útil del avión no entorpecería con sus cualidades aerodinámicas.

Además de su carga de bombas, el bombardero llevaba como armamento dos ametralladoras Tipo 97 de 7,7 mm en el morro, y una de 7,92 mm Tipo 1, en posición defensiva en la parte trasera de la cabina, manejada en vuelo por el navegador.

La envergadura del nuevo avión era incluso más pequeña que la del A6M Zero, por tanto la instalación de un sistema de plegado del ala se hizo innecesaria. De hecho, el nuevo modelo era bastante más pequeño que el He-118 original (con una envergadura acortada en 4,5 metros y un largo menor en 1,6 metros al del avión germano) y también era más liviano. A pesar de esto, el diseño del equipo de Yamana podía llevar una carga de combustible igual a la del mucho más grande D3A1.

Su característica más notable para la época era la de ser propulsado por un motor lineal, en una época en que todos los modelos japoneses de última generación eran propulsados por motores radiales refrigerados por aire. El motor destinado a impulsarlo era el Aichi AE-1 Atsuta de 12 cilindros en V invertida, versión construida con licencia del DB-601 teutón. Sin embargo, este motor no estuvo disponible a tiempo, por lo que los primeros 5 prototipos volaron finalmente con motores alemanes DB-600G, de 960 hp, adquiridos directamente a la Daimler-Benz, los que impulsaban una hélice tripala metálica de paso constante.

El primer prototipo del avión, que fue denominado D4Y1 por la armada, estuvo listo en noviembre de 1940, y realizó su vuelo inaugural el mes siguiente. A pesar de que el DB-600G ofrecía unas prestaciones un 20% inferiores a las esperadas del Atsuta, las características de vuelo superaron las expectativas más optimistas del Alto Mando. El avión superaba ampliamente la velocidad máxima especificada en el 13-Shi, y era muy maniobrable y de fácil manejo. Entusiasmada por esto, la Marina ordenó acelerar el proceso de pruebas, y durante los meses siguientes se entregaron otros 4 prototipos más, todos propulsados por el motor alemán.

Lamentablemente, durante las pruebas de bombardeo en picada se detectaron los primeros problemas, en forma de fenómenos de flutter en el ala, que provocaron aplastamientos en los largueros. La producción en serie, que había sido encargada a la Aichi en su planta de Nagoya, sufrió entonces retrasos, debido a la necesidad de reforzar la estructura alar, y durante algún tiempo el futuro del programa pareció estar en peligro.

Con todo, y debido a las excelentes prestaciones en velocidad, maniobrabilidad, techo máximo y alcance del D4Y1, se consideró aconsejable ponerlo en producción como aparato de reconocimiento embarcado, y con ese destino comenzaron a salir de fábrica, en la primavera de 1942, los primeros D4Y1 de serie, que diferían del prototipo en ir propulsados ya por motores Atsuta, del modelo AE1A Atsuta-12 de 1200 caballos.

Tres de estos ejemplares de pre-producción, adecuadamente equipados con una cámara fotográfica en la parte posterior del fuselaje, fueron los primeros en entrar en acción, embarcados en el portaaviones Soryu durante la Batalla de Midway, en junio de 1942. Como es sabido, durante esa batalla, los japoneses solo detectaron a los portaaviones norteamericanos demasiado tarde, cuando ya los ataques de los bombarderos en picada lanzados por los norteamericanos estaban en camino. Esto les costó a los japoneses la pérdida de los portaaviones Akagi, Kaga y del mismo Soryu. Entretanto, ya un hidroavión del crucero Tone había avistado a los portaaviones norteamericanos, y un solitario D4Y1 del Soryu también lo hizo poco después, pero no pudo comunicar el avistamiento por un mal funcionamiento de su aparato de radio. Sin embargo cuando este avión volvió a su barco, el portaaviones japonés estaba en llamas, y el avión de reconocimiento hubo de aterrizar en el Hiryu, gemelo del Soryu, que había escapado a los ataques por hallarse cubierto por un manto de nubes.

De todas maneras, este aparato también se perdió al día siguiente, cuando con un nuevo ataque aéreo los norteamericanos echaron a pique al Hiryu (no antes de que un ataque de este último dejara fuera de servicio al Yorktown, que luego se hundiría).


D4Y-2 Yokosuka Kokutai

Así, el bautismo de fuego del diseño no fue demasiado prometedor. A pesar de ello la marina adoptó el D4Y como su modelo de reconocimiento embarcado, y continuó usándolo en esta función hasta la aparición del C6N en 1944 (en una época en que, de todas maneras, ya no le quedaban portaaviones de gran tamaño operativos). En junio de 1942 comenzó a ser producida la versión D4Y1-C de serie, o “Avión de Reconocimiento Embarcado Tipo 2 de la Marina”, con una cámara K-8 en el fuselaje. Durante la batalla del Mar de las Filipinas, los portaaviones pesados de Ozawa llevaban nueve D4Y1-C junto a los Suisei de ataque.

Entretanto, la urgente necesidad de un reemplazo para el ya anticuado D3A2 llevó finalmente a la entrada en servicio del modelo D4Y1 “Suisei” (Cometa). Este había recibido las mejoras y refuerzos en el ala, los frenos de picado y la célula, habilitándolo para las funciones de bombardeo en picado para las cuales originalmente se lo había diseñado. La producción de esta variante, la primera específicamente de ataque, comenzó en marzo de 1943, y de inmediato empezaron a recibirlos los Kokutais de bombardeo en picado de la Armada Imperial, donde operó en principio junto al D3A2.

Los aliados pronto se enfrentaron en combate a este nuevo aparato, al que denominaron, de acuerdo a su sistema de designaciones (que asignaba nombres de mujeres a los bombarderos y aviones de ataque) como “Judy”. Pronto el avión japonés participó de los duros combates en las Gilbert, las Marshall y Truk, contra una U.S.Navy cada vez más poderosa y a la ofensiva. El diseño pronto reveló sus cualidades y sus defectos: por un lado era un avión extremadamente rápido y maniobrable, con buenas prestaciones de techo, alcance y carga útil. Por otro lado, sin embargo, muchas concesiones se habían hecho a fin de lograr estas capacidades, y el Suisei era terriblemente vulnerable una vez alcanzado, al carecer casi totalmente de blindaje y de tanques de combustible autosellables. Otra de sus desventajas era la poca confiabilidad del motor, propenso a fallos y roturas, y el difícil mantenimiento de éste por los mecánicos japoneses, acostumbrados a motores de refrigeración por aire.

Era, en definitiva, un buen avión, algo penalizado por su mecánica, pero sin embargo muy capaz de cumplir su tarea, siempre y cuando contara con una adecuada escolta de cazas. Lamentablemente para los japoneses, en un momento en que los Hellcats y Corsairs estadounidenses se imponían ya plenamente a sus cazas Zero, esto muchas veces, no era posible, y los D4Y sufrieron fuertes pérdidas durante esas campañas, tanto en el aire como en tierra.

Mientras tanto había continuado el desarrollo del modelo, y el modelo D4Y1-KAI (mejorado) disponía de uniones para lanzamiento con catapultas, a fin de operar desde portaaviones pequeños. Ese fue el último desarrollo de la serie D4Y1 que concluyó con la construcción de unos 660 aparatos, por la Aichi, en Nagoya, más un número indeterminado de aparatos producidos por e1 1º Arsenal Aeronaval, en Hiro (que se había sumado a la fabricación del modelo, en un intento por construir el mayor número posible en poco tiempo). La siguiente versión del Suisei, un verdadero salto adelante en la serie, fue denominada D4Y2 Modelo 12, e iba propulsado por la nueva versión AE1-P modelo 32 del Atsuta, de 1400 hp. Este nuevo y más potente motor aumentó la velocidad de punta del Judy hasta los 579 km/h, más rápido, de hecho, que el A6M5 Zero, y más de 140 kilómetros por hora más veloz que el nuevo bombardero en picado estadounidense, el SB2-C Helldiver (aunque éste último, ya en su versión inicial C1 podía transportar una carga máxima de bombas un 30% más pesada). Este mejorado Suisei comenzó a salir de las líneas de ensamblaje en abril de 1944, y sería fabricado por Aichi hasta un total de 326 unidades, a las que se sumarían las fabricadas en Hiro. Del D4Y2 pronto aparecieron nuevas versiones: el D4Y2-KAI Modelo 22 tenía, al igual que la versión homónima del D4Y1, soportes para permitir el lanzamiento con catapultas. De estas dos variantes aparecieron, a su vez, los D4Y2a y D4Y2a-KAI, en los cuales la ametralladora defensiva de 7,92 mm era reemplazada por una Tipo 2 de 13 mm. También existió la versión D4Y2-C, variante de reconocimiento del Modelo 12.

Los Judy modelo 12 y 22 fueron prontamente distribuidos a las unidades terrestres de la 1ra. Koku-Kantai (Flota Aérea) y a las embarcadas en la 1º Kido Kantai (Flota Móvil) de portaaviones, del almirante Ozawa, justo a tiempo para participar de la más grande batalla de portaaviones de la guerra: la Batalla del Mar de las Filipinas. A partir del comienzo de los ataques aéreos norteamericanos sobre los aeródromos japoneses en las Islas Marianas, unidades de bombardeo en picado equipadas con el Suisei, y operando desde estas mismas islas, así como desde Yap, en las Carolinas Occidentales, comienzan a realizar ataques contra la T.F.58 de Mischter, sufriendo severas pérdidas en el proceso, tanto en el aire, contra las Hellcats norteamericanos, como en tierra, durante los raids contra sus aeródromos. A pesar de esto logran un par de éxitos, y el 17 de junio, una formación de 17 Suiseis basados en Yap (y acompañados por bimotores P1Y y cazas A6M) dañan gravemente al portaaviones de escolta U.S.S Fanshaw Bay (CVE-70) el cual se ve forzado a retirarse a Pearl Harbour para reparaciones. Las pérdidas sufridas, sin embargo, fueron bastante graves en éste y otros ataques. Pero lo peor aun estaba por llegar...

El 19 de junio comienza la batalla propiamente dicha, y ya por la mañana, un par de Hellcats abaten uno de los Judy de reconocimiento de Ozawa. Más tarde, durante esa misma mañana y la tarde siguiente, el aproximadamente centenar de Suiseis embarcados en los portaaviones japoneses formarían parte de las 4 oleadas de ataque lanzadas contra los portaaviones de la US Navy. Terriblemente superados en número por los Hellcats enemigos, y con sus propios Zero ya superados y en muchas ocasiones deficientemente pilotados, incapaces de proporcionarle una protección eficaz, las escuadrillas de ataque niponas fueron masacradas. El D4Y2, muy vulnerable al impacto de las armas enemigas, se convirtió en una presa fácil para los cazas estadounidenses, que atacaron sus formaciones prácticamente con impunidad. Las pérdidas sufridas por los Suisei son terribles (dos pilotos norteamericanos, Alexander Vraciu y Wilbur Webbs, derribaron ellos solos 6 de los bombarderos en picado Yokosuka cada uno) así como lo son las de los demás modelos participantes en el ataque.

Los Judys lograron un par de éxitos parciales, causando daños de menor entidad a los portaaviones Wasp y Bunker Hill, y, con un poco más de suerte, podrían haberles provocado heridas mucho mayores. Pero esto es un triste consuelo ante la magnitud de las pérdidas sufridas por los aviadores de la Kido Kantai durante la batalla: al terminar el día 19, más de 276 de los aviones embarcados nipones se habían perdido, junto con la mayoría de sus pilotos. Aún más aviones se fueron a pique con los portaaviones Taiho y Shokaku, hundidos por submarinos norteamericanos ese mismo día, y todavía otros más se perderían al día siguiente, durante un contraataque norteamericano que hundió al Hiyo y dañó a otros buques, terminando de sellar la total derrota japonesa.

Luego de la Batalla del Mar de las Filipinas, la fuerza de portaaviones japonesa dejaría, prácticamente, de contar en el teatro de operaciones, lo cual sin embargo no significó en absoluto el final de la carrera del Judy.

Mientras estos hechos acontecían, los japoneses seguían modificando y mejorando al Suisei, introduciendo nuevas versiones y adaptándolo a nuevas funciones. Una de ellas fue quizás la más extraña de las conversiones del modelo: el D4Y2-S Suisei-E, de caza nocturna. En esta versión se había removido el equipamiento para operaciones embarcadas, así como los soportes para bombas, y la estiba principal había sido sellada. La ametralladora defensiva de 7,92 mm fue retirada. En cambio, se instaló en la parte trasera del fuselaje, detrás de la cabina de pilotaje, un cañón de 20 mm Tipo 99 Modelo 2, en configuración similar a la alemana Schräge Musik (Música de Jazz) es decir, disparando oblicuamente hacia adelante y arriba, para golpear a los bombarderos enemigos en su vulnerable barriga. Una instalación similar, aunque más pesada, ya había sido instalada en el caza bimotor J1N1 Gekko, con bastante éxito. Lamentablemente, esto no se repitió en el Suisei-E, ya que el modelo carecía tanto de radar como de la trepada suficiente para ser un interceptor eficaz. El número producido de esta versión (en realidad, ejemplares convertidos desde D4Y2 de serie) fue, por lo tanto, pequeño. Algunos de los D4Y2-S llevaron instalaciones para cohetes aire-aire de 10 cm en las alas.

Un desarrollo mucho más importante estuvo relacionado con la planta motriz del avión. Como ya se ha dicho, el Atsuta había demostrado ser poco fiable y de difícil mantenimiento en combate, y esto llevó al equipo de diseño de Aichi a modificar la célula a fin de poder adaptarle un nuevo motor radial, mas fiable. El desafío era no perjudicar las sobresalientes prestaciones del aerodinámico Suisei al realizar estas modificaciones. El motor elegido fue el Mitsubishi MK8P Kinsey 62, de 14 cilindros, con una potencia de 1560 hp. Tomando en cuenta la delgadez del fuselaje original, los ingenieros lograron encajar el motor en el fuselaje del D4Y2, diseñando un radiador de baja resistencia aerodinámica, con una entrada de aire para el supercargador incluida en el labio superior de éste (a la manera del caza N1K1 Shiden). Las pruebas de vuelo demostraron que el nuevo modelo era similar en prestaciones al D4Y2, con incluso una pequeña mejoría en cuanto a trepada, y solamente pequeñas pérdidas en cuanto a techo y velocidad máxima. Como único punto en contra destacable, puede mencionarse la pérdida de visibilidad delantera y hacia abajo del piloto, causada por la nueva trompa de mayor tamaño. El Kinsey era mucho mas fiable que el Atsuta ( algo muy importante en un avión embarcado monomotor) y la nueva versión, denominada D4Y3 Modelo 33, comenzó a salir de las plantas de Nagoya y Hiro en marzo de 1944. Pronto apareció la versión D4Y3a Modelo 33-A, la que, al igual que sus equivalentes anteriores, montaba una ametralladora de 13 mm en reemplazo de la defensiva de 7,92 mm.

Algunas de las últimas series llevaron unidades de cohetes RATO (Rocket Assisted Take Off) para posibilitar el despegue desde portaaviones pequeños.

A partir de agosto de ese año, fecha en que finalizó la producción de los D4Y2 equipados con motor Atsuta, el Modelo 33 se convirtió en la única versión de producción del Suisei, hasta la aparición de los D4Y4 finales. El total de ejemplares producidos por Aichi fue de 536 hasta febrero de 1945, más un inderminado porcentaje de los 231 Suisei producidos en Hiro.

Mientras tanto, en el frente de combate, las unidades equipadas con el modelo continuaban entrando en desigual lucha contra los norteamericanos. Tras la caída de las Marianas en su poder, estos iniciaron el avance hacia las Filipinas. Los D4Y agrupados en los Kokutais de la 1ra. Koku-Kantai (en las Filipinas) y de la 2da. Koku Kantai (en Formosa) , así como los destacados en las Ryukyus, sufrieron los embates de los portaaviones estadounidenses a sus bases, en septiembre-octubre de 1944, y muchos aparatos se perdieron. Como anteriormente, los japoneses se vieron imposibilitados de montar un contraataque eficaz. En septiembre de ese año los aliados capturan Peleliu, en las Palaus, Morotai y el fondeadero de Ulithi, en las Carolinas, completando la preparación para los desembarcos en las mismas Filipinas. Finalmente, el 20 de octubre, las fuerzas norteamericanas, fuertemente protegidas por la flota del almirante Nimitz, comienzan el desembarco en Leyte, en el extremo occidental de las Filipinas.

Los japoneses reaccionan rápidamente, tratando de concentrar al máximo sus vapuleadas fuerzas y dirigiendo el poderío de los buques de batalla de su flota hacia la zona, en un plan que fue denominado simplemente Sho-1 (Victoria 1). Los portaaviones operativos restantes (Zuikaku, Chiyoda, Chitose y Zuiho), nuevamente al mando de Ozawa, no cumplen un rol predominante en los planes nipones: en cambio, su tarea es hacer de señuelo para alejar a los portaaviones norteamericanos de los grupos de desembarcos que estos protegen, a fin de permitir a las dos flotas de batalla, que incluyen la totalidad de los acorazados japoneses, destruirlos. A bordo de los 4 portaaviones se encontraban los mermados efectivos aéreos embarcados nipones, nada más que 116 aviones, de los cuales solo siete eran D4Y. La batalla, que fue luego conocida como Batalla del Golfo de Leyte, se dividió entre 4 enfrentamientos aeronavales principales entre, el 23 y 26 de octubre de 1944 (combates del mar de Subiyán, estrecho de Surigao, isla de Samar y Cabo Engaño) y terminó en desastre para la Rengo Kantai, que pierde, ante los aviones y buques norteamericanos, 3 de los acorazados, los 4 portaaviones, 10 cruceros y 11 destructores. Los norteamericanos también pierden un cierto número de buques, cuando una de las Fuerzas de Interdicción japonesa logra su objetivo de sorprender a los grupos de desembarco, pero una combinación de suerte, errores japoneses y la desesperada resistencia de los destructores y portaaviones de escolta evitan un desastre y completan la total derrota de la Marina Imperial, que ya no contará en adelante con poder para amenazar a los norteamericanos. En estos tremendos combates, los Judy embarcados participan solamente en débiles ataques contra los buques norteamericanos, sin causar ningún daño y sufriendo en cambio fuertes bajas.

Para los Suisei basados en tierra la suerte no es mucho mejor, sufriendo graves pérdidas los aparatos de la 2º Koku-Kantai en sus ataques contra los portaaviones norteamericanos. A pesar de esto, un solitario Judy logra, el día 24, alcanzar con dos bombas de 250 kilos al portaaviones U.S.S Princenton, el cual finalmente se hunde a causa de los incendios y destrucción que estas le provocan.

La Batalla del Golfo de Leyte es también conocida como el debut de una nueva arma, los Kamikaze (Viento Divino), es decir, aviones cargados de bombas y tripulados por pilotos suicidas, con el objetivo de impactar contra los buques enemigos. Este nuevo método de ataque aéreo consigue, inicialmente, un considerable éxito, hundiendo al portaaviones de escolta U.S.S St.Lô y dañando otros cuatro, el 25 de octubre de 1944. Entre los aviones participantes en estos ataques se encontraba un cierto numero de Suiseis, de los cuales dos se estrellan contra el portaaviones Kalinin Bay, causándole fuertes daños y dejándolo temporalmente fuera de acción.

A partir de este momento, los japoneses adoptan los ataques kamikaze como práctica estándar, y continuarán realizándolos a lo largo de toda la campaña de las Filipinas, así como las posteriores de Iwo Jima y Okinawa, causándoles graves daños a los estadounidenses. Precisamente para este cometido es que aparece, en febrero de 1945, la última versión de producción del Judy, la D4Y4. Anteriormente los D4Y habían sido utilizados esporádicamente como kamikazes en varias ocasiones, pero el nuevo Suisei, el Modelo 43, estaba destinado específicamente para este cometido. La tripulación había sido reducida a solamente una persona, y la ametralladora defensiva de 13 mm fue por tanto, removida. En cambio, la carga máxima ofensiva fue aumentada a una sola bomba de 800 kg, semiencastrada dentro del fuselaje. Los D4Y4 también llevaban unidades RATO, tanto para acortar la distancia de los despegues como para acelerar la picada final contra el buque enemigo.

Las prestaciones, sobre todo en velocidad máxima y trepada, se vieron algo reducidas por la nueva carga, más pesada. De todas maneras, siendo el Modelo 33 un arma de un solo uso, esto no pareció demasiado importante. El uso de este modelo, y de los Suisei anteriores, alcanzaría algunos éxitos, incluyendo daños al portaaviones norteamericano Enterprise, y al británico Illustrious, así como a muchos otros buques menores. El total de ejemplares producidos fue de 296, todos por la Aichi, a partir de febrero de 1945 y hasta el final de la guerra.

Sin embargo, no solo en este tipo de ataques fueron utilizados los D4Y: Muchos otros continuaron operando en unidades convencionales, basados en tierra, y combatieron durante los más de 6 meses que duró la campaña de reconquista por parte norteamericana de las Filipinas, así como en los combates subsiguientes.

A pesar de sufrir, como era esperable, graves bajas, los Judy alcanzan un par de triunfos, incluyendo el casi hundimiento del U.S.S Franklin (CV-13) por dos bombas lanzadas por un D4Y el 19 de marzo de 1945, cuando el portaaviones se encontraba lanzando ataques contra los aeródromos en el propio Japón. En este ataque pierden la vida 724 tripulantes, y otros 265 son heridos, siendo retirado el buque de los combates para extensas reparaciones. El 18 de Mayo, otro Judy causa daños menores al U.S.S Yorktown (CV-10). Otros muchos ataques, en general menos exitosos, se llevan a cabo contra los buques aliados hasta la rendición de Japón, en septiembre de 1945.

Para ese momento, una nueva versión del Suisei estaba en desarrollo, la D4Y5 Modelo 54. Esta debería de haber representado un nuevo salto hacia delante, al ir propulsada por el potente motor radial Nakajima JK9-C Homare 12, de 1825 hp, que propulsaría una hélice metálica de 4 palas de velocidad constante. Además, este nuevo Suisei hubiera solucionado por fin los problemas de falta de protección del diseño, ya que llevaba más blindaje para la tripulación y, por fin, tanques de combustible autosellables. Sin embargo, el prototipo de este avión aún estaba en construcción al terminar la guerra.

En definitiva, el D4Y fue un buen avión de ataque, que en general no tuvo la posibilidad de demostrar sus capacidades reales en esta función, enfrentado a los temibles cazas norteamericanos. En las raras ocasiones en que consiguió evadirlos, el D4Y se demostró tan letal como su antecesor, y un más que digno reemplazo para éste. La fabricación del avión totalizó los 2038 ejemplares, incluyendo los prototipos.


Maqueta de un D4Y-C

Características Técnicas de la serie D4Y

Modelo

D4Y1 Mod 11.

D4Y2 Mod 12 y 22.

D4Y3 Mod 33

D4Y4 Mod 43

Planta Motriz

1 x Aichi Atsuta 12 de 1200hp

1x Aichi Atsuta 32 de 1400 hp.

1 x Mitsubishi Kinsey 62 de 1560 hp

1 x Mitsubishi Kinsey 62 de 1560 hp

Velocidad Máxima

552 km/h a 4750 ms.

579 km/h a 5250 ms

574 km/h a 6050 ms.

563 km/h a 5900 ms.

Trepada

A 3000 ms en 5’14’’

A 3000 ms en 4’36’’

A 3000 ms en 4’35’’

A 5000 ms en 9’22’’

Techo de servicio

9900 ms

10700 ms.

10500 ms.

8450 ms.

Alcance Típico/ Máximo (*)

1574 km (típico) 3890 km (máximo)

1463 km (típico) 3603 km (máximo)

1518 km (típico) 2889 km (máximo)

1648 km (típico) 2889 km (máximo)

Armamento

2 ametralladoras Tipo 97 de 7,7 mm en el morro, una defensiva Tipo 1 de 7,92 mm en la cabina. Hasta 500 kg de bombas (en la variante de bombardeo en picado)

2 ametralladoras Tipo 97 de 7,7 mm en las alas, una defensiva Tipo 1 de 7,92 mm. En los tipos 11a y 22a, la ametralladora de 7,92 es reemplazada por una Tipo 2 de 13 mm. Hasta 560 kg de bombas.

Idem D4Y2. En el modelo 33a, la ametralladora defensiva de 7,92 milímetros es reemplazada por una Tipo 2 de 13 mm. Hasta 560 kg de bombas.

2 ametralladoras de 7,7 mm Tipo 97, en el morro. Hasta 800 kg de bombas, generalmente una sola bomba de ese tonelaje, semiencastrada en el fuselaje.

(*)=Nota: El alcance máximo se lograba con dos tanques suplementarios de combustible de 330 litros en las alas.

 

Unidades que operaron el modelo:

Embarcadas:

601 Kokutai: A bordo de los portaaviones Taiho, Zuikaku y Shokaku

652 Kokutai: A bordo de los portaaviones Hiyo y Junyo

653 Kokutai: A bordo de los portaaviones Chitose y Chiyoda.

2da. División de Portaaviones, en Midway: A bordo del portaaviones Soryu.

Otros portaaviones: Unryu

Portaaviones de Escolta: Taiyo, Unyo y Shinyo

 

Kokutais basados en tierra: 121º, 131º, 151º, 252º, 503º, 601º, 634º, 653rd, 701º, 721º, Chitose y Yokosuka.

 

Bibliografía:

Colección “Enciclopedia Ilustrada de la Aviación”, Volumen 10, Editorial Delta, 1984.

Aviones de la Marina Imperial Japonesa en la página Combinedfleet.com
http://www.combinedfleet.com/ijna/ijnaf.htm

“WW2 Wardbirds- Frans Bonné” http://www.xs4all.nl/~fbonne/warbirds/warbirds.html

Colección “Grandes Epocas de la Aviación”, tomo 18º (Time Life, edición en español por Ediciones Folio, 1995)

“The Battle of the Philipine Sea” http://www.angelfire.com/fm/odyseey/philippinesea.htm

“The Second World War - A Day by Day account”, cronología de la SGM día por día
http://www.homepage.ntlworld.com/andrew.etherington/index.html

“Enciclopedia Online Wikipedia” http://en.wikipedia.org

Ernesto Castillo
"Manowar"
manowararg@yahoo.com.ar
MAYO 2005

s

 

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