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332º FG de la 15ª USAAF: Según los registros “oficiales” el 332º Grupo de caza de la 15ª Fuerza Aérea de los Estados Unidos no produjo ningún as, ¿por qué?, si fue el grupo de caza ¡más solicitado por los grupos de bombardeo!, ¿por qué?, si en su periodo de servicio en Europa, en el teatro de operaciones del Mediterráneo, durante sus misiones de escolta de los B-17 y B-24 ¡no perdió ningún bombardero!, ¿por qué?, la respuesta es terrible, incomprensible hoy en día pero fácilmente entendida en su momento: Porque eran todos de color. El fuerte sentimiento racista en las fuerzas armadas estadounidenses no podía consentir que un piloto de color pudiera igualar a uno blanco en ninguna lista de elite.
Aun así la actuación de esos novatos fue bastante buena, pero aun estaría por llegar su época dorada, la que llegó con el traslado de esta unidad a Italia donde resultaron equipados primero con los P-47, los cuales fueron rápidamente retirados de sus manos y sustituidos por viejos y fatigados P-51B y C. Fue allí donde se ganaron el apelativo de los “colas rojas” pues rápidamente hicieron pintar la cola y el empedaje de la hélice de un rojo fuerte. Durante su estancia en Italia -que fue hasta el final de la guerra- los “colas rojas” se labraron su reputación. Los pilotos de color debido al menosprecio de sus “camaradas” blancos de la 15ª USAAF, querían demostrar que eran tanto o más mortíferos que ellos. Los derribos eran siempre revisados y tratados a la baja con el consabido enfado de los pilotos de la unidad. Para muestra un botón: durante una misión de ataque al suelo a los aeródromos de Rumania, los “colas rojas” se anotaron hasta 85 aparatos derribados en combate o destruidos en el suelo, pero al llegar a su base incomprensiblemente estos habían desaparecido. Día a día, estos intrépidos pilotos se fueron ganando la confianza de las tripulaciones de bombardeo, se corría la voz de que los “colas rojas” no perdían ningún bombardero en sus misiones de escolta. Así que cada vez eran más solicitados como unidad de escolta, para consternación del alto mando. En cierta ocasión un piloto de B-24 afirmó: “los colas rojas” son la mejor unidad de caza de nuestra Fuerza Aérea -no tenia ni idea de que eran de color, pues era el secreto mejor guardado de las fuerzas armadas de los Estados Unidos-. Las cifras cantan por si solas. Durante el periodo comprendido entre agosto de 1944 y abril de 1945 el 332º FG se anotó “extraoficialmente” más de la cuarta parte de los derribos de los 4 grupos de caza de la 15ª USAAF, como hemos dicho al principio “oficialmente” tuvo menos derribos y no consiguió ningún as. Entre sus logros se halla una misión de escolta de 2.575 kms entre la ida y la vuelta, cuando partiendo desde el norte de Italia debían escoltar un grupo de bombarderos hasta la fábrica de tanques de la Mercedes-Benz en las afueras de Berlín en marzo de 1945. Allí deberían ser relevados por otra agrupación de caza, ¡pero esta no se presentó!, por lo que los fatigados pilotos debieron de hacer frente a los Me-262 y Me-163 que salieron a interceptarles, derribando a 3 Me-262, reclamando como probables dos más junto a un Me-163 y 3 Me-262 como dañados. En esta acción el 332º perdió a seis pilotos, de un total de 59 aviones que empezaron la misión. A su llegada a su base del norte de Italia recibieron una “citación de unidad distinguida”, y ¿por qué?: por haber continuado hacia su objetivo cuando la unidad que debía relevarles no se presentó en el punto de relevo indicado. Cabe destacar que los derribos de esta misión, sin menoscabar la auténtica profesionalidad de estos pilotos, fue contra excelentes aviones tripulados por pilotos inexpertos.
José Miguel Fernández Gil |
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[ 1939-1945 - La Segunda Guerra Mundial - Los años que cambiaron el mundo © 2002 ] |