La formación de los pilotos navales de los Estados Unidos

 

La formación de los pilotos navales de los Estados Unidos

La preparación de los pilotos navales de los Estados Unidos exigió la intervención activa de técnicos en las más diversas especialidades. En primer término fueron investigadores médicos los que determinaron los límites de edad más aptos para seleccionar a los aspirantes. Así, sobre la base de innumerables trabajos científicos, se llegó a la conclusión de que las aceleraciones, picadas y cambios de presión son soportados en mejores condiciones por individuos que se encuentren entre los 18 y los 26 años. Estos fueron, en consecuencia, los límites marcados para el alistamiento de aspirantes a pilotos navales.

No hubo preferencias basadas en regionalismos ni en clases sociales. Sólo las universidades y colegios superiores recibieron, por parte de las autoridades encargadas del alistamiento, un trato especial. Efectivamente, en ellas era posible reclutar hombres jóvenes, cultivados físicamente y muy aptos intelectualmente.

Tras un examen sicofísico muy completo, los aspirantes eran incorporados a la Escuela de Prevuelo. En el citado examen pudo comprobarse que la mayoría de los jóvenes rechazados lo habían sido por defectos visuales, ocupando el daltonismo el primer lugar entre las causas de rechazo. Otras de las razones que motivaron el alejamiento de muchos de los aspirantes, sin causas aparentes, fue la mala implantación dentaria. Efectivamente, la causa, aparentemente sin importancia, la tenía, y mucha, desde el momento que una correcta alineación de las piezas dentales es vital para soportar el aparato de oxígeno.

En la Escuela de Prevuelo, el aspirante recibía un entrenamiento esencialmente deportivo: cultura física, judo y defensa personal. Además, para intensificar el espíritu de equipo, se practicaban deportes tales como el fútbol y el rugby.

En lo referente a la natación debe destacarse que el treinta por ciento de los aspirantes no sabían nadar. En consecuencia, los mismos eran sometidos a un entrenamiento intensivo que les permitía, en poco tiempo, estar en condiciones de mantenerse a flote durante horas y, también, de nadar por debajo del agua largos trechos, en previsión de tener que hacerlo en una zona cubierta de llamas.

El entrenamiento comprendía, además, nociones militares, tales como instrucción de tiro y maniobras diversas.

El aspirante era enviado, al aprobar los cursos de la Escuela de Prevuelo, a la Escuela de Entrenamiento de Vuelo Primario, donde a lo largo de tres meses aprendía a volar. En seguida, durante catorce semanas, los hombres pasaban a un curso de Entrenamiento Intermedio, en el que mejoraban su técnica de vuelo. Terminado el mismo, eran sometidos al examen final. Alrededor del treinta por ciento de los hombres recibían sus despachos de Oficiales Aviadores Navales o Pilotos Aviadores Navales.

Inmediatamente, los hombres destinados a prestar servicios en los portaaviones eran entrenados intensamente en decolajes y aterrizajes sobre naves que se encontraban detenidas o en marcha. Los barcos eran cargueros o petroleros preparados como portaaviones auxiliares. Además, en pleno continente, en un lago del Medio Oeste, fue preparado un lugar de entrenamiento donde los pilotos practicaban decolajes y aterrizajes, además de tiro, bombardeo y torpedeamiento de supuestas unidades enemigas.

La navegación era enseñada a los pilotos en forma práctica y resumida, entrenándolos para resolver sus problemas de vuelo en forma concisa y simple.

El reconocimiento de los aviones enemigos merece un párrafo aparte. Obligados los pilotos a identificar una gran cantidad de aparatos del adversario, las autoridades se vieron precisadas a contar con centenares de miles de modelos en escala. Y fue entonces que se produjo lo insólito, pues se realizó un llamado a todos los niños y adolescentes de los Estados Unidos con el fin de que colaboraran con la aviación norteamericana, construyendo modelos en escala y entregándolos a las autoridades. La respuesta no se hizo esperar. Más de 800.000 modelos fueron así construidos y cedidos por la juventud de los Estados Unidos.

Gabriel Mansilla
gabman@adinet.com.uy

Durante la segunda guerra mundial la Armada de los EE.UU. compró dos viejos vapores de ruedas, casi idénticos a aquellos que surcaron el Mississippi en el S.XIX de los que tanto hemos leído en las novelas de Mark Twain de las aventuras de Huckleberry Finn.

Estos buques originalmente realizaban la travesía y el transporte de pasajeros en los grandes lagos (Ontario, Michigan, Eire, Superior, Hurón).

Fueron modificados y se les construyó una cubierta de vuelo de unos 170 metros, sin hangares ni armas antiaéreas y fueron denominados con la clave IX (buques no clasificables). Tampoco tenían dotación aérea, pues esta se basaba en los aeródromos próximos, ya que su cometido era el entrenamiento de los pilotos navales en las tomas de cubierta y despegues. Estos buques tenían una isla a estribor con la chimenea incorporada al estilo de los “Yorktown” y también incorporaba el mástil de señales. Con su modesta velocidad de 18 nudos fueron empleados hasta 1945 en el entrenamiento de los pilotos navales.

Seeandbee - IX-64 “Wolverine”

Construido por la Detroit Shipbuilding y botado el 9 de noviembre de 1912. Fue adquirido por la US Navy el 12 de marxo de 1942y convertido por la American Shipbuilding entrando en servicio el 12 de agosto de 1942. Retirado de servicio el 7 de noviembre de 1945 Vendido y desmantelado finalmente en 1947.

Se trataba de un antiguo barco a vapor de los que recorrían los grandes lagos. Fue adaptado con el propósito de servir como barco de entrenamiento para los pilotos navales, evitando así el uso de los verdaderos portaaviones en esta tarea. Se le demolió la superestructura original para poder adaptarle una gran cubierta de vuelo. Carecía de hangares, armamento, radar, medios de mantenimiento de aviones, aviones y catapultas. En definitiva se trataba simplemente de una pista de aterrizaje flotante.

Desplazamiento: 7.200 tns. estándar

Dimensiones: eslora 147.5 x manga 17.7 x calado 4.7 metros

Dimensiones externas: eslora 152.4 x manga 29.8 x calado 4.7 metros (a los efectos de la cubierta de vuelo)

Propulsión: 8000 hp

Velocidad: 16 nudos

Dotación: 270

Blindaje, Armamento y Dotación aérea: ninguna

 

El vapor "Seeandbee" Transformado como buque tipo IX "Wolverine" Navegando... en los grandes lagos

 

Greater Búfalo - IX-81 “Sable”

Construido en 1923 en American Shipbuilding, Lorain (Ohio), comprado a la Detroit and Cleveland Navigation Co. de Detroit (Michigan), el 7 de agosto de 1942. Los trabajos de refacciones empezaron el 19 de diciembre de 1942 y entró en servicio el 8 de mayo de 1943, siendo asignado al 9º Distrito Naval el 1 de julio de 1943. Fue dado de baja el 26 de noviembre de 1945 y vendido para desguace el 7 de julio de 1948.

Desplazamiento: 8.000 tns. estándar

Dimensiones: eslora 158.2 x manga 27.4 x calado 4.7 metros

Dimensiones externas: eslora 163 x manga 27.4 x calado 4.7 metros (a los efectos de la cubierta de vuelo)

Propulsión: 10500 hp

Velocidad: 18 nudos

Dotación: 300

Blindaje, Armamento y Dotación aérea: ninguna

(El “Sable” segundo buque de este tipo era en realidad muy similar al “Wolverine”)

El Búffalo con su aspecto original Transformado en el IX-81 "Sable" Un avión FM-2 Wildcat ha capotado durante maniobras de entrenamiento en el "Sable", en mayo de 1945

José Miguel Fernández Gil
"Alm. Yamamoto"
alm_yamamoto@hotmail.com

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