El Regimiento Brandenburgo

 

El Regimiento Brandenburgo

Orígenes y formación

A pesar de que los británicos, y más particularmente su Primer Ministro, Winston Churchill, se colgaran las medallas de la creación de unidades especiales de pequeño tamaño y con un entrenamiento intensivo en el combate individual -sabotaje, demoliciones y recopilación de información en incursiones profundas-; esta necesidad ya fue tenida en cuenta por el ejército alemán a finales de la primera guerra mundial, con la creación de una pequeña unidad llamada "Insdustrieschutz Oberschlesien".

Esta unidad estaba entrenada en la lucha contra la insurgencia, teniendo una destacada actuación en 1938 en la crisis de los Sudetes. Es el Almirante Wilhem Canaris, máximo responsable del servicio de inteligencia del ejército (Abwehr), y su ayudante, el Capitán Teodhore von Hippel, quienes crean el embrión de los Regimientos Brandenburgo, para formar parte de la II Sección de la Abwher, encargada de sabotajes y operaciones negras, y dotar a ésta de un brazo armado y especializado en todo tipo de acciones bélicas y de espionaje. Para este fin se sientan las bases del que va a ser el futuro método de selección de miembros y entrenamiento.

Originalmente todos los miembros de estos grupos serán alemanes que vivan en las fronteras o en el interior de los países circundantes, que sean capaces de hablar correctamente un idioma y, en un momento dado, de hacerse pasar por nativos de dichos países. Serán entrenados en guerra de guerrillas, supervivencia, esquí y escalada, paracaidismo, buceo, técnicas de demolición y sabotaje, comunicaciones e, inclusive, manejo de armas enemigas, incluyendo aviones, tanques y todo tipo de material necesario para el cumplimiento de sus objetivos.

Se les instruía, además, en su capacidad para actuar tanto en solitario como en grandes unidades (sus misiones podían abarcar desde un equipo de dos hombres hasta una unidad de trescientos efectivos; y se primaba sobre todo su instinto de auto conservación).



Almirante Wilhem Canaris

En definitiva, era una unidad de hombres entrenados para realizar cualquier tipo de misión y salir indemnes de ella.

Con el tiempo algunos de estos fundamentos sufrieron cambios pero su espíritu perduró hasta su desaparición como unidad.


Distintivo de bocamanga de la unidad

Desarrollo como unidad. Composición

Desde su fundación oficial en 1938 hasta su desaparición en 1944, los Regimientos Brandenburgo sufrieron numerosas variaciones, tanto en su composición como en su esfera de actividad, por lo que es muy difícil describir su organización.

Originalmente fue constituida como un batallón formado por cuatro unidades del tamaño de compañías. En 1939 estaba formada por: 1a. Co. Baltenkompanie, compuesta por alemanes de los Países Bálticos que hablan alemán; 2da. Co, compuesta por alemanes provenientes de la Europa occidental y países de ultramar con conocimientos en inglés, francés, y otros idiomas como portugués y africano; 3era. Co., compuesta por alemanes de los Sudetes que hablaban checo; y la 4ta. Co., compuesta por alemanes residentes en Silesia que hablaban polaco.

En 1940 es aumentada a nivel de regimiento compuesto por tres batallones y algunas subunidades como la legión árabe-alemana y la brigada árabe. En 1942 sufre su última modificación, que será la definitiva hasta su disolución en 1944, convirtiéndose en una división al mando del Generalmajor von Pfuhlstein con cuatro regimientos y varias subunidades adheridas.

Durante toda su vida operativa como unidad de operaciones especiales, la División Brandenburgo mantuvo las señas de identidad de sus originarias tres compañías, nutriendo sus filas de todos aquellos alemanes y germanófilos de sus zonas de operaciones, y convirtiéndose en los soldados con mayor especialización de todos los que lucharon en el teatro de operaciones europeo.

El Regimiento Brandenburgo en la Segunda Guerra Mundial

La naturaleza en sí de sus operaciones hace bastante difícil un seguimiento de su evolución en combate durante los años de su vigencia como unidad de elite. Por eso, y para no caer en la mera elucubración, vamos a contar en unas breves líneas sus operaciones más destacadas durante sus cinco años de lucha.


1939-1941: La invasión de Polonia y el empuje de la blitzkrieg a través de Europa

El 1 de septiembre de 1939 y con la excusa de un falso ataque sobre una emisora de radio por parte de tropas polacas, el Reich alemán embiste con todas sus fuerzas contra Polonia, y es en este momento cuando los Brandenburgo comienzan a demostrar sus habilidades capturando intactas, mediante el método de la infiltración, numerosas fábricas vitales para el esfuerzo de guerra alemán, así como efectuando golpes de mano en importantes puentes para el avance del ariete blindado de las divisiones alemanas.

Una vez obtenida la rendición de Polonia, los ojos del alto mando alemán se dirigieron hacia Escandinavia y Dinamarca, donde los Brandeburgo disfrazados de soldados daneses capturaron el puente de Grossner y realizaron numerosas operaciones aerotransportadas en Noruega.



Un Brandenburgo junto a los fallschirmjäggers que tomaron Eben Emael

Continuando con sus golpes de mano a través de Holanda y Bélgica, la nueva misión de los Brandenburgo es participar en Seelöwe (León Marino) y una vez suspendida ésta, son enviados a los Balcanes donde participan en la captura del puente Puerta de Hierro, objetivo primordial para mantener el tráfico fluvial en el Danubio. Durante toda esta etapa, aparte de su misión como apoyo a los diferentes avances de las fuerzas alemanas en todos los frentes, los Brandenburgo realizan numerosas incursiones de sabotaje en la frontera de la India con Afganistán, e incursiones en los campos petrolíferos de Irán. Pero sus grandes logros están por llegar: en el horizonte se perfila la Operación Barbarroja, el asalto del Reich a su incómodo vecino y ex-aliado la URSS.

1941-1943: El auge de la guerra sin cuartel: la Operación Barbarroja

Durante las primeras fases de la operación Barbarroja los Brandenburgo siguen haciendo lo que mejor saben hacer: dar golpes de mano después de incursiones profundas para tomar objetivos estratégicos que facilitarán el rápido avance de las Divisiones Panzer; siendo destinadas parte de sus fuerzas (el segundo regimiento) a la defensa de los campos petrolíferos rumanos ante el peligro de incursiones de sus homólogos británicos. En este momento el avance de los blindados alemanes parece imparable y los ejércitos rusos son rebasados y embolsados con relativa facilidad. Esto creará un problema posterior y de difícil solución: la proliferación de grupos de partisanos tras las líneas alemanas.

Es en este momento cuando los Brandenburgo participaron en una incursión sobre Mursmanks con el objetivo de paralizar la línea férrea que abastecía al ejército rojo del material bélico enviado por los americanos. Durante quince días de agosto de 1941 los Brandenburgo, con el apoyo de militares fineses, dinamitaron varios kilómetros de vías en Karelia, ante la pasividad de los soviéticos que no tuvieron conocimiento de ello hasta los juicios de Nüremberg. La operación estuvo al mando del General Schoerner y el 36 Gebirgskorps encuadrado en el I. Batallón Baltenkompanie.



Grupo de brandenburgueses disfrazados de rusos

Posiblemente la más audaz de las misiones de comando durante la guerra fuera la Operación Maykop, el 2 de agosto de 1942, durante la cual el Teniente Adrian von Folkersam al mando de un equipo de 62 Brandenburgos vestidos de soldados del NVKD se infiltraron 100 kilómetros en las líneas rusas hasta la refinería de Maykop.

Durante seis días y manteniendo el engaño frente a un general del NVKD, Folkersam recorrió las líneas de defensa rusas en compañía del general, memorizando todos los planes rusos para la demolición de la refinería. Llegado el momento y con la vanguardia blindada alemana a pocos kilómetros, el Teniente Folkersam dividió a sus hombres en tres grupos: mientras uno de ellos tomaba el cercano puente del río Bjelaja, y otro cortaba las comunicaciones, Folkersam, amparándose en el terror de las tropas rusas ante el NVKD, dictaba órdenes falsas y propiciaba la huida de los defensores consiguiendo apoderarse de las instalaciones petrolíferas intactas.

Durante el resto de la lucha en Rusia, a excepción de alguna incursión en el frente de Moscú, los Brandenburgo fueron utilizados, por sus conocimientos especiales como unidades antipartisanas.

Al mismo tiempo que lo acontecido en el frente del este, otras unidades pertenecientes a los Brandenburgo (la legión árabe-alemana) fueron destinados al norte de Africa, con la misión de preparar un posible golpe de mano contra el canal de Suez aprovechando la ofensiva de Rommel en dirección al Alamein.

Una vez fue claro que Rommel no llegaría a apoderarse de El Cairo, los Brandeburgo lanzaron la operación Salam con el objetivo de introducir espías y saboteadores en El Cairo, aunque el desenmascaramiento de ULTRA por parte de los británicos hizo fracasar la misión.

Salvo algunas acciones contra los comandos rusos en el mar de Azov, el resto de 1942 y 1943 los Brandeburgo fueron movilizados para realizar labores de contrainsurgencia en Rusia y en Yugoslavia.

1943-1944: El ocaso de las operaciones especiales. La defensa de Belgrado

La estrella de los Brandenburgo se estaba apagando, las fuerzas alemanas recibían reveses continuos y en Berlín la lucha entre la Abwher de Canaris y la SS de Himmler se hacía cada vez más evidente. Es entonces cuando la caída de Mussollini y el armisticio posterior de Italia con los aliados deja el flanco sur en una situación muy precaria. Grecia y las islas del Egeo en manos del ejército italiano son una invitación a los aliados, y la recién creada 15 Compañía de paracaidistas encuadrada en el 4to. Regimiento Brandenburgo apoyada por unidades de paracaidistas de la Luftwaffe, es enviada a poner orden en este teatro de operaciones.

Al mismo tiempo, una operación al mando del Teniente Coronel Otto Skorzeny con el objetivo de liberar al depuesto Mussollini retenido en el Grand Sasso, marcó el fin de los Brandenburgo. El éxito de esta operación ilusionó a un Hitler, que necesitaba un revulsivo contra la mala situación de sus fuerzas armadas. Hitler ordena la creación del SS-Jagdverbände, una nueva unidad de comandos encuadrados en las SS. A esta unidad se incorporaron tropas paracaidistas, utilizadas como infantería especializada tras la carnicería de Creta, unidades paracaidistas de las SS con gran experiencia en el frente oriental y el III Regimiento de la Divinos Brandenburgo.

El resto de la división fue encuadrada en la División Motorizada Grossdeutschland y luchó como una división regular en la defensa de Belgrado, sufriendo un número tan alto de bajas que literalmente dejó de existir, siendo retirados sus supervivientes a la región de los Sudetes el 29 de abril de 1945.

Conclusiones

Nos encontramos ante una unidad adelantada a su tiempo, en ella podemos observar muchos rasgos definitorios de los actuales cuerpos de elite de cualquier ejército del mundo. A pesar de permanecer en el olvido, leyendo la relación de hechos, vemos que estuvieron involucrados en numerosos éxitos y fracasos de la maquinaria de guerra alemana, y tuvieron presencia en todos los hechos de armas del frente europeo, desde el Círculo Polar Artico hasta las ardientes arenas del norte de Africa.

Queda ahora para los estudiosos de la historia militar el juzgar si fueron provechosamente utilizados o bien se vieron sumidos en lo que, a partir de 1942, fue la caótica, aunque efectiva, maquinaria de guerra alemana. Cabe preguntarse qué hubiera pasado si esta unidad -que en sus mejores momentos llegó a tener 14.000 efectivos perfectamente entrenados para llevar el caos y la destrucción a la retaguardia del enemigo- hubiera tenido una dirección brillante como la que tuvieron los Comandos británicos y los Ranger estadounidenses bajo el mando conjunto del OSS y la orden "incendiad Europa".

"Wolfhound"
sgomez@telecable.es

Anexos

El desfiladero de Jablunka

26 de agosto de 1939. Frontera entre Alemania y Polonia.

El teniente coronel Albrecht Herzner recorre con la vista la entrada del túnel por última vez antes de ordenar que comience la operación. A lo largo de la línea férrea se apostan unos 70 hombres vestidos de civiles. Dentro de unas horas las vanguardias del ejército alemán entrarán por el desfiladero para iniciar la invasión de Polonia. Lo que Herzner no podía saber (la radio no funcionaba y los enlaces se habían perdido) es que la invasión se había retrasado cinco días.

Dos hombres, a una señal, se arrastraron hasta la entrada del túnel y acabaron con los centinelas. Otros dos lo atravesaron y acabaron en silencio con la guardia del otro lado. Herzner ordenó introducirse en el campamento que dormía sin saber lo que pasaba. Todos los barracones son capturados, y aunque en algunos hubo tiros y la explosión de una granada, no hubo bajas. Herzner estaba satisfecho. Todo iba de maravilla.

Cerca del amanecer, se oyó el ruido de un tren. En un principio creyeron que se trataban de fuerzas propias, pero pronto se dieron cuenta de que era un transporte de tropas polacas que, alertados por los disparos, se acercaban al desfiladero. Los comandos actuaron con rapidez. Colocaron soldados en lo alto del desfiladero y en las casas aparentando una fuerza mayor. Cuando llegaron a Jablunka, los polacos, creyéndose superados y rodeados por una fuerza mejor colocada (sin ser así), se rinden. Al mediodía el número de prisioneros es de 2.000.

Pero Herzner está inquieto. Los soldados alemanes no aparecen, los oficiales polacos interrogados repiten que Alemania no ha declarado la guerra, y lo peor de todo, los polacos estaban colocando artillería en lo alto del desfiladero para iniciar un contraataque. Al atardecer, consiguen ponerse en contacto con el cuartel general. El mensaje es deprimente: "La guerra no ha sido declarada. Repito, Alemania no está en guerra con Polonia. Retire a sus hombres discretamente."

Al llegar la noche, los exploradores enviados a través de la montaña descubren que los polacos han dejado un sendero en la montaña sin vigilar. Al amparo de la noche del 26 al 27 de agosto, la unidad de Harzner se retira sin bajas a Alemania.


Operación Aurora

Durante el invierno de 1939-40, el ejército alemán planea sus movimientos en el frente occidental. 12 miembros de la división Brandenburgo y 8 miembros del cuerpo femenino de voluntarias del ejército, recorren la zona de las Ardenas haciéndose pasar por turistas.

Las voluntarias regresan a Alemania con los informes, mientras que los comandos, al mando del suboficial Röhricht, se infiltran en la vida civil belga. El 9 de mayo es pronunciada la palabra Aurora. De esta manera se desencadena toda la operación.

Cortan el cable que une la central de información del ejército belga con la oficina postal de Stavelot, a través de la cual la central recibía toda la información. Röhricht y tres hombres más interceptan al electricista encargado de arreglar la avería y se infiltran en el centro de información. Nadie sospecha de ellos y nadie les urge a que reparen rápidamente la avería. Cuando llegan las primeras noticias de la invasión y los belgas se disponen a destruir la instalación, los comandos capturan a todos los técnicos y los retienen 30 minutos. hasta que llegan los panzer.

Esta acción permitió a los alemanes desorganizar a los ejércitos belgas y la captura del centro de información facilitó las operaciones los días siguientes.

Feldwebel del regimiento Brandenburgo que intervino en el puente Gennap en mayo de 1940. Está armado con una MP 38.


El puente sobre el río Wardar

Tras el golpe de estado en Yugoslavia, el ejército alemán planea la invasión del país y de Grecia. Entre ambos países discurre el río Wardar. La captura de un puente sobre este río era fundamental para iniciar una maniobra envolvente hacia Salónica desde Bulgaria atravesando Yugoslavia.

El teniente coronel Siegfried Grabert (en la foto) al mando del Sonderkommando Bau-Lehr Batallion 800 z.b.V. Brandenburg Brandenburg Einheite se acercó al puente con sus hombres sin un plan establecido. La carretera estuvo ocupada bastante tiempo por soldados yugoslavos que se retiraban a través del Wardar hacia Grecia. Cuando su flujo se redujo, recogen algunos capotes y cascos abandonados y se acercan al puente. La orilla yugoslava estaba sin guarnición y fue atravesada sin problemas, pero a mitad de camino unos soldados griegos les dan el alto y descubren el engaño. Los griegos y soldados británicos de un comando de demolición abren fuego contra ellos. Un tanque británico aparece en la cabecera del puente, pero no se mueve de allí. Grabert intenta descolgarse por el puente para cortar los cables, pero el fuego greco-británico le hace desistir. La tarea de desactivar los explosivos recayó en el cabo Eichelberg. En una acción algo suicida, Grabert consigue inutilizar el tanque colocando una granada en la escotilla abierta de la torreta. Tras esto, los griegos y los británicos se rindieron. Todavía deberían aguantar en el puente hora y media más.

Grabert recibió la cruz de caballero el 6 de octubre de 1941 por estas acciones.



Teniente coronel Siegfried Grabert


El "Batallón Ruiseñor" de la División Brandenburgo

Este batallón recibió este nombre por tener un magnífico coro.

Estaba formado por voluntarios ucranianos y polacos muy nacionalistas que luchaban con los alemanes para independizar sus territorios de la Unión Soviética. Entre las acciones más destacadas de la unidad se encuentra la captura de la ciudad de Przemysl y la cabeza de puente en Walawa sobre el río San.

Como unidad de operaciones especiales eran excelentes. Conocían el ruso a la perfección (era su lengua materna), conocían el terreno (habían nacido allí) y conocían las tácticas soviéticas. Pero eran muy indisciplinados y deseaban en exceso la independencia de sus tierras. En el avance alemán fueron colocados cerca de la ciudad de Lvov (Lemberg, Lewow, Lviv). A las líneas alemanas llegaron rumores de que los miembros de la NKVD estaban realizando fusilamientos y asesinatos. Los soldados del batallón, ignorando las órdenes recibidas, atacaron la ciudad, conquistándola. Hecho esto, fusilaron a todos los miembros de la NKVD que encontraron. Cuando mataron a todos, siguieron con los soldados rojos. En la euforia del momento, declararon la independencia de Ucrania.

Esto no gustó a los altos mandos. Como consecuencia, dejaron de recibir reemplazos y fueron lentamente relegados de primera línea. La última acción del batallón fue el ataque a un cuartel general ruso en los bosques de Wimiza. Poco después, la unidad fue desmantelada a finales de 1941.

 

Entrega de condecoraciones a la unidad Ruiseñor


Jesús Peinado
fistronena@terra.es

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